La guerra ignora la tregua de Putin
Fracasa el cese de hostilidades en Ucrania para los d¨ªas de la Navidad ortodoxa anunciado por el presidente ruso, acuciado entre ganar la contienda y reorganizar a sus tropas
Su semblante oscilaba entre el mal humor y la tristeza. Un solitario Vlad¨ªmir Putin celebr¨® este fin de semana la Navidad ortodoxa en la milenaria catedral de la Anunciaci¨®n del Kremlin, con la ¨²nica compa?¨ªa de los religiosos que oficiaron la misa. El alto el fuego que hab¨ªa proclamado unilateralmente no logr¨® parar por un momento su propia guerra, la ¡°operaci¨®n especial¡± que a estas alturas deber¨ªa haber hecho resonar su nombre en las iglesias de Kiev. Sin embargo, el ej¨¦rcito ucranio resiste casi 11 meses despu¨¦s y cada golpe supone un rev¨¦s cada vez m¨¢s ruidoso. Y ello alimenta los rumores y el temor a una nueva movilizaci¨®n masiva. ¡°Esta fiesta, llena de luz, inspira a las personas en las buenas obras y aspiraciones, y sirve para reafirmar en la sociedad valores espirituales y pautas morales tan duraderos como la misericordia, la compasi¨®n, la bondad y la justicia¡±, afirm¨® el presidente ruso durante el oficio navide?o de la medianoche del viernes, el primero que atend¨ªa en Mosc¨² desde 2001.
El mandatario hab¨ªa justificado la orden de alto el fuego apoy¨¢ndose en la petici¨®n de una tregua navide?a de 36 horas del patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, Kiril, un ferviente defensor de la ofensiva en Ucrania. ¡°Recemos por nuestros hermanos y hermanas en suelo ucranio. Recemos por nuestro pa¨ªs, por las autoridades, por el ej¨¦rcito, por nuestros familiares y amigos con la esperanza de que la verdad triunfe gracias al poder y la gracia de Dios¡±, dijo el cl¨¦rigo durante su misa televisada en otra catedral de Mosc¨².
¡°La verdad est¨¢ de nuestro lado¡± es uno de los lemas del Kremlin, su apelaci¨®n a un supuesto destino hist¨®rico que justifica sus medios en el presente. Muy lejos de Kiril y Putin, en las heladas y embarrizadas trincheras y en los pueblos arrasados de Ucrania, cientos de miles de soldados de ambos bandos se enfrentaban a la tentaci¨®n de felicitar la Navidad por m¨®vil a los suyos. La geolocalizaci¨®n de sus tel¨¦fonos pod¨ªa ser su sentencia de muerte, como ya sucedi¨® para un enorme grupo de reclutas rusos en A?o Nuevo durante el bombardeo de Makiivka.
¡°Para comprender la tregua de Navidad es necesario separar los dos enfoques que persigue Putin al mismo tiempo¡±, escribe la polit¨®loga Tatiana Stanovaya, fundadora del centro de an¨¢lisis R. Politik. Por un lado, el estrat¨¦gico: ¡°Ucrania debe ser obligada a capitular. Putin cree que [Kiev] no tiene otra salida salvo rendirse, y por ello conf¨ªa en el bombardeo de su infraestructura¡±. Por otro, el situacional: ¡°[El l¨ªder ruso] tiene la necesidad urgente de prevenir los ataques de las Fuerzas Armadas de Ucrania para congelar el frente¡±.
Tras la reconquista de la parte occidental de la regi¨®n de Jers¨®n, Ucrania a¨²n controla la iniciativa de la guerra y prepara su pr¨®xima ofensiva, mientras que Rusia se atrinchera y a¨²n trata de cohesionar al ej¨¦rcito de civiles que ha movilizado desde septiembre. El futuro de Putin y c¨®mo ser¨¢ recordado en los libros de historia depende cada vez m¨¢s de sus Fuerzas Armadas, y la gran campa?a militar que deb¨ªa culminar m¨¢s de dos d¨¦cadas de poder hace ya muchos meses que dej¨® de marchar acorde al plan.
¡°Todas las decisiones de Putin fluct¨²an entre ambas l¨®gicas¡±, recalca Stanovaya, y la masacre de Makiivka, donde murieron al menos 89 movilizados rusos, seg¨²n la versi¨®n oficial rusa, o cientos, seg¨²n la ucrania, ¡°fortaleci¨® la visi¨®n situacional¡±. Sin embargo, a medida que la guerra se complica para el Kremlin, ¡°cada l¨®gica empieza a contradecir a la otra, y cuesta ser coherente¡±.
Otro golpe as¨ª en Navidad hubiera sido muy duro para el Kremlin. Sin embargo, su fallido alto el fuego ha suscitado muchas cr¨ªticas en el sector militarista ruso. ¡°Nadie entiende para qu¨¦ sirve esa nobleza¡±, apunta Stanovaya, que recuerda otros puntos de fricci¨®n como la escala de la movilizaci¨®n, su respaldo incondicional a la jefatura del Ministerio de Defensa pese a sus fracasos y los cambios en los objetivos militares. ¡°[La movilizaci¨®n] se ten¨ªa que haber hecho mucho antes¡±, respondi¨® a este peri¨®dico un analista militar ruso que prefiere mantenerse en el anonimato debido a las leyes que persiguen cualquier cr¨ªtica al ej¨¦rcito.
Combates en Bajmut y Soledar
Las ciudades ucranias alejadas del frente no han sido bombardeadas durante el alto el fuego ruso, como s¨ª sucedi¨® en los dos primeros d¨ªas del a?o con Kiev, la capital. Sin embargo, la calma no se ha producido en las zonas calientes del conflicto. Las horas de la tregua han sido especialmente violentas en el frente de la provincia de Donetsk, donde los enfrentamientos se han recrudecido por el control de los municipios de Soledar y Bajmut.
Unidades mercenarias rusas del grupo Wagner llevaron a cabo un ataque sorpresa el viernes que, seg¨²n su versi¨®n, les permiti¨® acceder hasta el coraz¨®n de Soledar. Ucrania ha contraatacado este s¨¢bado, en el d¨ªa de la Navidad ortodoxa, y ha recuperado parte del territorio perdido, como la mina de sal de este pueblo, una de las m¨¢s importantes del pa¨ªs. Soldados de la 46? Brigada Aerotransportada de Ucrania compartieron v¨ªdeos en las redes sociales que confirmaban el avance. Esta brigada es un referente patri¨®tico del pa¨ªs invadido por haber sido clave en la ofensiva para liberar la zona occidental de la provincia de Jers¨®n. Sus soldados fueron entrenados en el Reino Unido.
Los combates en esta zona del frente de Donetsk se libran para ganar metro a metro, casa a casa. Rusia est¨¢ poniendo toda la carne en el asador en la conquista de Bajmut y de Soledar, municipios vecinos, en su intento de anexionarse toda la provincia de Donetsk, pero tambi¨¦n para forzar a las Fuerzas Armadas de Ucrania a reducir sus unidades en el frente sur, en el de Jers¨®n, donde las tropas defensoras intentan cruzar el r¨ªo Dni¨¦per.
Lejos de la primera l¨ªnea de guerra, ambos contendientes ofrecieron algunas pruebas de que tambi¨¦n se hab¨ªan producido otros ataques. En la provincia de Dnipropetrovsk fue derribado este s¨¢bado un dron ruso y sobre la ciudad de Donetsk, ocupada por Rusia, tambi¨¦n tuvieron que actuar las defensas antia¨¦reas. El viernes se confirm¨® una fuerte explosi¨®n cerca de la estaci¨®n de Melitopol, ciudad ucrania ocupada por Rusia, y en Sebastopol, en la anexionada pen¨ªnsula de Crimea, donde las autoridades rusas aseguraron que derribaron un dron ucranio.
Ecos de una segunda movilizaci¨®n
El runr¨²n de un nuevo reclutamiento forzoso suena con cada vez m¨¢s fuerza en las conversaciones de calle en Rusia. Muchos afirman haber escuchado de terceras personas que trabajan en la Administraci¨®n la posibilidad de otra movilizaci¨®n, aunque de momento no pasan de ser rumores. La inteligencia ucrania asegur¨® este fin de semana que Rusia planea comenzar una segunda ola de alistamientos de hasta medio mill¨®n de ciudadanos este enero, pese a que ya se reforz¨® con otros 300.000 reclutas en la primera ola de oto?o.
El Kremlin, que durante meses hab¨ªa negado su primera movilizaci¨®n hasta que la decret¨® el 21 de septiembre, asegura ahora que no necesita nuevos refuerzos a corto plazo. Putin dijo el 8 de diciembre que no era necesaria, pues, seg¨²n sus cuentas, la mitad de los 300.000 civiles movilizados a¨²n entrenaba en Rusia y solo una cuarta parte (77.000) se encontraba ya en el frente.
Sin embargo, el Parlamento ruso apunta a otro motivo para esperar al menos medio a?o: la escasez de material para los nuevos soldados. ¡°No veo la necesidad de otra movilizaci¨®n en los pr¨®ximos seis meses. No se dan las condiciones ni las necesidades para ello¡±, ha explicado al diario Chita el general y miembro del Comit¨¦ de Defensa de la Duma Estatal Andr¨¦i Guruliov. ¡°De hecho, aquellos que fueron movilizados antes todav¨ªa no est¨¢n completamente preparados para la batalla. Nuestra industria tiene que alcanzar un nivel de producci¨®n que pueda cubrir la pr¨®xima ola de movilizaci¨®n y, en mi opini¨®n, ser¨ªa ineficiente hacerla en los pr¨®ximos seis meses¡±, reconoci¨® Guruliov, veterano de la guerra de Siria.
¡°Hay pocas evidencias de que Rusia tenga capacidad para lanzar una gran ofensiva en invierno o primavera. Es poco probable que los uniformes y las municiones necesarios aparezcan en tan poco tiempo¡±, escribe el experto militar Michael Khofman en un an¨¢lisis del centro de estudios Riddle. En su opini¨®n, el plan ruso es atrincherarse y esperar el desgaste occidental, y advierte de que Occidente no debe dejarse llevar por la euforia, porque la industria rusa a¨²n puede armar hasta cierto punto a sus reservistas. ¡°El potencial [ucranio] es solo potencial, y no conduce autom¨¢ticamente a los resultados deseados si no hay voluntad pol¨ªtica¡±, subraya.
El Ministerio de Defensa ruso asegura haber suministrado el material b¨¢sico a sus nuevos reclutas, pero desde que comenz¨® la movilizaci¨®n han brotado como setas las redes de voluntarios y familias que recolectan ayuda para los nuevos soldados. Solo en Mosc¨² su Administraci¨®n ha habilitado 122 puntos de recogida de comida y productos de higiene, y en la estaci¨®n Vostochni, de donde parten los trenes a la frontera con J¨¢rkov, es habitual ver reclutas que cargan con material de invierno comprado por iniciativa propia.
Su desgaste ha hecho que Rusia se est¨¦ transformando en una econom¨ªa de guerra a pasos agigantados. Si tras decretar la movilizaci¨®n el Kremlin form¨® un nuevo comit¨¦ para poner las empresas a disposici¨®n del ej¨¦rcito, ahora apunta a exprimir los ingresos de sus principales negocios. Seg¨²n unos documentos a los que tuvo acceso Bloomberg, el gabinete del primer ministro, Mija¨ªl Mishustin, ha propuesto confiscar m¨¢s del 50% de los beneficios de las empresas mineras y de fertilizantes tras haber sacado hasta la ¨²ltima gota a Gazprom y otros gigantes para financiar el esfuerzo de la guerra.
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