14 horas de cola y visita sorpresa de Carlos III y Guillermo en las ¨²ltimas horas para despedir a Isabel II
Miles de personas apuran los plazos para visitar la capilla ardiente. Los nietos de la monarca custodian el cuerpo en Westminster Hall
Los alrededores del palacio de Buckingham y de la abad¨ªa de Westminster eran este s¨¢bado un laberinto donde riadas de personas deambulaban despistadas, segu¨ªan sin rechistar las ¨®rdenes de los polic¨ªas y voluntarios cuando les desviaban hacia uno y otro lado, y compart¨ªan todos una sensaci¨®n de expectaci¨®n y recta final de un largo duelo. A esas alturas, ya no ten¨ªa sentido incorporarse a una fila ¡ªla de entrada a...
Los alrededores del palacio de Buckingham y de la abad¨ªa de Westminster eran este s¨¢bado un laberinto donde riadas de personas deambulaban despistadas, segu¨ªan sin rechistar las ¨®rdenes de los polic¨ªas y voluntarios cuando les desviaban hacia uno y otro lado, y compart¨ªan todos una sensaci¨®n de expectaci¨®n y recta final de un largo duelo. A esas alturas, ya no ten¨ªa sentido incorporarse a una fila ¡ªla de entrada a la capilla ardiente de Isabel II, en Westminster Hall¡ª que supon¨ªa al menos 14 horas de espera.
La gente depositaba flores bajo los ¨¢rboles de Green Park, en la estatua que homenajea a los soldados ca¨ªdos en las dos guerras mundiales, junto al Arco de Wellington, o en las verjas que rodean el parque. Cerca de dos millones de personas han acudido este fin de semana a Londres, y toda la ciudad se ha convertido en un homenaje a Isabel II.
Las autoridades ya han dejado claro que, en alg¨²n momento de este domingo, la fila ¡ªuna de las m¨¢s largas de la historia del Reino Unido, con casi 10 kil¨®metros de longitud¡ª deber¨¢ cortarse. Es el ¨²nico modo de garantizar que todos los que esperan puedan ver el f¨¦retro de la monarca fallecida, que lleva instalado desde el mi¨¦rcoles en el catafalco, en el centro del majestuoso vest¨ªbulo que es Westminster Hall. Se calcula que pueden llegar a 800.000 las personas que acaben desfilando por la capilla ardiente. A las seis y media de la ma?ana del lunes (siete y media, horario peninsular espa?ol), la capilla ardiente quedar¨¢ cerrada al p¨²blico.
Sorpresa real
A media ma?ana, el nuevo rey, Carlos III, y su hijo y heredero, Guillermo, ahora pr¨ªncipe de Gales, se han presentado por sorpresa en el tramo final de la cola, en la orilla sur del T¨¢mesis, en la recta que encauza a los ciudadanos que esperan hacia el puente de Lambeth. Desde all¨ª, Millbank hacia abajo, llegan finalmente a su destino. ¡°Qu¨¦ buena idea ha sido venir con esas zapatillas de deporte¡±, dec¨ªa Guillermo a una de las decenas de personas, en ese tramo de la fila, que le extend¨ªan la mano para estrechar la suya. ¡°Creo que mi abuela habr¨ªa sido la primera sorprendida en ver c¨®mo ha reaccionado la gente¡±, explicaba. Su padre, unos metros por delante de ¨¦l, conversaba con unos, sonre¨ªa a otros, daba la mano a todos los que extend¨ªan la suya y no parec¨ªa tener ninguna prisa en terminar con ese ba?o de masas.
Carlos III ha entendido mejor que nadie que la oportunidad creada por un duelo nacional de gigantesca escala era ideal para desplegar un amplio ejercicio de relaciones p¨²blicas. Quiz¨¢ no fue durante a?os el heredero m¨¢s querido, despu¨¦s de la guerra soterrada que sostuvieron ¨¦l y Diana de Gales, pero su prestigio se ha recuperado en gran parte con el tiempo, y la cercan¨ªa mostrada estos d¨ªas con los ciudadanos ¡ªante la verja del Palacio de Buckingham, el primer d¨ªa que entr¨® como rey; en las calles de Edimburgo o en las de Belfast¡ª han jugado notablemente a favor de su buena imagen.
El viernes por la tarde, el grupo de ciudadanos que desfilaba ante el f¨¦retro de Isabel II tuvo que tentarse la ropa al ver c¨®mo los hijos de la monarca custodiaban el cuerpo en una vigilia de apenas ocho minutos. Carlos III, la princesa Ana y los pr¨ªncipes Eduardo y Andr¨¦s vest¨ªan de uniforme. La casa real hab¨ªa permitido al duque de York, apartado de las funciones de representaci¨®n p¨²blica por su vinculaci¨®n con el esc¨¢ndalo del millonario pederasta estadounidense, Jeffrey Epstein, poder llevar en esta ocasi¨®n sus galas militares.
Igual que ha sido permitido al pr¨ªncipe Enrique, alejado tambi¨¦n de las actividades de la casa real y exiliado en los Estados Unidos junto a su esposa Meghan Markle y sus dos hijos. El pr¨ªncipe participaba en la vigilia de este s¨¢bado en torno al f¨¦retro, junto al resto de nietos ¡ªocho¡ª de Isabel II. ?l y su hermano Guillermo acud¨ªan de uniforme a Westminster Hall.
Ceremonia de Estado
Carlos III recibir¨¢ este domingo, en una ceremonia de Estado en el palacio de Buckingham, a gran parte de los casi 500 jefes y exjefes de Estado que estar¨¢n en Londres para asistir al funeral por la monarca, que se celebrar¨¢ a las 11.00 del lunes (12.00, horario peninsular espa?ol) en la abad¨ªa de Westminster. A la capital brit¨¢nica acuden los reyes Felipe VI y Letizia, que se alojar¨¢n en la Embajada de Espa?a, as¨ª como el rey em¨¦rito Juan Carlos I y su esposa do?a Sof¨ªa, que pasar¨¢n la noche en un hotel londinense. Don Felipe y do?a Letizia asistir¨¢n a la recepci¨®n de Buckingam. A lo largo del domingo, los dignatarios internacionales que lo deseen podr¨¢n visitar la capilla ardiente y mostrar su respeto a Isabel II. Entre ellos, se espera la presencia de los reyes de Espa?a, en torno a las 16:10 hora local (17:10 horario peninsular espa?ol).
La reci¨¦n estrenada primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, celebrar¨¢ durante el fin de semana encuentros bilaterales con algunos de los l¨ªderes internacionales llegados a Londres, aunque finalmente, por cuesti¨®n de agenda, no podr¨¢ hacerlo con el m¨¢s deseado, el presidente estadounidense, Joe Biden. Deber¨¢ ser a lo largo de la semana en Nueva York, a donde muchos de los presentes ten¨ªan intenci¨®n de viajar ya este mismo fin de semana a la Asamblea General de la ONU, hasta que la muerte de Isabel II trastoc¨® los planes de medio planeta.
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