Jers¨®n o c¨®mo la mayor victoria de Putin va camino de ser su m¨¢xima derrota
Rusia disfraza la retirada de la ciudad portuaria bajo la intenci¨®n de ¡°preservar la vida¡± de sus tropas, pero esta humillaci¨®n puede derivar en una oleada de cr¨ªticas, sobre todo de los ultranacionalistas y de los afectados por la movilizaci¨®n
La mayor victoria de Rusia en su guerra en Ucrania est¨¢ a unos cuantos pasos de convertirse en su m¨¢xima derrota. Acosado por la exitosa contraofensiva ucrania, el Ministerio de Defensa ruso ha ordenado a sus tropas que se retiren de la margen occidental del r¨ªo Dni¨¦per y abandonen Jers¨®n, una importante ciudad portuaria y la ¨²nica capital regional que las fuerzas del Kremlin hab¨ªan logrado ocupar desde el 24 de febrero. Lo consiguieron los primeros d¨ªas de la guerra gracias a una ofensiva rel¨¢mpago sorpresa en una zona que no estaba bien protegida; en febrero, la mayor¨ªa de las tropas ucranias ¡ªy las mejor formadas¡ª estaban en Donb¨¢s, donde Mosc¨² calentaba una guerra localizada en el este que ya duraba ocho a?os.
El fracaso de Vlad¨ªmir Putin en Jers¨®n es may¨²sculo. En septiembre, tras la celebraci¨®n de pseudorreferendos, el presidente firm¨® la anexi¨®n a Rusia de esa ciudad y su regi¨®n ¡ªcon acceso a los mares Negro y de Azov¡ª y otras tres parcialmente ocupadas. Anexiones ilegales que no han sido reconocidas por la comunidad internacional. Pero para Putin, que considera Ucrania un pa¨ªs ficticio y lanz¨® su guerra para arrebatarle su soberan¨ªa, son Rusia; al menos, sobre el papel. El jefe del Kremlin, que ha agitado constantemente amenazas nucleares sobre Ucrania y Occidente, recalc¨® que utilizar¨ªa todos los medios a su alcance para proteger el territorio ruso.
Cuando una fuente miente sistem¨¢ticamente, como hace Rusia, hay que poner sus anuncios y declaraciones en cuarentena. Y hay analistas y expertos militares que temen que Mosc¨², siguiendo el patr¨®n de otras guerras, aproveche el anuncio de retirada de Jers¨®n para lanzar alg¨²n tipo de ataque a gran escala. El Gobierno de Volod¨ªmir Zelenski se muestra muy cauto, fuentes militares reconocen que hay ¡°se?ales¡± de retirada, pero tambi¨¦n que a¨²n hay entre 30.000 y 50.000 soldados rusos en Jers¨®n.
Lo cierto, con las informaciones sobre el terreno, es que el Kremlin se ha estado preparando desde hace semanas para una retirada. El general designado in extremis, tras otras derrotas, para liderar la invasi¨®n, Sergu¨¦i Surovikin, conocido por su participaci¨®n en la guerra en Siria y sus ataques contra infraestructuras civiles, apunt¨® que habr¨ªa que tomar ¡°decisiones dif¨ªciles¡±.
Las tropas del Kremlin dejar¨¢n detr¨¢s una ciudad saqueada, agujereada y sin apenas suministro de agua, gas ni electricidad, seg¨²n fuentes sobre el terreno. Tambi¨¦n, probablemente, hayan sembrado una buena cantidad de minas y bombas trampa. Ahora, el Kremlin estar¨ªa tratando de que su retirada al otro lado del r¨ªo no sea tan ca¨®tica como otros repliegues, en los que ha dejado atr¨¢s cientos de veh¨ªculos blindados, sistemas de armas y municiones, que Ucrania ha aprovechado.
La de Jers¨®n no ha sido una contraofensiva rel¨¢mpago del ej¨¦rcito ucranio, como la que lanzaron en septiembre en el noreste del pa¨ªs, aprovechando que gran parte de la atenci¨®n rusa estaba precisamente en el frente de Jers¨®n, donde hab¨ªan publicitado ampliamente la contraofensiva. Cuando esta corresponsal visit¨®, a finales de mayo y principios de junio, varios puntos del frente de Jers¨®n y las trincheras de las tropas ucranias en la zona, ya se preparaba la operaci¨®n de Kiev para recuperar la ciudad portuaria. Sin embargo, sobre el terreno faltaban muchos mimbres. Y sobre todo, tropas y armas punteras. Las fuerzas especiales ucranias estaban entonces en Donb¨¢s ¡ªtratando de defender las ciudades de Severodonetsk y Lisichansk¡ª y tambi¨¦n sus mejores armas. Eso s¨ª, en ese momento, las tropas rusas ya hab¨ªan pasado a posiciones defensivas en la zona.
La operaci¨®n ucrania en Jers¨®n, apoyada con el armamento de precisi¨®n y largo alcance proporcionado por Occidente e informaci¨®n de inteligencia, ha sido sistem¨¢tica. El ej¨¦rcito de Volod¨ªmir Zelenski ha avanzado metro a metro, aldea a aldea, empujando a las tropas rusas contra el r¨ªo Dni¨¦per. El mi¨¦rcoles, recuper¨® Snihurivka, un pueblo al norte de la ciudad de Jers¨®n que ha sido clave para seguir presionando a las fuerzas de Putin.
Como suele hacer con las noticias dif¨ªciles de tragar, el l¨ªder ruso ¡ªque s¨ª anunci¨® la invasi¨®n en la madrugada del 23 al 24 de febrero, la anexi¨®n ilegal de las zonas ocupadas y la movilizaci¨®n para el combate¡ª ha dejado a su ministro de Defensa, Sergu¨¦i Shoig¨², y al general Surovikin que anuncien ahora la retirada. Putin se hab¨ªa negado tajantemente a dejar la ciudad. Mosc¨² disfraza la estrepitosa derrota tras la intenci¨®n de ¡°preservar la vida¡± de sus tropas, a las que Putin ha enviado a combatir desde el principio de la invasi¨®n en condiciones penosas, con equipos anacr¨®nicos, sin buena formaci¨®n e incluso sin avituallamiento.
Si Ucrania recupera Jers¨®n, la contraofensiva alimentar¨¢ a las fuerzas de Zelenski y el apoyo de Occidente. Pero aunque el aparato de propaganda del Kremlin haya estado preparando a su opini¨®n p¨²blica, la p¨¦rdida de la ciudad portuaria y la humillaci¨®n de las tropas rusas tambi¨¦n puede derivar en una oleada cr¨ªtica en Rusia, sobre todo de los sectores m¨¢s ultranacionalistas y de los grupos afectados por la movilizaci¨®n, que ahora entrenan para sumarse a la carne de ca?¨®n en los frentes. Mientras Shoig¨² y Surovikin anunciaban la retirada rusa de Jers¨®n, Putin despachaba asuntos de sanidad en una reuni¨®n difundida por la televisi¨®n p¨²blica con gesto aburrido. El jefe del Kremlin espera que llegue con fuerza el invierno. La contraofensiva ucrania hacia la margen occidental del Dni¨¦per ser¨¢ complicada y los desaf¨ªos militares ¡ªy la presi¨®n sobre la poblaci¨®n civil, con cortes de calefacci¨®n, gas y electricidad¡ª tambi¨¦n crecer¨¢n.
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