Un bolsonarista mata a pu?aladas a un seguidor de Lula en Brasil
El asesinato, ocurrido en el Estado de Mato Grosso a tres semanas de las elecciones, aumenta el temor a que la violencia marque la campa?a
La campa?a electoral de Brasil vuelve a te?irse de sangre. Una discusi¨®n pol¨ªtica deriv¨® en asesinato en una zona rural del Estado de Mato Grosso, en el interior del pa¨ªs. Seg¨²n informaciones de la Polic¨ªa Civil recogidas por la prensa local, Rafael Silva de Oliveira, de 24 a?os y simpatizante del presidente Jair Bolsonaro, asesin¨® a pu?aladas a Benedito Cardoso dos Santos, de 44 a?os y seguidor de Lula da Silva, despu¨¦s de que una acalorada discusi¨®n sobre pol¨ªtica se les fuera de las manos el pasado mi¨¦rcoles. La polic¨ªa no tiene dudas sobre la motivaci¨®n pol¨ªtica del asesinato.
¡°Lo que llev¨® al crimen fue una opini¨®n pol¨ªtica divergente: la v¨ªctima estaba defendiendo a Lula, y el autor, defendiendo a Bolsonaro¡±, explic¨® el comisario de la Polic¨ªa Civil, V¨ªctor Oliveira. Todo empez¨® en una finca rural de la ciudad de Confresa, donde los dos trabajaban juntos cortando le?a. La noche del 7 de septiembre, d¨ªa de la Independencia de Brasil y que estuvo marcado por masivas manifestaciones a favor de Bolsonaro, los dos empezaron a discutir, elevando el tono hasta que Dos Santos propin¨® un pu?etazo en la cara de Oliveira y le amenaz¨® con un cuchillo.
Los dos forcejearon y el m¨¢s joven consigui¨® hacerse con el arma blanca. Apu?al¨® a la v¨ªctima por la espalda, en el cuello y en la cabeza. Con su colega moribundo, se dirigi¨® a una caseta cercana, donde tom¨® un hacha y le remat¨® con un corte en el cuello. Despu¨¦s, el autor del crimen escondi¨® las armas y se dirigi¨® a pie hasta la ciudad de Confresa en busca de un hospital, dado que tambi¨¦n ten¨ªa heridas en la cabeza y en la mano. En el hospital cont¨® que hab¨ªa sufrido un robo, pero cuando fue trasladado a una comisar¨ªa acab¨® confesando el crimen. Fue detenido enseguida y ahora permanece preso acusado de un delito clasificado en Brasil como ¡°homicidio por motivo torpe y cruel¡±.
El juez que decidi¨® mantenerle preso, Eduardo Bezerra, afirm¨® en su decisi¨®n que la intolerancia ¡°no debe y no ser¨¢ admitida, bajo riesgo de retroceder a los tiempos de barbarie¡±. El asesinato en Mato Grosso es un nuevo episodio que aumenta el temor a que la violencia entre los seguidores de los favoritos marque la campa?a para las elecciones del 2 de octubre. Si nadie obtiene la mayor¨ªa de los votos v¨¢lidos, habr¨¢ segunda vuelta el 30 de octubre.
En julio, un seguidor de Bolsonaro mat¨® a tiros a un tesorero del Partido de los Trabajadores (PT) durante su fiesta de cumplea?os, que ten¨ªa como tem¨¢tica principal un homenaje a Lula. Y la semana pasada, otra discusi¨®n pol¨ªtica en una iglesia evang¨¦lica acab¨® con un simpatizante del expresidente herido de bala.
El expresidente Lula ha tuiteado tras conocerse el nuevo asesinato que ¡°la intolerancia se ha llevado una vida m¨¢s. Brasil no merece este odio que se ha instaurado en el pa¨ªs¡±.
Lula, favorito en todas las encuestas de cara a los comicios, estuvo este viernes en un encuentro con evang¨¦licos, en S?o Gon?alo, en la periferia de R¨ªo. Poco antes de que subiera al escenario, hubo una trifulca a las puertas del polideportivo donde se celebraba el acto. Un grupo de simpatizantes de Lula agredi¨® a un bolsonarista que pas¨® con su coche por las inmediaciones y seg¨²n los testigos estar¨ªa provocando a los manifestantes. Ten¨ªa todo el veh¨ªculo forrado con montajes que mostraban a Lula entre rejas. Hubo un conato de pelea generalizada, el bolsonarista acab¨® con parte del rostro sangrando y tuvo que intervenir la polic¨ªa.
La tensi¨®n se palpa en el ambiente. Las medidas de seguridad en los actos de campa?a de Lula, con arcos detectores de metales o altas vallas de protecci¨®n, no se ve¨ªan en otras elecciones. Tanto Bolsonaro como Lula suelen usar chaleco antibalas en sus m¨ªtines. Y la seguridad de este ¨²ltimo, que ya era uno de los principales quebraderos de cabeza de su equipo de campa?a campa?a, se ha reforzado tras el atentado contra la vicepresidenta argentina, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner.
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