Los moteros de Bolsonaro rugen ¡°contra el socialismo¡±

Brrrrrum. El grupo de Harley Davidson llega a la concentraci¨®n con un ronroneo grave. En la moto de Dar¨ªo Gabriel, una de las reci¨¦n llegadas, ya no caben m¨¢s banderas de Brasil. Ondean dos peque?as atr¨¢s, otra delante, y una m¨¢s cubre el portaequipaje. ?l lleva bajo la chupa de cuero una camiseta amarilla con el rostro del ultraderechista Jair Bolsonaro, actual presidente y candidato a la reelecci¨®n. ¡°Hubo muchos a?os de socialismo. ?l levant¨® la bandera y renaci¨® el patriotismo¡±, dice. Un d¨ªa antes de la votaci¨®n, la motociata de este s¨¢bado por la zona norte de S?o Paulo le ha permitido a Bolsonaro recibir el calor de una de sus bases m¨¢s fieles, los moteros.

El inicio de esta tradici¨®n bolsonarista se dio espont¨¢neamente. Cuenta Dar¨ªo Gabriel que un d¨ªa los seguidores del presidente descubrieron que este ten¨ªa la costumbre de ir en su moto por los alrededores del palacio presidencial en Brasilia para despejarse. Algunos le empezaron a acompa?ar y a ¨¦l le gust¨® la idea. Desde entonces, sus giras por los Estados suelen acompa?arse de recorridos en moto y a veces lograr reunir a varios miles de personas. ¡°Es como un juego y hay buen ambiente. Todos nos conocemos¡±, se?ala Gabriel, de 45 a?os, due?o de una f¨¢brica de secadores de pelo y enemigo declarado de los sindicatos.

En lo que va de campa?a, Bolsonaro ha organizado casi una veintena de motociatas. Una de sus ventajas es que la sensaci¨®n de lleno es mayor que en una concentraci¨®n de personas. Tampoco tiene que responder preguntas inc¨®modas de periodistas ni hacer largos discursos. Es llegar y darse abrazos con este p¨²blico mayoritariamente masculino que lo adora. Bolsonaro ha pagado bien la lealtad de motoristas y conductores. En 2020, sancion¨® una ley que reduc¨ªa los castigos por infracciones y ampliaba la vigencia de los carnets de conducir. Recientemente, anunci¨® ayudas para la gasolina de taxistas y camioneros.

La motociata tambi¨¦n tiene un componente pol¨ªtico. En 2021, en plena pandemia, Bolsonaro multiplic¨® sus apariciones sobre la grupa de la moto. Le serv¨ªa para reivindicar ¡°la libertad¡± de los ciudadanos frente a las restricciones de movilidad impuestas por los Gobiernos estatales para tratar de contener los contagios. En tres ocasiones, el ultraderechista fue sancionado por las autoridades de S?o Paulo por no llevar mascarilla.

Los moteros comparten con el presidente un gusto por las noticias falsas y la ivermectina, un medicamento que fue promovido por Bolsonaro para tratar la covid-19 sin evidencias cient¨ªficas. Miembro del mismo club de moteros que Gabriel y antiguo punk, Marcos Det¨ªcio, un hombre barbudo de 55 a?os, dice que tom¨® unas p¨ªldoras de ivermectina y se sinti¨® estupendamente al d¨ªa siguiente. ¡°?Ya vio ese estudio de Jap¨®n que dice que es a¨²n mejor que las vacunas?¡±, le pregunta a este periodista. ?ltimamente, a Det¨ªcio lo que le preocupa es que el Tribunal Superior Electoral le ¡°robe las elecciones¡± a Bolsonaro. ¡°Quer¨ªan prohibirnos ir a votar con la camiseta verde y amarilla¡±, dice, citando otra noticia falsa muy en boga estos d¨ªas.

Nadie en la concentraci¨®n puede creer que el candidato vaya 14 puntos por detr¨¢s de Luiz In¨¢cio Lula da Silva en las encuestas. Muchos mencionan con agrado una posible intervenci¨®n del Ej¨¦rcito para poner orden si Bolsonaro pierde. En las primeras filas, Humberto Alves, due?o de un enorme triciclo a motor con espacio para tres personas, conf¨ªa en una victoria del ultraderechista en primera vuelta. Lo que m¨¢s le gusta de ¨¦l es que es ¡°fort¨ªsimo¡±, idea que completa cerrando el pu?o. ¡°Si no gana, va a haber guerra, va a haber sangre. A los ladrones [de elecciones] hay que eliminarlos¡±, asegura este mec¨¢nico de 64 a?os. La chupa de cuero que lleva tiene bordada a Nuestra Se?ora Aparecida, santa patrona de Brasil. Cosido a su lado, otro pedazo de tela reza: ¡°Que Dios haga del volante de las motos sus brazos¡±.

Brrrrrrum. Las motos concentradas quieren arrancar. Parece que Bolsonaro ya se acerca. El presidente baja de un carro blanco rodeado de guardaespaldas. Se toma selfies con los moteros, entre gritos de ¡°Dios por encima de todo, Brasil por encima de todos¡±, su lema de la anterior campa?a. El de esta es ¡°Dios, patria, familia y libertad¡±. Luego, se sube con dificultad a la primera moto de la fila, hace la se?al de la victoria y arranca hacia un fin de semana decisivo. Sin casco.

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