Los dem¨®cratas frustran las aspiraciones de una vuelta triunfal de Trump

Donald Trump volvi¨® a conseguir lo que buscaba: colocarse en el centro de las elecciones [cuyos resultados puede seguir aqu¨ª en directo]. Pero por esta vez no le sali¨® del todo como esperaba. El ¨²ltimo esprint en su pen¨²ltima carrera narcisista lo dio el lunes en un mitin en Dayton (Ohio), donde avanz¨® que el 15 de noviembre tiene preparado su gran anuncio. Nadie duda sobre su contenido: ser¨¢ la confirmaci¨®n del lanzamiento de su carrera hacia la Casa Blanca en 2024. Lo que no sospechaba entonces el expresidente es que los dem¨®cratas, que, si bien perder¨¢n previsiblemente el control de la C¨¢mara de Representantes, lo har¨¢n por mucho menos de lo esperado, estaban listos para contener la ¡°ola roja¡± que Trump andaba pregonando. El magnate neoyorquino estaba convencido de que ese color, asociado con el Partido Republicano en Estados Unidos, arrasar¨ªa en las urnas.

El expresidente convoc¨® el martes una fiesta para ver las elecciones en su residencia en Mar-A-Lago, en Palm Beach, donde vot¨® por la ma?ana junto a su esposa, Melania Trump. Y ah¨ª qued¨® claro que si ¨¦l y los suyos pensaban que la vuelta triunfal a la Casa Blanca en 2024 era asunto hecho, mejor har¨¢n en meditarlo de nuevo.

Inexperiencia y extremismo

Algunos de los m¨¢s famosos candidatos a los que apoy¨® en las primarias Trump se dieron de bruces en una noche at¨ªpica con la realidad electoral. Lee Zeldin, en Nueva York, Doug Mastriano y Mehmet Oz, en Pensilvania, Tudor Dixon, en M¨ªchigan, y Don Bolduc, en New Hampshire, todos ellos aspirantes cuyo mayor cr¨¦dito era que contaban con el apoyo de Trump, se estrellaron contra el muro de su inexperiencia y de su extremismo.

Cuatro de los cinco (salvo Oz) militan en la tribu de los negacionistas electorales que creen, como el propio Trump, en la teor¨ªa falsa del fraude masivo de las elecciones presidenciales de 2020. Para otras dos caras frescas del nuevo trumpismo m¨¢s extremo, Kari Lake y Blake Masters, las cosas tampoco ten¨ªan buena pinta, seg¨²n avanzaba el recuento en Arizona.

El anuncio del expresidente, el lunes, lleg¨® al final de un d¨ªa en el que los candidatos republicanos por todo el pa¨ªs temieron que un golpe de efecto de ¨²ltima hora afectara a sus expectativas, que se presentaban favorables a menos de 24 horas del cierre de las urnas en las elecciones de mitad de mandato, las m¨¢s trascendentales que se recuerdan en la historia reciente de Estados Unidos. De ellas saldr¨¢ la composici¨®n del Congreso (cuyos 435 esca?os se renuevan) y el Senado (ah¨ª se vota un tercio de los asientos). Tambi¨¦n est¨¢ en juego la segunda mitad de la legislatura de Joe Biden, el futuro de Trump y la elecci¨®n de 2024, cuya precampa?a qued¨® este martes inaugurada.

Trump, que perdi¨® en 2020, pese a que a¨²n no ha aceptado esa derrota, empez¨® a deshojar la margarita presidencial en la primavera de 2021. Durante las primarias de este a?o fue repartiendo su gracioso apoyo a algunos candidatos y crucificando a otros. Entonces, pareci¨® una estrategia arriesgada: ?y si aquellos a los que empujaba acababan en el precipicio? Antes del verano, muchos en su partido tem¨ªan que un foco demasiado potente sobre el expresidente nublara las aspiraciones republicanas. Al final, esa influencia ha resultado nociva en algunas carreras cruciales por todo el pa¨ªs. No es descabellado decir que si el partido acaba perdiendo el control del Senado, lo har¨¢ en parte por el grupo de los escogidos del expresidente.

C¨®mo este lleg¨® al cl¨ªmax del lunes en Ohio es otro ejemplo de su inimitable estilo de comunicaci¨®n, de ese manejo de los tiempos del marketing pol¨ªtico que es dif¨ªcil saber si atribuir a una calculada genialidad o es simplemente fruto del puro azar. ¡°Probablemente, tendr¨¦ que hacerlo de nuevo¡±, dijo en un mitin en Texas hace dos semanas. El jueves, en Iowa, para apoyar la reelecci¨®n del senador Chuck Grassley, solt¨® una de sus frases para el recuerdo al afirmar: ¡°Muy, muy, muy probablemente lo har¨¦ de nuevo¡±. El s¨¢bado en Pensilvania, dijo: ¡°Tengo muchas ganas de hacerlo¡±. Y el domingo en Miami, pidi¨® a sus votantes que estuvieran atentos al d¨ªa siguiente: ¡°Tenemos un gran mitin ma?ana por la noche en Ohio¡±.

La amenaza de DeSantis

Todos los analistas y las encuestas coinciden en que Trump tendr¨ªa muchas opciones en las primarias para las presidenciales. Dentro del partido, solo parece capaz de hacerle sombra el gobernador de Florida, Ron DeSantis (otros nombres que suenan son los de su vicepresidente, Mike Pence, o los de los gobernadores de Virginia, Glenn Youngkin, y Texas, Greg Abbott).

La amenaza de DeSantis se antoja desde este martes a¨²n m¨¢s seria, despu¨¦s de que este arrasara en su reelecci¨®n en Florida. Tambi¨¦n son serias las diferencias entre ambos, que no se esfuerzan en ocultar. El pasado domingo, Trump y DeSantis compitieron con m¨ªtines paralelos en Florida, pero los dos evitaron verse las caras. El expresidente dijo que no hab¨ªa apoyado al gobernador, que se presentaba a la reelecci¨®n (y gan¨® con tranquilidad), porque este no se lo hab¨ªa ¡°pedido¡±.

¡°Si se presenta, se presenta¡±, dijo Trump sobre DeSantis a los reporteros que viajaban con ¨¦l en su avi¨®n privado, el Trump Force One, que lo llevaba a Dayton el lunes. Del gobernador, a quien puso en un mitin durante el fin de semana en Pensilvania uno de sus c¨¦lebres motes, ¡°DeSanctimonius¡± (jugando con su apellido y la palabra ¡°mojigato¡±, en ingl¨¦s), dijo en declaraciones publicadas el martes en The Wall Street Journal: ¡°Si se postula, contar¨¦ cosas sobre ¨¦l que no ser¨¢n muy halagadoras. S¨¦ m¨¢s sobre ¨¦l que nadie m¨¢s, aparte de, quiz¨¢s, su esposa. Es ella la que dirige su campa?a¡±.

Si Trump llega a la carrera final por la Casa Blanca, podr¨ªa volverse a encontrar con su viejo contrincante, Joe Biden, que parece empe?ado en presentarse a la reelecci¨®n, pese a que tendr¨¢ casi 82 a?os. Otros posibles candidatos dem¨®cratas para 2024 podr¨ªan ser los gobernadores de California, Gavin Newsom; M¨ªchigan, Gretchen Whitmer, o incluso Illinois, J.B. Pritzker.

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