El funeral de Shinzo Abe divide a Jap¨®n
La ceremonia se oficia este martes entre protestas por su elevado coste y la denuncia de los v¨ªnculos entre el partido del Gobierno y la Iglesia de la Unificaci¨®n
El funeral de Estado por la muerte de Shinzo Abe, el ex primer ministro japon¨¦s asesinado a tiros el 8 de julio mientras daba un mitin en la calle, se ha convertido en un problema pol¨ªtico para el Gobierno del actual primer ministro, Fumio Kishida. La ceremonia se celebra este martes en medio de fuertes medidas de seguridad en el estadio Nippon Budokan de Tokio. Se prev¨¦ la asistencia de m¨¢s de 4.000 personas, incluidos unos 700 representantes de todo el globo, entre ellos la vicepresidenta de EE UU, Kamala Harris, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, mientras en las calles niponas prosiguen las protestas en su contra.
El evento fue anunciado tan solo seis d¨ªas despu¨¦s del magnicidio del primer ministro m¨¢s duradero de Jap¨®n en d¨¦cadas, con el pa¨ªs a¨²n sacudido por el trauma, y levant¨® una polvareda desde el principio. Criticado por su oportunismo pol¨ªtico y por su elevado coste ¡ªunos 12 millones de euros¡ª en tiempos de una muy tocada econom¨ªa, las dudas han crecido a lo largo del verano, a medida que se han ido conociendo detalles sobre los lazos entre el Partido Liberal Democr¨¢tico (PLD), en el que militaba Abe y al que pertenece Kishida, y la Iglesia de la Unificaci¨®n. Estos v¨ªnculos fueron los que presuntamente motivaron al asesino, Tetsuya Yamagami: quiso matar a Abe por su apoyo a esta secta que arruin¨® a su madre, seg¨²n la confesi¨®n difundida por las autoridades tras el asesinato.
Miles de personas han participado estos ¨²ltimos meses en manifestaciones contra el funeral de uno de los l¨ªderes m¨¢s carism¨¢ticos del pa¨ªs. Este lunes, ha tenido lugar una nueva convocatoria en Tokio. Y en ese magma de rechazo se entremezclan otros factores como la s¨¦ptima ola de contagios de coronavirus y el argumento de algunos expertos legales, que cuestionan la legitimidad del evento. En repetidas protestas celebradas en parques de Tokio y frente a las oficinas del Gobierno, los participantes han denunciado el homenaje a un pol¨ªtico que dividi¨® al pa¨ªs con su pol¨ªtica de rearme y su empe?o en enmendar la cl¨¢usula pacifista de la Constituci¨®n, adem¨¢s de los esc¨¢ndalos que empa?aron su ¨²ltimo per¨ªodo de gobierno en 2020 y quedaron sin resolver.
El pasado 21 de septiembre un septuagenario intent¨® inmolarse en el barrio de los ministerios en Tokio como protesta y el exalcalde de Hiroshima Tadatoshi Akiba public¨® un mensaje en el que advert¨ªa a los dignatarios extranjeros de que participar en el funeral era ¡°encubrir las fechor¨ªas¡± de un pol¨ªtico que para aclarar los gastos il¨ªcitos de un evento hizo declaraciones falsas en el parlamento 118 veces.
Mientras tanto, el autor del atentado, un exmiembro de la Armada japonesa de 41 a?os, reducido instantes despu¨¦s de disparar una pistola de fabricaci¨®n casera contra Abe, sigue bajo evaluaci¨®n psiqui¨¢trica. No se prev¨¦n novedades en el caso hasta noviembre, seg¨²n indica por tel¨¦fono la polic¨ªa de la prefectura de Nara. De acuerdo con las primeras declaraciones de Yamagami dadas a conocer por las autoridades tras detenerlo, los medios japoneses contemplan como motivo del crimen su agravio contra Abe por apoyar a la Iglesia de la Unificaci¨®n.
Este grupo cristiano y anticomunista de origen coreano, tambi¨¦n conocido como la secta del reverendo Moon, ha recaudado gran parte de sus millonarios ingresos mundiales entre feligreses japoneses como la madre de Yamagami quien, al donar dinero del seguro cobrado tras el suicidio de su esposo y el ganado por la venta de las propiedades familiares, arruin¨® el futuro a sus hijos.
Un ¡®matrimonio¡¯ de conveniencia
Es poco probable que Yamagami calculara que su crimen revelar¨ªa las profundas contradicciones de la relaci¨®n entre el ex primer ministro y la secta. Conocido por su ret¨®rica nacionalista y su revisionismo hist¨®rico, Abe consideraba que Jap¨®n hab¨ªa recibido un veredicto injusto de la historia y negaba los episodios m¨¢s nefastos ocurridos durante sus acciones militares en la primera parte del siglo XX.
Durante su primer mandato (2006-2007), el influyente pol¨ªtico desminti¨® el reclutamiento forzoso de mujeres coreanas y chinas para los burdeles del ej¨¦rcito imperial japon¨¦s ocurrido durante la colonizaci¨®n nipona de la pen¨ªnsula coreana (1910-1945). Las fuertes protestas en Corea del Sur le obligaron a retractarse y en 2015, en medio de su tercer gobierno y con motivo del 70? aniversario del fin de la Segunda Guerra mundial, se disculp¨® por canales diplom¨¢ticos y acord¨® una compensaci¨®n para las supervivientes de aquel pa¨ªs.
Para la Iglesia de la Unificaci¨®n, las indemnizaciones oficiales niponas por los da?os infligidos durante su colonizaci¨®n no fueron suficientes, y por eso sus seguidores japoneses pagan cuotas mucho m¨¢s altas que los feligreses de otras nacionalidades, explica Koichi Nakano, profesor de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad de Sof¨ªa, en Tokio. ¡°Es ir¨®nico que solo por su origen anticomunista, la secta haya forjado lazos tan estrechos con el ala m¨¢s a la derecha del PLD. Tal nivel de hipocres¨ªa nos deja at¨®nitos a muchos¡±, afirma el acad¨¦mico. Agrega que este matrimonio de conveniencia se rige por la sentencia ¡°los enemigos de mis enemigos son mis amigos¡±.
Nakano recuerda, adem¨¢s, que el abuelo materno de Abe, Nobusuke Kishi, primer ministro entre 1957 y 1960, vio en el fundador de la secta, el autoproclamado mes¨ªas coreano Sun Myung Moon, un aliado ideal para extirpar de ra¨ªz cualquier brote de simpat¨ªa comunista en Jap¨®n.
Pese a las repetidas denuncias p¨²blicas por sus m¨¦todos agresivos de proselitismo y de recolecci¨®n de fondos, la Iglesia de la Unificaci¨®n siempre ha tenido la protecci¨®n del PLD. Gracias a las investigaciones period¨ªsticas a ra¨ªz del asesinato de Abe, el gran p¨²blico se ha enterado de que muchas de las propuestas pol¨ªticas de este partido, en lo que respecta a valores familiares, el rechazo a las parejas del mismo sexo y la supuesta necesidad de otorgar poderes absolutos al Estado en casos de emergencia, coinciden con las de un grupo pol¨ªtico afiliado a la secta llamado Federaci¨®n Internacional para la Victoria sobre el Comunismo.
Yoshiyuki Inoue, uno de los candidatos apoyados por Abe en las ¨²ltimas elecciones a la C¨¢mara alta, logr¨® su esca?o gracias al apoyo de la Iglesia de la Unificaci¨®n. ¡°Inoue lucha contra las fuerzas de Satan¨¢s¡± dec¨ªa un mensaje que circul¨® entre los miembros de la secta para pedir el voto por el pol¨ªtico. El diario Asahi public¨® una investigaci¨®n sobre la estrategia dise?ada para permitir que Inoue duplicara el n¨²mero de sus electores con respecto a los anteriores comicios de 2019.
Revelaciones de este tipo han afectado a la popularidad del primer ministro Kishida y le han obligado a hacer una purga de su Gabinete. El 10 de agosto reemplaz¨® a ocho de sus 18 ministros que reconocieron haber tenido alguna relaci¨®n con la secta, entre ellos, el titular de Defensa, Nobuo Kishi, hermano de Abe, que usa su apellido materno. Aunque el PLD prometi¨® una investigaci¨®n interna y a comienzos de este mes revel¨® que 179 de sus 379 diputados han tenido relaci¨®n con la Iglesia de la Unificaci¨®n, una encuesta de la semana pasada mostraba que la popularidad de Kishida hab¨ªa ca¨ªdo al 29%, el ¨ªndice m¨¢s bajo desde que asumi¨® su cargo hace 11 meses.
Mientras avanza la onda expansiva pol¨ªtica, los expertos legales eval¨²an el posible castigo para su presunto autor dentro de un sistema jur¨ªdico que aplica la pena capital. ¡°Yamagami podr¨ªa ser declarado inocente si los m¨¦dicos encuentran que sufre trastornos mentales¡±, afirma Hitomi Takemura, profesora de leyes de la Universidad de Hitotsubashi, en Tokio. Si Yamagami est¨¢ mentalmente sano y los m¨¦dicos autorizan el procedimiento penal, tendr¨¢ lugar el juicio con seis ciudadanos legos elegidos por sorteo. La profesora Takemura considera ¡°muy poco probable¡± la pena capital, dado que el n¨²mero de v¨ªctimas mortales suele ser superior a una cuando se ha dictado.
Desde el atentado, se han dado a conocer relatos de personas que sufrieron carencias porque sus padres entregaron a la Iglesia de la Unificaci¨®n el dinero de su sustento y su educaci¨®n, y Yamagami ha empezado a ser visto como una persona vulnerable y victimizada por la secta. Unas 8.000 personas han firmado una petici¨®n en l¨ªnea para reducir su condena y, seg¨²n la agencia de noticias local Jiji Press, hasta la primera semana de septiembre Yamagami hab¨ªa recibido m¨¢s de un mill¨®n de yenes (unos 7.000 euros).
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