Boric indulta a 12 condenados por delitos del estallido social del 2019
La decisi¨®n del presidente chileno amenazan con hacer fracasar el acuerdo transversal que busca su Gobierno en materia de seguridad p¨²blica, la principal preocupaci¨®n de la ciudadan¨ªa
En una de sus ¨²ltimas decisiones de 2022, el presidente chileno, Gabriel Boric, ha indultado a 12 condenados por diferentes delitos en el marco del estallido social de octubre de 2019, donde se combin¨® la leg¨ªtima protesta pac¨ªfica de la ciudadan¨ªa en demanda de bienes sociales de calidad...
En una de sus ¨²ltimas decisiones de 2022, el presidente chileno, Gabriel Boric, ha indultado a 12 condenados por diferentes delitos en el marco del estallido social de octubre de 2019, donde se combin¨® la leg¨ªtima protesta pac¨ªfica de la ciudadan¨ªa en demanda de bienes sociales de calidad con hechos de violencia in¨¦ditos en las ¨²ltimas d¨¦cadas. El mandatario de izquierda, que est¨¢ en La Moneda hace nueve meses y tiene una popularidad de un 30% con un 66% de rechazo, de acuerdo a la encuesta Cadem, ha indultado adicionalmente a Jorge Mateluna, que integr¨® el Frente Patri¨®tico Manuel Rodr¨ªguez (FPMR), condenado por el asalto al banco Santander en 2013. La decisi¨®n del presidente representa un duro rev¨¦s porque se informa justamente en medio de las negociaciones del Gobierno para alcanzar un acuerdo transversal por la seguridad p¨²blica ante la principal prioridad de los chilenos, el aumento de los delitos violentos, el mayor poder de fuego de las bandas y la sensaci¨®n de inseguridad. La ministra del Interior, la socialista Carolina Toh¨¢, hab¨ªa llevado adelante complejas negociaciones con la oposici¨®n, que esta tarde de viernes ha anunciado que se retira de las conversaciones.
¡°La resoluci¨®n adoptada por las actuales autoridades, m¨¢s all¨¢ de reconocer la facultad exclusiva del presidente de la Rep¨²blica en esta materia, resulta equ¨ªvoca, inaceptable e inexcusable, puesto que desconoce que desde hace m¨¢s de un mes que los distintos partidos pol¨ªticos con representaci¨®n parlamentaria se encuentran trabajando ¨Cen conjunto con el Gobierno¨C en un acuerdo transversal por la seguridad que permita enfrentar de manera decidida el narcotr¨¢fico, la delincuencia, el crimen organizado, la migraci¨®n irregular y el terrorismo. Sin embargo, y de forma inentendible, ad portas de llegar a un entendimiento, el presidente Boric decreta un indulto favoreciendo y beneficiando a quienes justamente propiciaron la destrucci¨®n de nuestro pa¨ªs y del espacio p¨²blico, afectando de manera grave a los chilenos e, incluso, atentando contra la vida de civiles y funcionarios policiales¡±, dicen en un comunicado los diputados de la Uni¨®n Dem¨®crata Independiente (UDI), que informan de su decisi¨®n de suspender ¡°de forma indefinida¡± la participaci¨®n en las conversaciones.
Lo mismo Renovaci¨®n Nacional, RN, otro de los partidos grandes de la oposici¨®n, que a trav¨¦s de su parlamentario Andr¨¦s Longton manifest¨® esta tarde: ¡°Mientras el pa¨ªs clama porque los delincuentes est¨¦n presos, usted, presidente, se dedica a liberarlos. No vamos a seguir conversando con el Gobierno en esas condiciones¡±.
Entre los delitos cometidos por los 12 indultados en el marco del estallido social est¨¢n saqueos, incendios y el homicidio frustrado de un polic¨ªa. Como candidato y de cara a la segunda vuelta, Boric asegur¨® en noviembre de 2021: ¡°No se puede indultar a una persona que quem¨® una iglesia o una pyme [una peque?a o mediana empresa] o que saque¨® un supermercado¡±.
La decisi¨®n del presidente Boric llega en un momento delicado, por lo que no solo la oposici¨®n se ha retirado de las conversaciones con fuertes cr¨ªticas a los indultos, sino que incluso desde sectores del oficialismo no se entiende la medida y, sobre todo, el momento. El Gobierno chileno sufri¨® una compleja derrota en el plebiscito del 4 de septiembre pasado, cuando la propuesta constitucional que defend¨ªa perdi¨® por un 62% contra un 38%. Con el fracaso de un texto que buscaba cambiar la institucionalidad chilena profundamente, el Ejecutivo de Boric tuvo que incorporar al Gabinete a sectores moderados de la izquierda, como a los socialistas, y dejar el debate constitucional en manos del Parlamento. El resultado del plebiscito fue una especie de refer¨¦ndum para una Administraci¨®n que reci¨¦n comenzaba y la se?al de la ciudadan¨ªa fue rotunda, por lo que La Moneda tom¨® la decisi¨®n de dedicarse a gobernar, de mantener el debate constituyente en el Congreso y enfocarse en atender las urgencias de la gente, en asuntos como la delincuencia.
Fue en este contexto que la ministra Toh¨¢, que se incorpor¨® al Gobierno luego del refer¨¦ndum de septiembre, comenz¨® a liderar estas conversaciones entre oficialismo y oposici¨®n para llegar a acuerdos transversales en materia de seguridad p¨²blica. La Moneda opt¨® por este camino y no por levantar proyectos de ley propios en el Congreso para el control de la delincuencia, lo que necesariamente implica mayores desaf¨ªos en torno al di¨¢logo, consensos con la oposici¨®n y, en definitiva, un mayor despliegue pol¨ªtico. Los indultos del presidente, sin embargo, amenazan con hacer fracasar un entendimiento pol¨ªtico clave para el Ejecutivo chileno y sobre todo para la gente. En el oficialismo se opina en privado que, si hab¨ªa un convencimiento profundo de indultar a los presos de las revueltas, se deb¨ªa haber optado simplemente por llevar adelante una bater¨ªa de leyes en el Congreso, sin buscar acuerdos transversales con la oposici¨®n en otros espacios.
No se trata del ¨²nico episodio donde el Gobierno muestra que no comprende la posici¨®n debilitada que se encuentra y la necesidad de llegar a consensos, en medio de un nuevo intento constituyente. Con una crisis de seguridad profunda, reconocida por todo el espectro pol¨ªtico, Chile cumplir¨¢ este fin de semana tres meses sin fiscal nacional, porque La Moneda ha presentado fracasadamente dos candidaturas, pero no ha logrado cuadrar los votos ni de la oposici¨®n ni del oficialismo en el Senado. El presidente Boric ha optado por no acercar posiciones y, por el contrario, ha profundizado el conflicto con sus cr¨ªticas a la C¨¢mara Alta, cuyos votos necesita para gobernar por tres a?os m¨¢s.
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