El sector privado en Cuba reclama una reforma real de la econom¨ªa

El sector privado crece y lucha por afianzarse en Cuba en medio de una de las peores crisis de su historia, que ha exacerbado las tensiones sociales como nunca antes. En un pa¨ªs que en los a?os sesenta estableci¨® el monopolio del Estado sobre la econom¨ªa y nacionaliz¨® m¨¢s de 50.000 peque?os negocios particulares, desde las bodegas y bares hasta los estudios de arquitectura, ya cerca de un mill¨®n y medio personas trabajan en el sector no estatal, que emplea al 34% de la fuerza laboral y participa en el PIB con cerca de un 14%. Tras m¨¢s de una d¨¦cada de espera, en septiembre de 2021 fueron autorizadas las micro, peque?as y medianas empresas privadas (mipymes), con personalidad jur¨ªdica y un l¨ªmite m¨¢ximo de 100 trabajadores, abri¨¦ndose un nuevo escenario en el pa¨ªs. M¨¢s de 6.000 han sido aprobadas, una de cada cuatro de ellas del sector de la construcci¨®n, pero todav¨ªa numerosas limitaciones lastran el funcionamiento y desarrollo de estos negocios y el trabajo de los nuevos emprendedores, que cada vez reclaman con m¨¢s fuerza sus derechos y la profundizaci¨®n de las reformas.

Un ejemplo de las trabas y contradicciones de la actual apertura es la situaci¨®n de los arquitectos e ingenieros, que todav¨ªa tienen prohibido el ejercicio privado de su profesi¨®n y no pueden constituir mipymes para realizar proyectos, lo que ha provocado una reclamaci¨®n gremial in¨¦dita en Cuba. M¨¢s de 700 profesionales del sector han firmado varias cartas dirigidas a las m¨¢s altas instancias del Gobierno demandando su derecho a ejercer de modo independiente una actividad que consideran vital para salvar La Habana y otras ciudades de Cuba de su creciente deterioro ¨Dseg¨²n datos oficiales, en 2021 el 37% de las 3.946.000 viviendas que constituyen el fondo habitacional de Cuba estaba en mal estado o regular¨D. En pa¨ªses socialistas como China o Vietnam el problema lo resolvieron hace tiempo y los arquitectos pueden trabajar libremente, se?alan. Pero en Cuba, a?o 2023, no es posible.

¡°Es una incongruencia y un desatino. Se ha creado una situaci¨®n absurda, ya que m¨¢s del 25% de las empresas privadas aprobadas est¨¢n relacionadas con la construcci¨®n. Han quedado autorizadas todas las actividades constructivas en el sector privado, menos la inicial y decisiva: el proyecto a construir. Esto favorece el intrusismo profesional y atenta contra la calidad de las obras que se realizan, en momentos en que muchas edificaciones en Cuba est¨¢n en mal estado y cuando el creciente sector privado requiere cada vez m¨¢s de la remodelaci¨®n y construcci¨®n de locales para instalar sus nuevos negocios o la rehabilitaci¨®n de viejas viviendas¡±, coinciden los prestigiosos arquitectos Abel Tablada y Orlando Incl¨¢n, ambos firmantes de las cartas.

La prohibici¨®n de ejercer el trabajo independiente para arquitectos, ingenieros y otros profesionales, recogida en el decreto 49, de agosto de 2021, est¨¢ motivada por las tesis defendidas en el ¨²ltimo congreso del Partido Comunista de Cuba, celebrado en abril de ese mismo a?o, el ¨²ltimo bajo la direcci¨®n de Ra¨²l Castro. El expresidente cubano critic¨® entonces en su informe central las demandas de los profesionales en los siguientes t¨¦rminos: ¡°Parecer¨ªa que el ego¨ªsmo, la codicia y el af¨¢n de mayores ingresos provocan en algunos el aliento para desear que se inicie un proceso de privatizaci¨®n que barrer¨ªa los cimientos y las esencias de la sociedad socialista construida a lo largo de m¨¢s de seis d¨¦cadas¡±. Por ese camino, dijo, ¡°en poco tiempo se desmontar¨ªan tambi¨¦n los sistemas nacionales de educaci¨®n y de salud p¨²blica, ambos gratuitos y de acceso universal para todos los cubanos¡±.

En las diversas reuniones que desde entonces han mantenido los arquitectos con altos funcionarios de los ministerios de la Construcci¨®n y de Econom¨ªa y Planificaci¨®n, por activa y por pasiva han defendido que ¡°no se trata de privatizar un servicio, pues el Estado ni siquiera lo ofrece, ya que las grandes empresas estatales de proyecto atienden solo grandes obras, no rehabilitaciones y construcciones particulares de peque?a escala¡±, explica el arquitecto Universo Garc¨ªa. En la misma l¨ªnea, su colega Jos¨¦ Antonio Choy se?ala que el gremio no est¨¢ proponiendo ¡°privatizaci¨®n alguna¡± sino que los profesionales del sector puedan aportar a las mejores soluciones arquitect¨®nicas y urban¨ªsticas por el bien del pa¨ªs. ¡°El problema de si se permite o no el trabajo independiente para los arquitectos cubanos, va m¨¢s all¨¢ de una medida laboral. Trasciende al ¨¢mbito de la sociedad y de su cultura, ya que un Gobierno que no permite el ejercicio y la libre expresi¨®n de la arquitectura, el debate y su confrontaci¨®n, limita el importante papel que tiene la arquitectura y la ciudad en la calidad de vida de sus ciudadanos¡±.

A su juicio, compartido por los m¨¢s de 700 profesionales que se han adherido a la reclamaci¨®n, autorizar el trabajo independiente servir¨ªa para ¡°elevar la calidad de la arquitectura y de las ciudades, que se ve amenazado en la actualidad por una producci¨®n arquitect¨®nica y urbana mediocre o peor a¨²n, que amenaza al patrimonio construido del pa¨ªs¡±. A las insistentes cartas y peticiones del gremio a las autoridades para que rectificaran y acabasen con la prohibici¨®n, el ministro de la Construcci¨®n (MICONS), Ren¨¦ Mesa, respondi¨® en un inicio con el argumento de que ¡°por el momento¡± hab¨ªan valorado que no era ¡°conveniente la autorizaci¨®n del ejercicio de nuevas actividades profesionales¡±.

Posteriormente, ante las quejas de los arquitectos por la falta de respuestas, en otra reuni¨®n varios viceministros del ramo expresaron abiertamente su preocupaci¨®n por abrir este espacio porque podr¨ªa provocar ¡°un efecto domin¨®¡± en otras profesiones, y un posible ¨¦xodo del sector estatal al privado. Como soluci¨®n de compromiso, el MICONS propuso entonces la creaci¨®n de unas experimentales mipymes estatales de arquitectura, de las que m¨¢s de un a?o despu¨¦s solo ha logrado crearse una.

Abel Tablada, que durante a?os trabaj¨® como investigador en B¨¦lgica y profesor en Singapur, desde donde realiz¨® numerosos viajes a Vietnam con sus alumnos, resume de forma muy gr¨¢fica su desconcierto: ¡°Me he imaginado la verg¨¹enza que sentir¨ªa si tengo que contarle a alguno de mis amigos vietnamitas que en 2023 los arquitectos cubanos estamos reclamando el derecho a ejercer de forma independiente. Quiz¨¢s un arquitecto franc¨¦s o canadiense conocedor de nuestra realidad pudiera entender nuestra situaci¨®n al asumir que vivimos en un Estado socialista centralizado. Pero un vietnamita no lo entender¨ªa, pues aun viviendo en un pa¨ªs con un sistema de partido ¨²nico y pocas libertades pol¨ªticas, tiene por otra parte muchas m¨¢s libertades econ¨®micas¡±. No ser¨ªa posible explicarle, asegura: ¡°Que nosotros, que tanto ayudamos a su pa¨ªs hace cinco d¨¦cadas, estemos ahora con tal atraso legislativo en el sector econ¨®mico y constructivo. No comprender¨ªa que las autoridades, que se supone deben trabajar para el desarrollo del pa¨ªs, estuvieran posponiendo una discusi¨®n de la que se sabe su conclusi¨®n por lo b¨¢sico de los derechos reclamados¡±.

Posible ¨¦xodo

Sobre el posible ¨¦xodo de arquitectos e ingenieros hacia el sector privado, ¡°la situaci¨®n es tanto o m¨¢s parad¨®jica¡±, opina el soci¨®logo Carlos Garc¨ªa Pley¨¢n, ¡°si se tiene en cuenta que las facultades de arquitectura grad¨²an m¨¢s de 200 arquitectos anualmente y la mitad de ellos est¨¢n abandonando el pa¨ªs en busca de mejores oportunidades¡±. Con esta ¡°innecesaria prohibici¨®n¡±, indica, ¡°pierden los arquitectos (su posibilidad de realizaci¨®n profesional), pierden los ciudadanos (el necesario servicio de asistencia t¨¦cnica de arquitectura), pierden los emprendedores (la calidad y funcionalidad de sus instalaciones), pierde la ciudad (la imprescindible atenci¨®n a su patrimonio edificado) y pierde el pa¨ªs (con el ¨¦xodo de profesionales)¡±.

La semana pasada, nuevamente las demandas del gremio fueron escuchadas por altos dirigentes del Gobierno durante el noveno congreso de la Uni¨®n Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcci¨®n de Cuba (UNAICC). Pero de momento, nada. Observa Pley¨¢n que si el caso de los arquitectos es ¡°especialmente lamentable¡± e ilustra de modo claro los miedos y contradicciones del Gobierno ante el proceso de reformas, es solo un ejemplo de las abundantes limitaciones oficiales que siguen entorpeciendo el desarrollo y funcionamiento del sector privado, que en estos momentos de crisis es m¨¢s necesario que nunca.

La falta de financiamiento y cr¨¦ditos, los elevados impuestos, la excesiva burocracia que enlentece y complica de forma delirante cualquier gesti¨®n o la ausencia de un mercado cambiario oficial que permita a los nuevos empresarios adquirir las divisas que necesitan para importar y cerrar el ciclo de sus negocios, son algunas de las trabas a que se enfrentan los emprendedores. Oniel D¨ªaz, de la empresa consultora Auge, que ha asesorado a m¨¢s de un centenar de mipymes en su proceso de constituci¨®n, piensa que aunque el proceso de apertura no tiene marcha atr¨¢s, lo peor son los vaivenes y ¡°los titubeos oficiales, que hacen que las autoridades ni siquiera cumplan con lo que han legislado¡± y se pierda credibilidad y un tiempo que vale oro. D¨ªaz ha planteado incluso la necesidad de crear una asociaci¨®n de empresarios privados cubanos que pueda canalizar las preocupaciones del sector y luchar por sus leg¨ªtimos derechos. La respuesta: silencio siberiano.

Seg¨²n Pley¨¢n, ¡°todo esto muestra los estrechos l¨ªmites de cualquier puesta al d¨ªa de un sistema que identifica socialismo con Estado, incluso en contradicci¨®n flagrante con los ¨²ltimos documentos program¨¢ticos aprobados, as¨ª como las enormes dificultades de dialogo de las autoridades con la sociedad civil. Si bien a veces se escuchan los planteamientos, no se abre un verdadero debate en el que argumenten las dos partes¡±. Considera este soci¨®logo que ¡°son grandes todav¨ªa las dificultades para evolucionar y adaptarse a los nuevos contextos nacionales, bajo el pesado manto de la continuidad¡±. Choy dice que como de momento nada se ha resuelto y no se puede trabajar, ahora se dedica al dibujo y ha hecho una serie que ha bautizado como El arte de la espera. En enero de 2023, en medio de una crisis galopante que ha puesto al pa¨ªs contra las cuerdas, en eso se anda en Cuba.

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