La mejora de la econom¨ªa brasile?a da un respiro a Bolsonaro en la recta final de las elecciones

La econom¨ªa trae buenas noticias para la campa?a de reelecci¨®n del presidente brasile?o, Jair Bolsonaro. Tras unos a?os complicados de pandemia y agravados por la guerra en Ucrania, Brasil registra en los ¨²ltimos meses ca¨ªdas en el desempleo y en la inflaci¨®n. El actual mandatario ha utilizado estos datos como munici¨®n electoral para tratar de recuperar terreno frente al l¨ªder en las encuestas, su rival Luiz In¨¢cio Lula da Silva. A menos de tres semanas de la segunda vuelta, Bolsonaro se mantiene por detr¨¢s a¨²n con la mejora econ¨®mica, y la brecha de apoyo entre los m¨¢s pobres luce dif¨ªcil de salvar en tan poco tiempo.

El panorama econ¨®mico de Brasil parece despejado, al menos a corto plazo. El FMI acaba de mejorar el pron¨®stico de crecimiento para este a?o, del 1,7% al 2,8%; el desempleo se sit¨²a en 8,9%, el menor nivel desde 2015; y la inflaci¨®n cay¨® en septiembre por tercer mes consecutivo hasta el 7,1% anual, seg¨²n datos publicados este martes. Adem¨¢s, por primera vez en un a?o, han bajado los precios de los alimentos, un alivio para las personas con menos recursos.

En el mercado municipal de S?o Paulo, un s¨®lido edificio marr¨®n de los a?os 30, el comerciante Roberto Bispo ha empezado a notar las reducciones. El lomo de cerdo est¨¢ a 29 reales el kilo ¡ªunos cinco d¨®lares¡ª, un real menos que hace un mes; y el rabo, a 26 reales, tres menos. Bispo, de bata blanca, es optimista y cree que los precios van a seguir cayendo. Por esta raz¨®n, asegura que votar¨¢ a Bolsonaro. ¡°Brasil estaba creciendo como nunca hasta que lleg¨® la pandemia, y el presidente merece otra oportunidad¡±, se?ala con buen talante.

Detr¨¢s de la mejora hay una combinaci¨®n de pol¨ªtica y circunstancia. La apertura econ¨®mica tras la pandemia se ha traducido en una recuperaci¨®n del empleo, mientras que la disminuci¨®n en el precio mundial del petr¨®leo ha ayudado a contener la inflaci¨®n. Por el lado de la pol¨ªtica p¨²blica, el Banco Central ha mantenido la tasa de inter¨¦s en un 13,7%, una de las m¨¢s altas entre las grandes econom¨ªas del mundo. A eso hay que sumar una serie de medidas anunciadas por el Gobierno a pocos meses de las elecciones, como la imposici¨®n de l¨ªmites al impuesto sobre la gasolina, y un aumento millonario en las ayudas a los m¨¢s pobres, el programa conocido como Auxilio Brasil.

La bonanza no tiene pinta de durar mucho. El FMI augura un frenazo el a?o que viene ¡ªun crecimiento del 1%, el segundo menor entre los pa¨ªses sudamericanos y lejos del 2,7% mundial¡ª. Los economistas, por otra parte, dudan de la sostenibilidad financiera de los cuantiosos incentivos fiscales y apoyos sociales, aprobados con una evidente intenci¨®n electoral. ¡°Los impuestos van a volver en enero y la inflaci¨®n tambi¨¦n. La ca¨ªda es artificial¡±, advierte Paulo Feldmann, profesor en la Facultad de Econom¨ªa de la Universidad de S?o Paulo. ¡°Se viene un 2023 mucho m¨¢s dif¨ªcil¡±.

Pese a las advertencias, lo que cuenta para Bolsonaro es el ahora. La recuperaci¨®n econ¨®mica, por muy incierta que esta sea, es el mensaje m¨¢s poderoso con el que cuenta su campa?a, que propone continuar con las privatizaciones y bajar impuestos en un hipot¨¦tico segundo mandato. ¡°Cuando parec¨ªa que todo estaba perdido para el mundo, Brasil va y resurge como una econom¨ªa pujante¡±, declar¨® triunfalmente hace un mes.

Frente a este discurso, la campa?a del Partido de los Trabajadores (PT) rebobina al periodo entre 2003 y 2010 en que Lula era presidente: una media de crecimiento anual del 4%, y millones de personas salidas de la pobreza gracias a los programas sociales. En contraste, el candidato dice que nunca vio ¡°a tanta gente pasando hambre¡± como ahora. Algo de cierto hay en eso. El 59% de los brasile?os vive en una situaci¨®n de inseguridad alimentaria, un nivel parecido al de la d¨¦cada de los 90, seg¨²n un informe de una red de ONG encabezadas por Oxfam. De ganar, Lula plantea aumentar el salario m¨ªnimo conforme a la inflaci¨®n, algo que no se ha hecho en cuatro a?os.

La mejora econ¨®mica y el aumento en los apoyos no han tenido, hasta ahora, el efecto esperado por Bolsonaro. Entre los que reciben las ayudas sociales de Auxilio Brasil, el respaldo al mandatario se mantiene bajo. Seg¨²n una encuesta reciente de Datafolha, ha habido un peque?o incremento en su aprobaci¨®n, del 27% hace dos semanas al 31% en la pasada. Sin embargo, una aplastante mayor¨ªa de las 20 millones de familias que reciben los subsidios sigue prefiriendo a Lula.

La nostalgia de los buenos tiempos de hace una d¨¦cada a menudo pesa m¨¢s que los modestos avances recientes. Natalia Mamede, de 27 a?os, sale del mercado con una bolsa llena de fruta. Carne de res solo compra una vez por semana, en vez de las tres o cuatro que sol¨ªa antes. Ella dice que va a votar por el PT: ¡°Todo era m¨¢s barato y hasta se pod¨ªa viajar en avi¨®n¡±. Un vuelo de ida y vuelta a las playas de Fortaleza, en el norte, ronda esta semana los 1.400 reales, unos 260 d¨®lares. Es m¨¢s de lo que gana el 38% de la poblaci¨®n en un mes.

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