Zelenski pide prohibir en Ucrania la Iglesia ortodoxa apadrinada por Rusia

El fr¨ªo, la nieve y el invierno se apoderan de Ucrania, pero el frente religioso se caldea cada vez m¨¢s en esta guerra. Con los bombardeos de fondo, el cisma en la Iglesia cristiano ortodoxa no deja de ahondarse, alejando cada vez m¨¢s a Kiev y a Mosc¨². M¨¢s all¨¢ de la realidad pol¨ªtica, la militar o la econ¨®mica, ambos contendientes chocan tambi¨¦n en un frente de batalla de dimensiones casi divinas. Las autoridades de Ucrania, con el presidente Volod¨ªmir Zelenski a la cabeza, se han propuesto prohibir por ley las entidades que operan bajo el paraguas espiritual de Mosc¨², que son mayoritarias, y sancionar a sus responsables. ¡°Aseguraremos la independencia espiritual de Ucrania¡±, afirm¨® el jueves el mandatario. En las ¨²ltimas semanas, las fuerzas de seguridad y los servicios secretos han organizado redadas en templos y monasterios que se encuentran a la sombra de la rama de la Iglesia que depende de Rusia.

Aseguran que han hallado literatura y propaganda que niega el derecho de Ucrania a existir como Estado y que apoya las tesis del presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, de que Rusia, Bielorrusia y Ucrania deben ser un solo Estado. Los agentes del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) informaron tambi¨¦n de la existencia de pasaportes rusos pertenecientes a algunos cl¨¦rigos, as¨ª como documentaci¨®n con mensajes de ideolog¨ªa prorrusa. Esos registros se han llevado a cabo en diferentes regiones del pa¨ªs, incluida Kiev, que acoge en plena ciudad y a lo largo de 30 hect¨¢reas al influyente, simb¨®lico y poderoso Monasterio de las Cuevas.

La tensi¨®n ha ido en aumento en medio de acusaciones y sospechas de que suponen un pilar interno de resistencia que apoya los postulados de las fuerzas invasoras. ¡°Aseguraremos la completa independencia de nuestro Estado. En particular, la independencia espiritual. Nunca permitiremos a nadie levantar un imperio en territorio de Ucrania¡±, dijo Zelenski en su alocuci¨®n de la noche del jueves. El dardo va directamente dirigido a esas entidades que, pese a ser las que mayor n¨²mero de fieles concitan, son las que Kiev cree que m¨¢s se est¨¢n asomando al precipicio que supone divagar o no ser expl¨ªcitas a la hora de condenar la agresi¨®n rusa.

El hecho es que la invasi¨®n que Putin puso en marcha el 24 de febrero ha ido dividiendo a¨²n m¨¢s el culto, que mayoritariamente se reparte entre los que obedecen al patriarcado de Mosc¨², la vertiente principal, y los que obedecen al patriarcado de Kiev. El Gobierno de Zelenski no se cree el anuncio oficial que hicieron en mayo los responsables del patriarcado de Mosc¨² en Ucrania, en el que reivindicaban su independencia, se distanciaban de la decisi¨®n rusa de ocupar el pa¨ªs y condenaban la guerra desatada por Putin. Kiev entiende que no es m¨¢s que una estrategia de supervivencia sin romper de manera efectiva los lazos con la casa madre, Rusia.

La reuni¨®n del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa de Ucrania del jueves abord¨®, seg¨²n difundi¨® el presidente en su perfil de la red social Telegram, lo que consideran ¡°numerosas conexiones de ciertos c¨ªrculos religiosos en Ucrania con el Estado agresor¡±. De esta forma, el Consejo de Seguridad ha solicitado al Parlamento que estudie la posibilidad de regular por ley la existencia de entidades religiosas que permitan a Rusia operar dentro de Ucrania. Al mismo tiempo, se reclama a los responsables de la seguridad nacional que ¡°intensifiquen las medidas para identificar y frenar las actividades subversivas de los servicios especiales de Rusia en Ucrania¡±, se?al¨® Zelenski. Esas personas, adem¨¢s de sancionadas, ver¨¢n sus identidades hechas p¨²blicas pronto.

Desde Mosc¨² ven a las autoridades de Kiev como ¡°satanistas¡± y ¡°enemigos de Cristo y de la fe ortodoxa¡±, en palabras del expresidente ruso Dmitri Medv¨¦dev, seg¨²n informa la agencia Reuters. ¡°As¨ª es como todo el mundo cristiano debe tratarlos¡±, escribi¨® en Telegram. Desde Ucrania, un portavoz del patriarcado de Mosc¨² se?al¨® que su organizaci¨®n ¡°siempre ha actuado dentro del marco de la ley ucrania¡±, as¨ª que ¡°el Estado de Ucrania no tiene soporte legal para presionar o reprimir¡± a sus creyentes.

La denominada Iglesia Ortodoxa de Ucrania del Patriarcado de Mosc¨² manten¨ªa al comenzar la invasi¨®n bajo su mando unas 12.400 parroquias frente a las algo m¨¢s de 7.000 de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania del Patriarcado de Kiev. Hay otras 1.000 que pertenecen a confesiones minoritarias. El 74% de los ucranios est¨¢n a favor de que la rama dependiente de Mosc¨² corte lazos con las autoridades rusas, mientras que el 51% se muestra directamente a favor de su prohibici¨®n, seg¨²n una encuesta de abril de este a?o, informa el diario Kyiv Independent. Solo el 20% de los preguntados en ese sondeo se mostraron partidarios de que las autoridades de Kiev no tomen medidas. M¨¢s de 300 parroquias se hab¨ªan desvinculado solo hasta mayo del patriarcado de Mosc¨², seg¨²n este mismo medio.

El patriarca de Constantinopla, Bartolom¨¦ I, coordinador de todas las Iglesias ortodoxas del mundo, rubric¨® en 2019 el decreto de la independencia de la Iglesia de Kiev de la de Mosc¨². Desde el siglo XVII hasta entonces, el culto se reg¨ªa en la antigua rep¨²blica sovi¨¦tica por las reglas de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania del patriarcado de Mosc¨². Desde la capital rusa, el patriarca Kiril, brazo espiritual de las tesis de Putin, no ha dejado de apoyar la guerra y de empujar a los militares del Kremlin a que limpien sus pecados combatiendo en Ucrania. El papa Francisco, cabeza de la Iglesia cat¨®lica, ha tratado de mediar a lo largo de estos meses sin muchos resultados.

Reflejo del clima que se vive, el arzobispo Yevstratii Zoria, portavoz de la Iglesia Ortodoxa del Patriarcado de Ucrania, carg¨® sin piedad contra Putin al principio de la invasi¨®n durante una entrevista con EL PA?S en el monasterio de San Miguel de las C¨²pulas Doradas de Kiev. ¡°Lo que hace es diab¨®lico, demoniaco, sat¨¢nico¡±, asegur¨®. ¡°Putin es el anticristo de nuestros d¨ªas, como lo fueron Stalin o Hitler¡±.

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