Lula inicia un mes de seducci¨®n del votante que se qued¨® en casa

M¨¢s de 30 millones de personas (21%) no votaron en las presidenciales del domingo en Brasil. Es una masa enorme y desconocida. Hacia all¨ª deber¨¢ apuntar Luiz In¨¢cio Lula da Silva si quiere vencer en la segunda vuelta, prevista para el 30 de octubre. La primera lo dej¨® a solo dos puntos de la presidencia sin necesidad de desempate. Las matem¨¢ticas lo favorecen, pero el empuje inusitado que obtuvo Jair Bolsonaro en las urnas lo obligan a mantener la guardia en alto. El presidente, que va a por la reelecci¨®n, obtuvo el 43% de los votos, diez puntos m¨¢s de lo que le adjudicaban las encuestas. Fuera de los abstencionistas no queda mucho m¨¢s, as¨ª de polarizada estuvo la jornada. Entre Lula y Bolsonaro acumularon casi el 92% de los votos v¨¢lidos, o 108 millones de votos.

La estrategia de los candidatos a¨²n no est¨¢ clara. Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT), apost¨® en la primera vuelta por una campa?a que opuso ¡°un voto con amor¡± al discurso belicista de Bolsonaro. No le alcanz¨® para ganar en primera vuelta, pese a la escalada en las preferencias que mostraban las encuestas durante la ¨²ltima semana. Cazar a los abstencionistas no le ser¨¢ f¨¢cil. ¡°Dudo mucho de que ese votante que no quiso votar en primera vuelta decida hacerlo en la segunda¡±, advierte Rafael Mantovani, polit¨®logo de la Universidad Federal de Santa Catarina. ¡°Son personas que no le temen ni a Lula ni a Bolsonaro; simplemente, todo les parece una tonter¨ªa¡±, opina Mantovani.

A Lula le quedan entonces por captar cinco millones de votos de Simone Tebet, del Movimiento Democr¨¢tico, y otros 3,6 millones de Ciro Gomes, un exministro del Gobierno petista. No est¨¢ muy claro d¨®nde terminar¨¢ ese electorado. Lula tiene a su favor que Tebet apost¨® por un discurso de defensa del medio ambiente, pese a ser una candidata con intereses en el agronegocio. ¡°El suyo es un voto conservador, pero estuvo toda la campa?a diciendo que Brasil debe mirar a la ecolog¨ªa si quiere vender carne y soja al mundo¡±, dice Mantovani. ¡°Puede ser que parte de sus votos vayan al candidato que tiene una agenda que es ambiental¡±, agrega, en referencia a Lula da Silva.

El voto de Gomes deber¨ªa, naturalmente, decantarse por el PT, pero nada es seguro. En ese grupo de votantes hay desencantados del exmandatario, al que no le perdonan los casos de corrupci¨®n que agriaron sus dos Gobiernos, como la investigaci¨®n de Lava Jato. El expresidente estuvo m¨¢s 500 d¨ªas preso, hasta que un tribunal anul¨® todas sus condenas por cuestiones formales. Lula siempre se consider¨® una v¨ªctima pol¨ªtica de la justicia, que obr¨®, seg¨²n esa lectura, para matarlo como pol¨ªtico. El regreso es una revancha para Lula, pero no tanto para aquellos que lo apoyaron en el pasado y ahora han perdido la fe.

Comprender el mapa electoral tambi¨¦n ser¨¢ clave. Lula tiene asegurado el voto del noreste, pero el domingo sufri¨® una paliza ¨¦pica e imprevisible en el Estado de S?o Paulo, un pa¨ªs dentro de otro, con 46 millones de habitantes, lo mismo que Colombia o Argentina. Bolsonaro obtuvo all¨ª el 47,8% de los votos, siete puntos m¨¢s que Lula, equivalentes a 1,8 millones de personas. El empuje electoral del actual presidente se traslad¨® incluso a la disputa por la gobernaci¨®n. Bolsonaro puso como aspirante a un desconocido en el distrito, Tarc¨ªsio de Freitas, un militar nacido en otro Estado, R¨ªo de Janeiro, que fue su ministro de Infraestructuras. De Freitas sac¨® el 42% de los votos, casi siete puntos por delante de Fernando Haddad, un peso pesado de la pol¨ªtica que fue candidato a presidente por el Partido de los Trabajadores en 2018, justamente contra Bolsonaro.

¡°El interior de S?o Paulo es muy bolsonarista, mucho m¨¢s que la capital del Estado¡±, dice Mantovani. All¨ª cal¨® el discurso ultra de Bolsonaro, promotor del lema ¡°Dios, patria y familia¡±. ¡°Si antes discut¨ªamos sobre la seguridad p¨²blica, ahora votamos a favor de un candidato que dice que hay que matar a los delincuentes, con un discurso de guerra¡±, agrega. Lula deber¨¢ pescar en ese electorado cada vez m¨¢s duro, mientras Bolsonaro se hace fuerte. Basta con ver el ¨¦xito de los candidatos del presidente en el Congreso: sumar¨¢n 96 asientos, el mayor grupo parlamentario, por encima del PT. El triunfo de Lula en la primera vuelta no debe ocultar que Brasil vira cada vez m¨¢s hacia la derecha.

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