Las nuevas concesiones de McCarthy no logran desbloquear la C¨¢mara de Representantes de EE UU
El ala dura del Partido Republicano fuerza 11 derrotas consecutivas de su l¨ªder parlamentario, algo no visto desde 1859
El suspense se mantiene. La C¨¢mara de Representantes de Estados Unidos sigue sin poder empezar a funcionar en la nueva legislatura ante la rebeli¨®n del ala dura del Partido Republicano. El candidato a presidir la C¨¢mara, Kevin McCarthy, ha ofrecido nuevas concesiones a los parlamentarios ultraconservadores, pero no ha logrado por ahora garantizarse su apoyo para ser elegido presidente de la C¨¢mara y ha sido humillado con 11 derrotas consecutivas, cinco este mismo jueves, tras lo que la sesi¨®n se ha levantado hasta mediod¨ªa del viernes (18.00 horas en la Espa?a peninsular).
La elecci¨®n del speaker es el primer paso imprescindible para que los representantes juren su cargo y la C¨¢mara se ponga en marcha, pero los diputados ultras han boicoteado la elecci¨®n de McCarthy una y otra vez en un espect¨¢culo no visto en m¨¢s de un siglo. En 1923, la ¨²ltima vez que no se eligi¨® al presidente de la C¨¢mara a la primera, hicieron falta nueve rondas, as¨ª que ahora hay que remontarse 164 a?os, a 1859, justo antes de la Guerra Civil, para un caso de bloqueo tan persistente. Aquel a?o hicieron falta 44 intentos.
McCarthy y sus aliados han aprovechado los recesos para negociar con los d¨ªscolos, pero siguen sin tener el camino despejado. Los diputados ultras han vuelto a proponer candidatos alternativos para frustrar una y otra vez la elecci¨®n del l¨ªder republicano. Al final, McCarthy sigue contando con 201 votos, uno arriba o abajo, dependiendo de las votaciones, pero lejos de los 218 que necesita. Una veintena de republicanos siguen d¨¢ndole la espalda.
Las nuevas concesiones que ha ofrecido debilitar¨¢n a¨²n m¨¢s la posici¨®n de McCarthy, incluso en el caso de que finalmente resultara elegido, y es muy probable que acaben dando m¨¢s poder al ala derechista del partido, que est¨¢ aprovechando la estrecha mayor¨ªa republicana (222 de los 435 esca?os) para imponer sus condiciones.
Ni siquiera las llamadas del expresidente Donald Trump a apoyar a McCarthy han surtido efecto en un partido carente de liderazgo efectivo. La autoridad que lleg¨® a tener Trump sobre los suyos se ha difuminado y los republicanos est¨¢n dando una imagen de divisi¨®n y caos que pone en cuesti¨®n su capacidad para gestionar la mayor¨ªa que lograron en la C¨¢mara de Representantes. Los republicanos, con Trump al frente, suelen proclamar que su objetivo es limpiar ¡°la ci¨¦naga¡±, como se conoce a Washington en un doble sentido: por estar en parte construida sobre una y por los tejemanejes pol¨ªticos, de poder y corrupci¨®n. Pero ahora son ellos los que est¨¢n enfangados hasta el cuello.
Un McCarthy debilitado
Entre las nuevas concesiones que est¨¢ dispuesto a hacer McCarthy est¨¢ la de que baste con que un solo representante de los 435 de la C¨¢mara baja lo pida para que se le someta a una moci¨®n de censura para destituirlo, como solicita el llamado Freedom Caucus (Grupo de la Libertad), la facci¨®n m¨¢s derechista de los republicanos y que est¨¢ acostumbrada a ir por libre. Esa espada de Damocles permanente sobre su cabeza debilita a McCarthy en el ejercicio de su posici¨®n de l¨ªder. Adem¨¢s, el candidato est¨¢ dispuesto a otorgar al Freedom Caucus una representaci¨®n muy por encima de la que le corresponde en una de las comisiones con m¨¢s poder de la C¨¢mara, la que regula los procedimientos y de la que depende qu¨¦ leyes se someten a votaci¨®n, entre otras decisiones relevantes.
En paralelo, el comit¨¦ de acci¨®n pol¨ªtica dependiente de los l¨ªderes del Congreso anunci¨® que no interferir¨¢ en las primarias republicanas. En las del pasado a?o, ese comit¨¦ financi¨® a candidatos moderados a los que ve¨ªa con m¨¢s probabilidades de vencer a los dem¨®cratas, lo que fue tomado por el ala dura como una afrenta. El compromiso de no intervenir era una m¨¢s de las exigencias de los d¨ªscolos. En una carta del pasado domingo en la que rechazaban la ¨²ltima oferta de McCarthy, nueve miembros del Freedom Caucus reprochaban que ese asunto no se hab¨ªa abordado en absoluto.
Con todo, esas concesiones no han bastado por ahora para desbloquear la situaci¨®n. McCarthy querr¨ªa aplazar nuevas votaciones hasta avanzar en las negociaciones, pero un grupo de los rebeldes republicanos no quiere concederle ni siquiera esa baza y prefiere humillarle con una derrota tras otra.
El representante republicano John James (elegido por M¨ªchigan) ha sido el encargado de presentar este jueves la nominaci¨®n de McCarthy para la s¨¦ptima votaci¨®n. Ha recordado que Nathaniel Banks necesit¨® en 1855 un total de 133 votaciones (el r¨¦cord) para ser elegido por una estrecha mayor¨ªa. Ha dicho que su familia ha pasado desde entonces de la esclavitud a tenerle a ¨¦l en el Congreso. Pero al final, en 1855, por un estrecho margen, ¡°el l¨ªder nominado por la mayor¨ªa republicana gan¨® y ahora el l¨ªder nominado por la mayor¨ªa republicana ganar¨¢ otra vez¡±, ha destacado.
El republicano opositor Dan Bishop, sin embargo, ha seguido el hilo y ha vuelto a nominar como alternativa a Byron Donalds, tambi¨¦n afroamericano: ¡°Ayer pudimos haber elegido al primer speaker negro de la C¨¢mara de Representantes de Estados Unidos¡±. Los dem¨®cratas han cogido el guante y han empezado a corear: ¡°?Hakeeem!, ?Hakeeem!, ?Hakeeem!¡±, en referencia a Hakeem Jeffries, su propio candidato, tambi¨¦n afroamericano, que por ahora ha sido el m¨¢s votado (212 apoyos) debido a la divisi¨®n republicana. Por si hubiera poco l¨ªo, el representante por Florida Matt Gaetz ha decidido votar al expresidente Donald Trump en la s¨¦ptima ronda, pues nada en la Constituci¨®n obliga a que el speaker sea un representante.
En la novena votaci¨®n, Lauren Boebert, la activista proarmas a la que le gusta ir con pistola incluso al Capitolio, ha propuesto otro candidato alternativo, Kevin Hern, que ha logrado tres votos en esa ronda y siete en la d¨¦cima. Como Boebert es una de las opositoras m¨¢s irreductibles, algunos analistas trataban de ver en los apoyos a su candidato una medida de quienes no est¨¢n dispuestos a apoyar a McCarthy en ning¨²n caso, pero todo son conjeturas. Gaetz se ha pasado de Trump a Hern. Pero Hern, a su vez, ha preferido votar por McCarthy que por ¨¦l mismo. Luego, en la und¨¦cima votaci¨®n, y en la v¨ªspera del segundo aniversario del asalto al Capitolio, Gaetz ha nominado a Trump, que solo ha logrado un voto y unas cuantas carcajadas. El expresidente ha respondido con un meme en su red social, Truth Social. El circo contin¨²a en el Capitolio.
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