Bukele contra el mundo

Solo unas horas despu¨¦s de que Nayib Bukele anunciara ante el pa¨ªs que se presentar¨¢ a la reelecci¨®n, haciendo saltar por los aires el modelo pol¨ªtico de El Salvador, el presidente que ha hecho de las redes sociales su principal tribuna pol¨ªtica, publicaba un tuit antes de irse de fin de semana. Era una foto besando entusiastamente a su esposa en la Casa Presidencial junto a la bandera nacional. En medio de la gravedad de la situaci¨®n, la foto obtuvo m¨¢s likes que el propio discurso presidencial, optimizando como nadie ese h¨ªbrido entre lo p¨²blico y lo privado que tan bien le funciona para zanjar los debates en casa, pero que gusta tan poco en el exterior. Criticado por Estados Unidos, distanciado de Europa y mirado con extra?eza desde Am¨¦rica Latina, quiz¨¢ por ello, cuando el jueves anunci¨® su intenci¨®n de seguir en el poder hasta 2029, dedic¨® sus principales ataques a la comunidad internacional. ¡°No obedecemos los dictados internacionales¡±, dijo. ¡°Ya nos dieron 200 a?os de recetas y todas fracasaron. Ahora que empezamos a estar bien, hay algunos de la comunidad internacional que condenan las acciones por las que estamos bien (¡­) no estar¨¢n de acuerdo, pero no son ellos los que decidir¨¢n, sino el pueblo salvadore?o¡±, a?adi¨® durante un mensaje cargado de cr¨ªticas al exterior.

Hasta ahora, durante los tres a?os que lleva en el poder, Bukele ha caminado entre el aplauso nacional y el reproche internacional. De la incertidumbre inicial ante la llegada al poder de un outsider con un ambiguo programa electoral que no necesita patear calles, besar beb¨¦s, acudir a debates, ni dar una sola entrevista en profundidad para sostener un 85% de aprobaci¨®n, la m¨¢s alta del continente, muchos pa¨ªses como Estados Unidos han pasado a la cr¨ªtica abierta al publicista de 41 a?os.

En los ¨²ltimos meses, la Administraci¨®n de Joe Biden ha sancionado al c¨ªrculo de Bukele y ha retirado los visados y congelado los bienes de una decena de funcionarios y exfuncionarios de su Gobierno por corrupci¨®n o conductas antidemocr¨¢ticas. El a?o pasado, USAID dej¨® de financiar a la Polic¨ªa, la Fiscal¨ªa General, la Corte Suprema o al Instituto de Acceso a la Informaci¨®n P¨²blica tras la destituci¨®n ilegal de los jueces de la Sala de lo Constitucional que ahora avalan su reelecci¨®n. El destino de esos fondos se dirige ahora a la sociedad civil y al refuerzo del periodismo independiente, lo que alimenta las cr¨ªticas de Bukele contra EE UU o George Soros, a quienes acusa de financiar las protestas callejeras de hace un a?o. Durante la celebraci¨®n del D¨ªa de la Independencia de 2021, Bukele atac¨® con dureza a la encargada de negocios de EE UU, Jean Manes, que lo hab¨ªa comparado con Hugo Ch¨¢vez, mientras ella aguantaba de pie el rapapolvo. ¡°A los pa¨ªses que no les guste lo que sucede en El Salvador, que se aguanten¡±, le dijo frente a todos.

M¨¢s all¨¢ de la Administraci¨®n Biden, el cuerpo diplom¨¢tico acreditado ni siquiera se f¨ªa de Bukele. Fue muy sonada su reuni¨®n en mayo de 2021 con gran parte de los embajadores, que criticaron su deriva autoritaria. La sorpresa lleg¨® cuando descubrieron que el mandatario hab¨ªa grabado la reuni¨®n para difundirla en una cadena nacional. Cuando el embajador chileno protest¨®, uno de sus altavoces medi¨¢ticos, Walter Araujo, escribi¨® en redes sociales: ¡°Un presidente no tiene que pedirle permiso a un embajador¡±, le dijo. ¡°Si usted est¨¢ acostumbrado a la oscuridad, all¨¢ usted. ?Con qu¨¦ derecho exige? No joda, g¨¹ev¨®n¡±.

El bitcoin agrava la situaci¨®n del pa¨ªs

A la desconfianza internacional se suma el repudio de los organismos econ¨®micos desde la entrada en vigor del bitcoin como moneda de curso legal en uno de los pa¨ªses m¨¢s pobres del continente, altamente dependiente de los cr¨¦ditos internacionales para sobrevivir. Cuando la criptomoneda entr¨® en vigor el 7 de septiembre de 2021, el valor era de unos 45.000 d¨®lares (44.930 euros), pero ahora cotiza en torno a los 20.000 d¨®lares, lo que ha afectado negativamente a la calificaci¨®n crediticia de El Salvador y a sus relaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que exige una y otra vez revertir la situaci¨®n debido a los ¡°grandes riesgos¡± que supone para el pa¨ªs.

La relaci¨®n de Bukele con las ONG no ha sido mucho mejor y, seg¨²n Tamara Taraciuk, presidenta de Human Rights Watch, ¡°el futuro de la democracia salvadore?a est¨¢ m¨¢s en riesgo que nunca ante esta decisi¨®n (la reelecci¨®n), que profundiza la deriva autoritaria¡±. Con su anuncio del pasado jueves, Bukele ha vuelto a conseguir el beso de su esposa y el de los salvadore?os, pero el de la comunidad internacional tendr¨¢ que esperar.

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