Jacinda Ardern anuncia su dimisi¨®n como primera ministra de Nueva Zelanda
La laborista dejar¨¢ su cargo el pr¨®ximo febrero y alega que no tiene ¡°la energ¨ªa¡± para presentarse a la reelecci¨®n en octubre
La primera ministra de Nueva Zelanda, la laborista Jacinda Ardern, ha anunciado este jueves inesperadamente que dejar¨¢ el cargo el pr¨®ximo febrero. ¡°Soy humana, los pol¨ªticos somos humanos. Lo damos todo, todo el tiempo que podemos. Y entonces llega la hora. Para m¨ª, ha llegado la hora.¡± Con estas palabras ha justificado Jacinda Ardern, de 42 a?os, su decisi¨®n de dejar el cargo de primera ministra de Nueva Zelanda, nueve meses antes de las elecciones generales. El anuncio ha cogido por sorpresa a los neozelandeses y a su mismo partido; los ministros y diputados laboristas han conocido la noticia solo unas pocas horas antes que se divulgara a la prensa.
Ardern ha aludido razones personales a su repentina marcha: ¡°Ya no tengo suficiente energ¨ªa para desarrollar el cargo como es debido¡±, ha explicado mientras perd¨ªa la voz e intentaba contener las l¨¢grimas. Despu¨¦s de los ¡°cinco a?os y medio m¨¢s gratificantes de mi vida¡±, Ardern dice estar ansiosa por pasar m¨¢s tiempo con su hija, Neve, y poder casarse finalmente con su prometido, Clarke Gayford. La l¨ªder laborista juega la carta personal para convencer a los neozelandeses de que su decisi¨®n no es en absoluto pol¨ªtica, a pesar de que las ¨²ltimas encuestas sit¨²an a su partido en el nivel m¨¢s bajo de popularidad desde 2017. El apoyo a la primera ministra empez¨® a decaer cuando mantuvo las restricciones por la covid durante mucho m¨¢s tiempo que la mayor¨ªa de otros pa¨ªses, pero ha sido el declive econ¨®mico el que ha causado m¨¢s da?o a su prestigio. El incremento del coste de la vida (la inflaci¨®n se sit¨²a en el 7,2%), la subida de los tipos de inter¨¦s y el aumento del precio de la gasolina han lastrado el aura de una de las l¨ªderes m¨¢s populares de la historia de Nueva Zelanda y con gran proyecci¨®n internacional.
En octubre del 2020, Jacinda Ardern gan¨® las elecciones con un 49,1% de los votos, la primera mayor¨ªa absoluta registrada en este pa¨ªs desde 1996. Detr¨¢s de su victoria estaba el manejo ¡ªentonces considerado impecable¡ª de la pandemia, adem¨¢s de su liderazgo ejemplar durante los atentados terroristas de Christchurch y la erupci¨®n del volc¨¢n Whakaari. A pesar de su descenso de popularidad, el partido laborista pierde con Ardern su mejor opci¨®n para afrontar las elecciones de este octubre. El viceprimer ministro, Grant Robertson, ya se ha apresurado a anunciar que no se presentar¨¢ para suceder a Ardern, dejando el partido con un vac¨ªo de liderazgo y sin ning¨²n candidato con suficiente carisma para rellenarlo.
La izquierda neozelandesa se queda sin su talism¨¢n, pero al mismo tiempo Nueva Zelanda pierde a su mejor embajadora. Jacinda Ardern ha conseguido una popularidad sin precedentes para un jefe de Gobierno neozeland¨¦s. Ha destacado en la escena internacional por su progresismo y su empat¨ªa. La revista Times alab¨® su agenda de ¡°compasi¨®n y comunidad¡¯ y la revista Foreign Policy la apod¨® la ¡°anti-Trump del mundo¡±. Su popularidad ha abierto puertas hasta ahora cerradas para este peque?o pa¨ªs de cinco millones de habitantes. Adem¨¢s, Ardern se ha erigido como portavoz feminista por su determinaci¨®n de no sacrificar su vida personal a coste de su carrera profesional. Tuvo su primera hija durante su primer a?o en el cargo y llev¨® a su reci¨¦n nacida a la Asamblea General de las Naciones Unidas, en un esfuerzo para acallar las voces mis¨®ginas que la acusaban de no poder ejercer de madre y primera ministra a la vez.
Ardern siempre se ha enorgullecido de ser mujer, madre, y una de las l¨ªderes mundiales m¨¢s j¨®venes del mundo. Pero estas son las mismas razones por las que la l¨ªder laborista se ha sometido a un nivel de escrutinio p¨²blico mucho m¨¢s intenso que el de otros jefes de Gobierno. Su predecesora en el cargo, Helen Clark, que ejerci¨® de primera ministra de Nueva Zelanda entre 1999 y 2008, ha reconocido hoy que el acoso que ha sufrido Ardern ha sido inaudito: ¡°Cualquier primer ministro est¨¢ sometido a una gran presi¨®n, pero en esta ¨¦poca de las redes sociales, el clickbait y los ciclos informativos de 24/7, Jacinda ha afrontado un nivel de odio y veneno que considero sin precedentes en este pa¨ªs¡±.
El ascenso al poder de Jacinda Ardern en agosto de 2017 fue tan sorprendente como inesperada ha sido su dimisi¨®n este jueves, en medio de las vacaciones del verano de Nueva Zelanda, cuando el ciclo informativo suele ser lento. De la misma forma que ha influido la pol¨ªtica nacional e internacional con su estilo personal, la primera ministra ha abandonado el cargo a su manera, en un posible intento para mantener viva su estrella en caso de que, tal como se pronostica, el laborismo fracase en las elecciones previstas para este octubre.
Sin sucesor designado, este ser¨¢ elegido el pr¨®ximo 22 de enero en una votaci¨®n en el seno de su partido. El ganador necesita dos tercios del apoyo de los miembros, un proceso que se espera no se demore m¨¢s all¨¢ del 7 de febrero, fecha que Ardern ha puesto de tope para su dimisi¨®n. El inesperado anuncio de Ardern tiene lugar mientras algunos sondeos conceden cierta ventaja al opositor Partido Nacional para las elecciones, y dan a la formaci¨®n de Ardern, que ha mantenido cierta popularidad a pesar del desgaste habitual tras a?os de gobierno, una ca¨ªda en sus ¨ªndices de apoyo. No obstante, Ardern ha dicho que cree que su formaci¨®n ¡°ganar¨¢ las elecciones¡±.
Ardern se convirti¨® en la mujer dirigente m¨¢s joven del mundo cuando fue elegida primera ministra en 2017 a los 37 a?os. Durante su mandato, Nueva Zelanda se ha enfrentado a numerosas dificultades, como ha recordado ella misma en su comparecencia, como la pandemia de covid-19, los atentados en dos mezquitas de Christchurch en 2019, que dejaron 51 fallecidos, o la erupci¨®n del volc¨¢n Whakaari (tambi¨¦n conocido como White Island) ese mismo a?o. Su gesti¨®n y reacci¨®n tras los atentados fue especialmente aplaudida, prohibiendo despu¨¦s las armas semiautom¨¢ticas utilizadas durante el ataque y reformando las leyes de posesi¨®n de armas. Pero su fulgurante carrera se ha visto en los ¨²ltimos tiempos impactada por la pandemia de covid-19, a la que el gabinete de Ardern hizo frente con uno de los cierres de fronteras m¨¢s estrictos del planeta, as¨ª como por el actual azote de la inflaci¨®n.
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