Per¨² se asfixia entre la crisis de un mandato que naci¨® d¨¦bil y el caos de las protestas

Este mi¨¦rcoles se cumple una semana desde que Pedro Castillo dio un mensaje a la naci¨®n, minutos antes del mediod¨ªa, con la voz entrecortada y las manos temblorosas, que puso fin a su estancia en el Palacio presidencial. Un autogolpe de Estado sin el apoyo de las Fuerzas Armadas ni de su gabinete ministerial, que se desinfl¨® en tiempo r¨¦cord. Un Gobierno de excepci¨®n y una disoluci¨®n del Congreso de la Rep¨²blica que no llegaron a consumarse y que acabaron con Castillo detenido y destronado, en un nuevo cap¨ªtulo del rasgo m¨¢s estable de la realidad peruana: la inestabilidad. Este mi¨¦rcoles, la Fiscal¨ªa se ha inclinado, como se esperaba, por pedir que el ya expresidente siga en prisi¨®n al pedir que se le impongan 18 meses de prisi¨®n preventiva. Castillo confiaba en quedar en libertad hoy mismo, aunque no solo ese escenario es cada vez m¨¢s improbable, sino que el juez orden¨® aplazar un d¨ªa, hasta ma?ana jueves, la audiencia que determinar¨¢ si permanece en prisi¨®n.

Aunque para diversos sectores de la sociedad civil la salida de Castillo representa nuevos aires para el pa¨ªs, siete d¨ªas despu¨¦s Per¨² se asfixia entre la crisis de otro mandato que naci¨® d¨¦bil y una represi¨®n policial que ha acabado con la vida de seis personas que salieron a las calles a gritar su descontento. Cuatro horas despu¨¦s de que Pedro Castillo se pusiera la soga al cuello, la vicepresidenta Dina Boluarte se convirti¨® en la primera presidenta del Per¨², pero ni siquiera haber roto paradigmas le ha significado una tregua en su intento de gobernar.

El ¨²ltimo fin de semana, apenas unos d¨ªas despu¨¦s de colocarse la banda presidencial, Boluarte se vio obligada a anunciar adelanto de elecciones generales para abril de 2024, tras una seguidilla de protestas a lo largo y ancho del Per¨². El Ejecutivo ya present¨® un proyecto de ley al respecto. ?Es el plazo m¨¢s razonable para frenar la convulsi¨®n social? M¨¢s all¨¢ de que est¨¢ establecido que se requieren 270 d¨ªas de anticipaci¨®n desde la convocatoria hasta la realizaci¨®n de un nuevo proceso electoral, muchos peruanos demandan m¨¢s que anuncios para apaciguar las aguas.

Pedro Castillo, el maestro rural que presidi¨® el Per¨² durante aproximadamente un a?o y medio, permanece en detenci¨®n preliminar desde entonces por el presunto delito de rebeli¨®n y conspiraci¨®n. Pasa sus d¨ªas en la sede de la Direcci¨®n de Operaciones Especiales (Diroes), en un cuarto estrecho, muy cerca de donde cumple condena, en un espacio mucho m¨¢s amplio, el expresidente Alberto Fujimori, quien dio un golpe de Estado que s¨ª se hizo efectivo treinta a?os atr¨¢s, en abril de 1992.

Castillo, el presidente que casi nunca dej¨® su caracter¨ªstico sombrero, fue detenido en la Prefectura de Lima por su propia escolta cuando se dirig¨ªa hacia la Embajada de M¨¦xico para pedir asilo pol¨ªtico, seg¨²n las declaraciones del canciller y del propio presidente mexicano, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. El martes la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema rechaz¨® la petici¨®n de apelaci¨®n que hab¨ªa presentado su defensa y que solicitaba la anulaci¨®n de la detenci¨®n preliminar que venc¨ªa este mi¨¦rcoles minutos antes de las dos de la tarde. Las redes sociales del expresidente difundieron poco despu¨¦s las fotos de un mensaje manuscrito en el que el maestro rural se mostraba convencido de que quedar¨ªa en libertad y convocaba a sus seguidores a las puertas de la Direcci¨®n de Operaciones Especiales. ¡°Ma?ana a las 1.42 pm saldr¨¦ en libertad¡±, escribi¨® en Twitter.

La Fiscal¨ªa se inclin¨®, en cambio, por solicitar 18 meses de prisi¨®n preventiva. El objetivo de esta petici¨®n es proteger la investigaci¨®n en curso y aportar pruebas. Sobre el pol¨ªtico no solo pesan los presuntos delitos de rebeli¨®n y conspiraci¨®n, sino tambi¨¦n la acusaci¨®n constitucional de la fiscal de la Naci¨®n, Patricia Benavides, de liderar una ¡°organizaci¨®n criminal¡± desde dentro del Palacio de Gobierno con el prop¨®sito de ama?ar contratos vali¨¦ndose de su poder. Desde prisi¨®n, Castillo no ha sido autocr¨ªtico, sino m¨¢s bien se ha victimizado: ¡°No descarto que este plan maquiav¨¦lico est¨¦ dirigido por la se?ora fiscal de la Naci¨®n, el presidente del Congreso y la se?ora Dina Boluarte [su sucesora].

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