El PT de Lula sue?a con romper un tab¨² y conquistar el Gobierno del Estado m¨¢s rico

Luiz In¨¢cio Lula da Silva se hace esperar. Tanto Geraldo Alckmin, su candidato a vicepresidente, como su heredero pol¨ªtico, Fernando Haddad, el aspirante a gobernador del Estado de S?o Paulo, un viejo sue?o que se le ha resistido al Partido de los Trabajadores (PT), ya se asoman bajo la lluvia este s¨¢bado mientras las asistentes se aglomeran en una esquina de la avenida Paulista para el ¨²ltimo acto de campa?a antes de las elecciones de este domingo. Las m¨¢s tensas y polarizadas de los ¨²ltimos tiempos, lo enfrentan al presidente Jair Bolsonaro. Lula aguarda en un auto hasta que el agua da tregua, para solo despu¨¦s aparecer ante una multitud electrizada con su presencia.

En los altavoces retumba la melod¨ªa del pegajoso Lula L¨¢, un viejo jingle que la izquierda ha reeditado para estos comicios, y se alterna con c¨¢nticos como fora Bolsonaro o Brasil, urgente, Lula presidente. Aunque el color del PT es el rojo, la marcha por la famosa r¨²a Augusta se convierte en un amasijo de banderas y colores que representa la diversidad de las fuerzas pol¨ªticas y sociales que convergen en su candidatura, de centrales obreras a grupos feministas o el movimiento negro. Todos los llamados son a elegir a Lula en el primeir turno, como se conoce la primera vuelta, para evitar sorpresas con el capit¨¢n retirado Bolsonaro, que amaga con no reconocer la derrota que dibujan las encuestas. La ¨²tima encuesta, un Datafolha de este mismo s¨¢bado, coloca al antiguo sindicalista con el 50% de los votos, frente al 36% para Bolsonaro.

En el camino, la izquierda coaligada tambi¨¦n acaricia la posibilidad de un triunfo in¨¦dito si Haddad, que busca su propia redenci¨®n pol¨ªtica despu¨¦s de perder la segunda vuelta con Bolsonaro en 2018, resulta elegido gobernador en el Estado m¨¢s rico y poblado, S?o Paulo.

A semejanza de las presidenciales, las elecciones estatales en Brasil contemplan un segundo turno si ninguno de los candidatos obtiene la mitad de los votos. Haddad encabeza la medici¨®n m¨¢s reciente de Datafolha con el 41%, seguido por Tarc¨ªsio de Freitas, un ingeniero del Ej¨¦rcito que fue ministro de Infraestructura de Bolsonaro, con 31%. En tercer lugar figura con 22% el actual gobernador, Rodrigo Garc¨ªa, del tradicional Partido de la Social Democracia Brasile?a, el PSDB, quien apenas asumi¨® el cargo el pasado abril, despu¨¦s de la renuncia de Jo?o D¨®ria para un frasado intento de lanzarse a la presidencia.

El PT es el partido m¨¢s s¨®lido de Brasil, pero ha perdido poder territorial desde el impeachment que en 2016 sac¨® del poder a Dilma Rousseff, la sucesora de Lula en el palacio de Planalto. Descendiente de libaneses, profesor de Ciencias Pol¨ªticas, exministro de Educaci¨®n y alcalde de la ciudad de S?o Paulo entre 2013 y finales de 2016, Haddad hered¨® las banderas de Lula cuando este tuvo que renunciar a la carrera presidencial por estar en la c¨¢rcel por corrupci¨®n (la justicia despu¨¦s anul¨® sus condenas). Intent¨® como pudo frenar el avance de Bolsonaro, pero no lo consigui¨®.

¡°Brasil est¨¢ aislado del mundo¡±, se lament¨® Haddad este s¨¢bado en un encuentro con la prensa, poco antes de marchar hombro a hombro con Lula en el cierre de campa?a. Despu¨¦s de cuatro a?os de retroceso en t¨¦rminos de intolerancia contra las minor¨ªas, racismo, pol¨ªticas ambientales, sanitarias o educativas, enumer¨®, la situaci¨®n es cr¨ªtica. ¡°Lula va a tener mucho trabajo para reconstruir este pa¨ªs¡±, valor¨®. ¡±El rechazo a Bolsonaro es muy grande, incluso en el interior de S?o Paulo¡±, explic¨® sobre el favoritismo que le otorgan las encuestas, tanto a ¨¦l como a su mentor pol¨ªtico. En caso de que ambos ganen, la ventaja ser¨ªa un alineamiento program¨¢tico entre los Gobiernos nacional y regional ¡°en el sentido de dinamizar la econom¨ªa y combatir la miseria¡±.

Si bien el Estado de S?o Paulo, el mayor colegio electoral, ha sido tradicionalmente un basti¨®n de la centro derecha, es tambi¨¦n la cuna del PT. Una victoria tendr¨ªa un sabor muy especial. ¡°Es el Estado m¨¢s rico, dominado desde la redemocratizaci¨®n por el adversario m¨¢s antiguo y directo: el PSDB¡±, apunta el pol¨ªtico y analista Fernando Gabeira. ¡°El PT tuvo el Gobierno federal durante 13 a?os y nunca el de S?o Paulo. Significa romper un tab¨² y aumentar el nivel de gobernabilidad a trav¨¦s de la presencia de la misma fuerza en S?o Paulo y Brasilia¡±, se?ala.

En estos comicios, el PT cuenta adem¨¢s con un as bajo la manga. Alckmin, la f¨®rmula de Lula, es una figura hist¨®rica del centro derecha que fue gobernador durante 14 a?os por el PSDB. Fue el rival de Lula en su reelecci¨®n de 2006, pero ahora ha dicho que parte de su trabajo es ayudar a elegir a Haddad, con quien coincidi¨® cuando era alcalde.

La disputa por el Estado se encamina a una complicada segunda vuelta, en la que al PT le conviene que se repita el duelo entre lulismo y bolsonarismo. ¡°Con Rodrigo Garc¨ªa, Haddad no tendr¨ªa espacio hacia el ¡®centro¡¯ y ver¨ªa a toda la derecha llegar donde su rival. Contra Tarc¨ªsio, Haddad hereda buena parte de los votos de Garc¨ªa¡±, se?ala el analista Carlos Melo.

¡°El gobernador de S?o Paulo es autom¨¢ticamente un candidato a la presidencia de la Rep¨²blica. Es el segundo presupuesto del pa¨ªs. Eso colocar¨ªa la carrera pol¨ªtica de Fernando Haddad nuevamente en la direcci¨®n del palacio de Planalto¡±, destaca Melo. Perder en una re?ida segunda vuelta, matiza, tampoco equivaldr¨ªa al fin de su carrera, pues siempre cabe la posibilidad de que Lula lo nombre ministro si gana la Presidencia, que sigue siendo la prioridad. La redenci¨®n de Lula, en cualquier caso, tambi¨¦n pasa por S?o Paulo.

Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n.