Biden se muestra dispuesto a hablar con Putin si da se?ales de querer acabar la guerra en Ucrania
En su reuni¨®n con Emmanuel Macron, el presidente estadounidense promete ¡°ajustes¡± a su plan econ¨®mico contra la inflaci¨®n, que los europeos consideran proteccionista
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, asegur¨® este jueves que aunque por el momento no tiene planes para ello, tampoco descarta hablar con Vlad¨ªmir Putin, siempre y cuando el presidente ruso d¨¦ muestras de querer poner fin a la guerra en Ucrania. Esa hipot¨¦tica conversaci¨®n, puntualiz¨®, se desarrollar¨ªa en consultas con los aliados de la OTAN. El inquilino de la Casa Blanca se pronunciaba as¨ª en una rueda de prensa con el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, quien se encuentra en Washington en visita de Estado.
Ambos defendieron la posici¨®n occidental en la guerra de Ucrania y resaltaron un apoyo inquebrantable, durante el tiempo que sea necesario, al pa¨ªs invadido por Rusia. ¡°Es una cuesti¨®n de principios¡±, subray¨® Macron. Si se deja de respetar la soberan¨ªa nacional o la integridad territorial de los pa¨ªses consagrada en la carta fundacional de la ONU, ¡°peligra la estabilidad global¡±, sostuvo. Por su parte, Biden asegur¨® que es ¡°impensable¡± que Rusia pueda llegar en alg¨²n momento a vencer en Ucrania.
La guerra fue uno de los grandes ejes de las tres horas de conversaci¨®n entre los dos l¨ªderes. El otro, el ambicioso plan econ¨®mico de Biden para luchar contra la inflaci¨®n y el cambio clim¨¢tico, muy criticado por Europa ¨Dy concretamente por Par¨ªs¨D ante medidas que los Veintisiete consideran proteccionistas.
Biden lanz¨® una rama de olivo a sus aliados europeos, al expresar su disposici¨®n a introducir ¡°ajustes¡± en el plan. ¡°En ning¨²n momento se pretendi¨® que el plan excluyera a los socios que colaboran con nosotros¡±, sostuvo. ¡°Hay ajustes que podemos incluir que pueden hacer m¨¢s f¨¢cil que los pa¨ªses europeos participen, o est¨¦n all¨ª por su cuenta¡±, agreg¨®.
Francia y Estados Unidos anunciaron tras el encuentro la formaci¨®n de un grupo de trabajo conjunto entre la Uni¨®n Europea y EE UU para lidiar con las disputas comerciales que puedan surgir del plan de la Casa Blanca, recientemente aprobado.
El presidente estadounidense asegur¨® que, aunque mantiene su defensa de las empresas estadounidenses, a menudo una legislaci¨®n del calado de este plan contiene peque?os defectos y consecuencias no previstas. ¡°Seguiremos creando empleos manufactureros en Estados Unidos, pero no a costa de Europa¡±, insisti¨®. Por su parte, Macron puntualiz¨®: ¡°Hemos acordado sincronizar de nuevo nuestras posiciones, nuestros programas para invertir en sectores emergentes fundamentales. Semiconductores, bater¨ªas, hidr¨®geno¡±.
Los dos l¨ªderes se comprometieron tambi¨¦n a coordinar su respuesta ante ¡°el desaf¨ªo de China¡±. El programa nuclear de Ir¨¢n y las protestas en ese pa¨ªs, la situaci¨®n en el ?frica subsahariana o en Oriente Pr¨®ximo figuraron tambi¨¦n entre los asuntos abordados.
La jornada hab¨ªa comenzado en medio de la mayor pompa y circunstancia: una ceremonia de bienvenida solemne en los jardines de la Casa Blanca con todos los agasajos: numerosas banderas nacionales, alfombra roja, una salva de 21 ca?onazos, los himnos respectivos, revista a una guardia de honor. Y, sobre todo, abundantes y largos apretones de manos, muchas sonrisas y besos a la llegada de Macron y su esposa Brigitte, para subrayar la sinton¨ªa personal entre los dos l¨ªderes ¨Dbien abrigados, como sus respectivas esposas, ante las bajas temperaturas de la ma?ana oto?al¨D y el buen estado de las relaciones entre ambos pa¨ªses.
Los dos presidentes quisieron enfatizar la excelencia de esos lazos. Una manera de dar por definitivamente superado el desencuentro del a?o pasado. Entonces, Francia se enter¨® por la televisi¨®n de la formaci¨®n de la alianza Aukus ¨DEstados Unidos, el Reino Unido y Australia¨D y la consecuente anulaci¨®n del contrato para la construcci¨®n francesa de una partida de submarinos para Canberra, por valor de unos 60.000 millones de d¨®lares (una cantidad similar de euros). La ira francesa llev¨® a Par¨ªs a llamar a consultas a su embajador en Washington, una medida excepcionalmente dura.
Hermanos de armas
Nada de aquel enfado flotaba este jueves en el ambiente. En su discurso en la ceremonia de bienvenida, Macron recordaba la alianza hist¨®rica entre ambas naciones, comenzada en los tiempos de la independencia estadounidense y que volvi¨® a refrendarse durante la II Guerra Mundial. ¡°La historia com¨²n nos obliga de nuevo, ante el regreso de la guerra al suelo europeo tras la agresi¨®n rusa¡±, recordaba el inquilino del El¨ªseo. ¡°Debemos volver a ser hermanos de armas¡±.
Biden, por su parte, saludaba la ¡°perenne fortaleza y vitalidad de la gran amistad entre Francia y Estados Unidos¡± y subrayaba: ¡°Francia es nuestro aliado m¨¢s antiguo, nuestro socio inquebrantable en la causa de la libertad¡±.
M¨¢s all¨¢ de los abrazos, la realidad. Ya al comenzar la reuni¨®n en el Despacho Oval entre los dos l¨ªderes, Macron hab¨ªa puesto sobre la mesa sus prioridades: en Ucrania, buscar la manera de llegar a una ¡°paz duradera¡± y de cooperar entre Estados Unidos y Europa para solucionar las consecuencias ¡°directas e indirectas de la guerra¡±, que impactan m¨¢s en la econom¨ªa del Viejo Continente que en la primera potencia.
Tambi¨¦n pidi¨® ¡°sincronizar¡± mejor las iniciativas comerciales de ambos pa¨ªses. Una alusi¨®n al plan de la Administraci¨®n de Biden para combatir la inflaci¨®n y el cambio clim¨¢tico ¨Dla llamada ley de lucha contra la inflaci¨®n¨D, muy criticado en Europa. El plan incluye incentivos fiscales que benefician a las empresas estadounidenses, y los europeos temen que sus propias firmas se vean perjudicadas, especialmente en el sector de los veh¨ªculos el¨¦ctricos. En una entrevista con la cadena de televisi¨®n estadounidense ABC, Macron hab¨ªa advertido de que esos incentivos pueden abrir una brecha entre los dos lados del Atl¨¢ntico y ¡°fragmentar¡± a Occidente.
Los dos jefes de Estado encabezar¨¢n esta noche una cena de Estado para 400 personas en un pabell¨®n especialmente habilitado en los jardines de la Casa Blanca. En el banquete, en el que la Casa Blanca ha echado el resto al ser el primero de la Administraci¨®n actual, el tema recurrente ser¨¢ la alianza entre las dos naciones. Se servir¨¢ vino espumoso, en un gui?o al champ¨¢n franc¨¦s, pero en esta ocasi¨®n procedente de vi?edos estadounidenses. Se presentar¨¢ tambi¨¦n una tabla de quesos, pero tambi¨¦n ser¨¢n de producci¨®n estadounidense. Amenizar¨¢ la velada el m¨²sico de Nueva Orleans ¨Dantigua colonia francesa¨D Jon Batiste.
El presidente franc¨¦s lleg¨® a Washington en la noche del martes, para un viaje que ha incluido tambi¨¦n una visita a la sede de la NASA junto a la vicepresidenta, Kamala Harris, una reuni¨®n con congresistas sobre energ¨ªa nuclear y una cena privada con Biden y su esposa, Jill, en un restaurante de la capital. El viernes, el jefe de Estado galo se desplazar¨¢ a Luisiana, el territorio de colonizaci¨®n francesa que incluye Nueva Orleans y que Par¨ªs vendi¨® a Washington por 15 millones de d¨®lares de la ¨¦poca y que constituye una quinta parte del territorio nacional.
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