El Supremo de EE UU no consigue identificar al autor de la filtraci¨®n sobre su dictamen contra el aborto
Una investigaci¨®n interna ha interrogado a 97 funcionarios del tribunal, sin encontrar pistas sobre el responsable de una filtraci¨®n sin precedentes
El Tribunal Supremo de EEUU ha admitido este jueves que no ha sido capaz de identificar a la persona que filtr¨® el a?o pasado, casi dos meses antes de que se hiciera p¨²blico, que esta corte se dispon¨ªa a limitar el derecho al aborto en un dictamen.
En un comunicado sin firma, el Supremo asegura que ha seguido todas las posibles v¨ªas de investigaci¨®n y se han ejecutado todos los an¨¢lisis forenses necesarios de las pruebas, pero aun as¨ª ¡°el equipo no ha podido hasta el momento identificar a la persona responsable¡±.
En un informe adjunto al comunicado, la responsable de la seguridad del Supremo Gail Curley, que encabez¨® la investigaci¨®n, puntualiza que durante su pesquisa interrog¨® a 97 funcionarios de la corte, y todos ellos negaron ser los autores de la filtraci¨®n. Curtley tambi¨¦n considera improbable que el documento se obtuviera pirateando los sistemas inform¨¢ticos de la instituci¨®n.
¡°Los investigadores contin¨²an revisando y procesando ciertos datos electr¨®nicos y contin¨²an pendientes algunas comprobaciones. En el grado en que estas investigaciones arrojaran nuevas pistas o pruebas, los investigadores las seguir¨¢n hasta el final¡±, sostiene la funcionaria.
Seg¨²n ella, ¡°si un trabajador del tribunal fue quien divulg¨® el borrador, esa persona viol¨® descaradamente un sistema basado fundamentalmente en la confianza, que tiene pocas salvaguardias para regular y limitar el acceso a una informaci¨®n muy delicada¡±.
La filtraci¨®n sali¨® a la luz el 30 de mayo. El digital Politico, especializado en informar sobre los entresijos del poder en Washington, public¨® un borrador de la opini¨®n mayoritaria de cinco de los nueve jueces del Supremo. El borrador, redactado en febrero, estaba firmado por Samuel Alito, uno de los magistrados conservadores de la instituci¨®n. Apoyaban su opini¨®n los conservadores Amy Coney Barrett, Neil Gorsuch, Clarence Thomas y Brett Kavanaugh.
La noticia era una bomba, de las que se recuerdan a?os despu¨¦s. La mayor autoridad jur¨ªdica de Estados Unidos iba a pronunciarse en favor de anular la sentencia Roe contra Wade, que desde 1973 hab¨ªa garantizado el derecho al aborto en todo el territorio del pa¨ªs.
En su lugar, los magistrados del Supremo m¨¢s conservador en ocho d¨¦cadas optaban por dejar que fueran los 50 estados los que decidieran si permit¨ªan o no el aborto, y en qu¨¦ condiciones, dentro de su jurisdicci¨®n.
El dictamen definitivo sobre el derecho al aborto se hizo p¨²blico el 24 de junio. Se confirmaba el contenido de la filtraci¨®n. Con el respaldo de seis jueces frente a tres se terminaba la protecci¨®n federal al derecho al aborto, en una sentencia conocida como Dobbs contra la Jackson Women¡¯s Health Organization. A los cinco que hab¨ªan apoyado el borrador de febrero se sumaba ahora el propio Roberts, que matizaba que aunque estaba de acuerdo con el fondo de la sentencia, hubiera optado por una medida algo menos radical. Los tres magistrados que se declararon en contra -los liberales Sonia Sotomayor, Elena Kagan y Stephen Breyer- emitieron una opini¨®n que criticaba duramente el dictamen.
Tras la filtraci¨®n de mayo, que carec¨ªa de precedentes por su calado y nivel de detalle, los jueces montaron en c¨®lera. No tuvieron reparos en calificarla de ¡°traici¨®n a la confidencialidad¡±. El presidente del Supremo, John Roberts, anunci¨® a bombo y platillo el lanzamiento de la investigaci¨®n que encabezar¨ªa por Curtley. Si la filtraci¨®n -proclamaba- pretend¨ªa ¡°socavar nuestra integridad, no lo conseguir¨¢. Nuestro trabajo no se ver¨¢ afectado de ninguna manera¡±.
La filtraci¨®n puso en pie de guerra a las mujeres estadounidenses. Miles de defensores del derecho al aborto se lanzaron a las calles para protestar. Y cuando se confirm¨® oficialmente el dictamen, la protecci¨®n del derecho a la interrupci¨®n voluntaria del embarazo se convirti¨® en uno de los principales factores de decisi¨®n de voto en la campa?a para las elecciones de medio mandato del pasado 8 de noviembre.
En esos comicios el Partido Dem¨®crata, partidario de defender ese derecho, obtuvo resultados mucho mejores de lo esperado y consigui¨® ampliar su control del Senado. La oposici¨®n republicana, que aspiraba a hacerse con una clara mayor¨ªa en las dos c¨¢maras del Congreso, tuvo que conformarse con lograr el control ¨²nicamente de la C¨¢mara de Representantes, por una exigua mayor¨ªa.
Dado el beneficio electoral resultante para los dem¨®cratas, podr¨ªa considerarse que la persona que filtr¨® el documento pudo ser un simpatizante de esta ideolog¨ªa. Pero tambi¨¦n pudo ser una persona conservadora que quer¨ªa evitar que los jueces se echasen para atr¨¢s.
Los resultados de la investigaci¨®n se han dado a conocer apenas tres d¨ªas antes de que se cumpla el 50 aniversario de la sentencia Roe contra Wade.
Durante la investigaci¨®n el Supremo tambi¨¦n consult¨® con Michael Chertoff, que fue secretario de Seguridad Nacional durante el mandato del presidente George W Bush (2001-2009). Chertoff ha recomendado varios pasos para reforzar la seguridad de la informaci¨®n en el tribunal, pero no ofrece sugerencias para continuar la pesquisa interna, que considera que ha examinado todos los ¨¢ngulos posibles. ¡°A estas alturas no puedo identificar ninguna medida investigativa que pudiera resultar ¨²til¡±, declara el experto.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.