Bolsonaro recorta distancias a Lula en las encuestas en la recta final
El actual presidente ha subido de manera sostenida en los sondeos despu¨¦s de superar las expectativas el pasado 2 de octubre, mientras Lula, que sigue por delante, ha perdido pie
La distancia entre el expresidente Lula y Bolsonaro se reduce ya a solo tres puntos, seg¨²n el ¨²ltimo promedio de encuestas realizado por EL PA?S. De mantenerse, esta distancia ser¨ªa m¨¢s que suficiente para darle la victoria. Pero los 7,6% de indecisos que todav¨ªa quedan entre los votantes probables estimados por las casas encuestadoras impiden sacar conclusiones en firme.
Los resultados anticipados por el promedio en este momento son notablemente parecidos a los observados en las urnas durante la primera vuelta, cuando alrededor de un 7% de votantes escogieron terceras opciones distinta...
La distancia entre el expresidente Lula y Bolsonaro se reduce ya a solo tres puntos, seg¨²n el ¨²ltimo promedio de encuestas realizado por EL PA?S. De mantenerse, esta distancia ser¨ªa m¨¢s que suficiente para darle la victoria. Pero los 7,6% de indecisos que todav¨ªa quedan entre los votantes probables estimados por las casas encuestadoras impiden sacar conclusiones en firme.
Los resultados anticipados por el promedio en este momento son notablemente parecidos a los observados en las urnas durante la primera vuelta, cuando alrededor de un 7% de votantes escogieron terceras opciones distintas a los dos cabezas de la carrera. Esto sugiere que, en realidad, es en esa fracci¨®n donde se terminar¨¢ por decidir todo.
Pero mientras lo hace el destilado que queda en la opini¨®n p¨²blica es claro: la victoria de Lula hace ya m¨¢s de una semana que no se da por hecha, como s¨ª era moneda com¨²n en los meses inmediatamente anteriores a la elecci¨®n. Y Jair Bolsonaro ha logrado reenmarcar su candidatura como viable. La evoluci¨®n del descenso de la brecha entre ambos retrata a la perfecci¨®n esta din¨¢mica.
Ciertamente, se trata en cualquier caso de cambios en m¨¢rgenes muy inferiores a los que supondr¨ªa simplemente la asignaci¨®n final a uno de los dos campos (o al tercero, el de la abstenci¨®n) de los declarados indecisos. En cierta manera, tanto el promedio de encuestas como el debate p¨²blico en torno a ellas est¨¢ amplificando modificaciones de una magnitud m¨ªnima en la poblaci¨®n medida: solo el equivalente proporcional a 1 de cada 50 votantes brasileros estar¨ªa movi¨¦ndose. Esto es por dem¨¢s lo esperable en una elecci¨®n que desde el primer momento estuvo caracterizada por la polarizaci¨®n en dos figuras que gustan de ser presentadas como antag¨®nicas, probablemente porque entienden que en ello hay potencial de movilizaci¨®n: el v¨®tame a m¨ª para que no ganen nuestros enemigos. Pero incluso en ausencia de esta din¨¢mica m¨¢s afectiva, la ideol¨®gica seguir¨ªa presente. Pocas elecciones en el pasado reciente se han podido presentar a s¨ª mismas ante el mundo como una carrera tan clara entre izquierda y derecha.
En consecuencia, pocas han ganado tanta atenci¨®n fuera de su pa¨ªs de ocurrencia. Un buen reflejo de esto es la din¨¢mica de los foros de pron¨®stico de referencia en internet. Metaculus (comunidad compuesta por superpronosticadores aficionados y disciplinados en la labor de plantear una probabilidad d¨ªa a d¨ªa para un evento relevante determinado) y PredictIt (mercado en el que uno puede comprar o vender acciones que representan un determinado resultado: por ejemplo, la victoria de Bolsonaro) tienen abiertos sus respectivos telescopios mirando a la carrera hasta Planalto. En ambos casos la victoria de Bolsonaro se considera hoy menos probable que la de Lula. Pero en ambos tambi¨¦n la probabilidad ha cambiado sensiblemente en el ¨²ltimo mes: la duda se abre camino como respuesta a los resultados del pasado 2 de octubre y a la evoluci¨®n posterior de las encuestas.
Llegados a este punto resulta dif¨ªcil separar el ruido de la se?al: no est¨¢ claro si hay un peque?o grupo de votantes que responde a la aparente viabilidad renovada de Bolsonaro afirmando en las encuestas su voto, aunque luego no vayan a hacerlo; si ha pasado lo contrario con la franja d¨¦bil de Lula (la duda se ha apoderado moment¨¢neamente de ellos aunque luego volver¨¢); o si cualquier peque?o cambio en muestreos o m¨¦todos ha producido este movimiento. O si realmente hay una tendencia capturada cuyo final es incierto y en cualquier caso sigue dependiendo de los millones de ciudadanos brasile?os que todav¨ªa no deciden (o al menos as¨ª lo dicen en las encuestas) si escoger¨¢n a Lula, a Bolsonaro, o a la abstenci¨®n.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.