Los errores y pol¨¦micas de la ministra de Defensa alemana la sit¨²an al borde de la dimisi¨®n en plena guerra de Ucrania
La socialdem¨®crata Christine Lambrecht se dispone a anunciar su marcha, seg¨²n publican los medios alemanes, a escasos d¨ªas de una reuni¨®n con los socios occidentales para tratar el env¨ªo de tanques a Kiev
Nunca es buen momento para una crisis de Gobierno, pero la que se le viene encima al canciller alem¨¢n, Olaf Scholz, es especialmente sensible. La ministra de Defensa, la socialdem¨®crata Christine Lambrecht, est¨¢ a punto de dimitir, seg¨²n publican varios medios alemanes sin que ninguna fuente oficial lo haya desmentido. La renuncia podr¨ªa producirse la pr¨®xima semana, incluso antes de la reuni¨®n en Alemania, el d¨ªa 20, del Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania, el llamado formato Ramstein, en el que se discutir¨¢ el env¨ªo de carros de combate occidentales al ej¨¦rcito de Kiev.
La previsible renuncia de Lambrecht se produce despu¨¦s de una serie de tropiezos que han acabado por convencer a casi todo el mundo, incluso a sus compa?eros de partido, de que no es la persona adecuada para estar al frente de las Fuerzas Armadas. La ministra se va, no la echan, reconoce incluso el Bild, el diario que m¨¢s ha azotado a Lambrecht y que dio la exclusiva de la marcha el viernes por la noche. Su credibilidad como l¨ªder del ej¨¦rcito en plena guerra en Ucrania estaba ya demasiado deteriorada. Tarde, pero ella misma se ha dado cuenta de que al mantenerse en el cargo perjudicaba a su partido y al Ejecutivo.
Las quinielas para buscarle sucesor o, m¨¢s probablemente, sucesora, ya han empezado. La marcha de Lambrecht abre una era de incertidumbre en un periodo decisivo para Alemania, con una guerra a 700 kil¨®metros de su frontera este y en pleno cambio de paradigma en su pol¨ªtica exterior y de defensa. La decisi¨®n m¨¢s urgente a la que se enfrenta el pa¨ªs es el env¨ªo de carros de combate a Kiev. Es la ¨²ltima l¨ªnea roja de Scholz, la que m¨¢s le est¨¢ costando traspasar por el peligro de escalada que supone ver tanques alemanes enfrent¨¢ndose a los blindados rusos en el campo de batalla ucranio.
Hay analistas que siempre han defendido que Lambrecht, de 57 a?os, que no ten¨ªa ninguna relaci¨®n previa con la defensa o el ej¨¦rcito, fue un error de casting desde el minuto uno. La todav¨ªa ministra acumula pol¨¦micas y errores pr¨¢cticamente desde que tom¨® posesi¨®n. El primero, a los pocos d¨ªas, cuando en una entrevista tuvo que reconocer que desconoc¨ªa los rangos militares. Acababa de llegar, y nadie le ech¨® en cara entonces no distinguir entre un teniente coronel y un teniente general, pero cinco meses despu¨¦s, en otra entrevista, dijo que todav¨ªa no se los sab¨ªa.
Los cascos, s¨ªmbolo de una pol¨ªtica renqueante
El estallido de la guerra puso a Lambrecht bajo unos focos tan potentes que fue imposible disimular sus carencias. Sus problemas de imagen empezaron ya en enero, cuando el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, preparaba la invasi¨®n acercando sus tropas a la frontera ucrania. Ante la petici¨®n desesperada de ayuda militar de Kiev, Berl¨ªn respondi¨® con el env¨ªo de 5.000 cascos de protecci¨®n. Lambrecht lleg¨® a convocar a la prensa para anunciarlo p¨²blicamente, lo que contribuy¨® a¨²n m¨¢s a subrayar el rid¨ªculo. El primer ministro polaco, Mateusz Morawieck, habl¨® de ¡°broma¡±. En Ucrania no sal¨ªan de su asombro: ¡°?Qu¨¦ ser¨¢ lo siguiente que env¨ªe Alemania para apoyarnos? ?Almohadas?¡±, reaccion¨® el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko.
Los cascos alemanes se convirtieron en s¨ªmbolo internacional de la renqueante pol¨ªtica del reci¨¦n estrenado Gobierno de Scholz, un tripartito de socialdem¨®cratas, verdes y liberales. Pero Lambrecht no tard¨® en volver a los titulares. Durante una visita a las tropas en Mal¨ª ¡ªel mayor despliegue militar alem¨¢n en el extranjero¡ª se present¨® en zapatos de tac¨®n para saludar a los soldados. El atuendo era impropio, pero adem¨¢s incumpl¨ªa las normas de seguridad.
Un vuelo en helic¨®ptero militar con su hijo Alexander, de 21 a?os, hundi¨® a¨²n m¨¢s su imagen p¨²blica. Pese a que fue completamente legal porque pag¨® de su bolsillo la plaza ¡ªlos familiares de los ministros pueden acompa?arlos en viajes oficiales, para lo que hay tarifas fijadas¡ª, el viaje a un cuartel en el norte del pa¨ªs se interpret¨® como un fiasco de comunicaci¨®n. El chico subi¨® a una red social im¨¢genes del vuelo en el Cougar como si estuviera de vacaciones.
La ministra tambi¨¦n ha pinchado en la gesti¨®n. M¨¢s de 10 meses despu¨¦s de que Scholz anunciara un cambio de era y la mayor inversi¨®n en el ej¨¦rcito alem¨¢n desde la II Guerra Mundial, el armamento prometido sigue sin llegar. Los 100.000 millones de euros que se iban a destinar a modernizar una Bundeswehr infrafinanciada durante d¨¦cadas apenas han empezado a gastarse, y se culpa a Lambrecht de la lentitud del proceso. Pero no todos los fiascos recientes son culpa suya, tal como reconocen analistas de defensa. Los defectos en los 18 modernos tanques Puma que participaron recientemente en unas maniobras son atribuibles a gobiernos anteriores.
La gota que ha colmado el vaso es, sin duda, un muy desafortunado v¨ªdeo que la ministra colg¨® en su Instagram en Nochevieja. Apenas audible por el ruido de los petardos de fondo (en Alemania es tradici¨®n la pirotecnia para despedir el a?o), Lambrecht hablaba de la guerra de Ucrania y de c¨®mo hab¨ªa vivido a lo largo del a?o ¡°muchas experiencias especiales¡± que le han dado la oportunidad de ¡°encuentros con gente interesante y genial¡±. Pese al esc¨¢ndalo que provoc¨® el torpe v¨ªdeo, que no fue grabado por su equipo, el canciller ha seguido defendi¨¦ndola y la ha calificado incluso de ¡°excelente ministra¡± en una entrevista.
Esta no es la primera crisis de gobierno de Scholz, pero la anterior apenas tuvo coste pol¨ªtico para el canciller. La ministra de Familia, la verde Anne Spiegel, dimiti¨® en abril tras admitir que el verano anterior se fue de vacaciones una semana despu¨¦s de las graves inundaciones que arrasaron Renania-Palatinado, donde ella era entonces la m¨¢xima responsable de Medio Ambiente. Ni era de su partido, ni la cartera ten¨ªa el peso de Exteriores, Defensa o Interior. Spiegel fue reemplazada r¨¢pidamente y el asunto, olvidado.
Sustituir a Lambrecht ser¨¢ bastante m¨¢s peliagudo. El candidato obvio es el diputado Lars Klingbeil, col¨ªder del SPD, experto en defensa e hijo de militar. Pero Scholz quiere mantener la paridad en su Ejecutivo con ocho ministros y ocho ministras. Fue una de sus promesas electorales y uno de los motivos por los que nombr¨® a Lambrecht. Ante la ausencia de una figura femenina destacada con experiencia en defensa, opt¨® por una persona de su confianza que ya hab¨ªa ejercido esa responsabilidad, aunque en la cartera de Justicia.
La prensa ya maneja varios nombres para cuando Lambrecht anuncie su marcha: Eva H?gl y Siemtje M?ller, ambas diputadas del SPD y con experiencia en defensa, son los m¨¢s repetidos. Aunque no se descarta un baile de carteras. En ese caso, el actual titular de Trabajo, Hubertus Heil, podr¨ªa pasar a ocuparse de la Bundeswehr. Al elegido le esperar¨¢ uno de los trabajos m¨¢s exigentes y rigurosamente vigilados del Gobierno.
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