Josep Borrell: ¡°Ucrania construir¨¢ su futuro dentro de la UE¡±
El alto representante para Pol¨ªtica Exterior y Seguridad de la Uni¨®n Europea asegura que la ayuda a Kiev no tiene fecha de caducidad y que a Europa le interesa lograr que Putin no arrebate su soberan¨ªa al pa¨ªs vecino
Entre el traqueteo del tren, apoyado en la peque?a mesita de su compartimento, Josep Borrell (La Pobla del Segur, 75 a?os) asegura que la UE seguir¨¢ sosteniendo a Ucrania tanto tiempo y con tantos medios como sea necesario. Aunque ahora est¨¢n por llegar los ansiados tanques occidentales y ya ha empezado el entrenamiento de las tripulaciones ucranias; ...
Entre el traqueteo del tren, apoyado en la peque?a mesita de su compartimento, Josep Borrell (La Pobla del Segur, 75 a?os) asegura que la UE seguir¨¢ sosteniendo a Ucrania tanto tiempo y con tantos medios como sea necesario. Aunque ahora est¨¢n por llegar los ansiados tanques occidentales y ya ha empezado el entrenamiento de las tripulaciones ucranias; enviar aviones no est¨¢ en la agenda. El alto representante para Pol¨ªtica Exterior y Seguridad de la UE viaja de vuelta a Bruselas desde Kiev tras la hist¨®rica cumbre UE-Ucrania, con la que la Uni¨®n ha enviado a Rusia el clar¨ªsimo mensaje de que no dejar¨¢ de sostener al pa¨ªs invadido. Es su segunda visita a Ucrania desde que el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, inici¨® la guerra a gran escala hace casi un a?o. Y Borrell ha encontrado ahora una Kiev algo distinta a la que vio en abril; una capital que se afana en recuperar la vida y de iniciar una reconstrucci¨®n aunque sigan los ataques.
La tarea es ingente. Antes de la cumbre, en una zona boscosa de la regi¨®n de Kiev se ha reunido con un grupo de zapadores que trabajan en el desminado de las ¨¢reas que estuvieron bajo ocupaci¨®n rusa, un problema de enormes magnitudes que Ucrania afronta con medios a¨²n escasos. Durante su visita a Ucrania, Borrell estuvo con los zapadores. Y bajo una intensa nevada, la viceministra del Interior Mary Hakobyan le ofreci¨® un mullido gorro verde de la guardia nacional ucrania. ¡°Se lo cambio por un tanque Leopard¡±, le dijo como un peque?o gui?o.
Pregunta. ?Tiene fecha de caducidad el apoyo europeo a Ucrania?
Respuesta. Hemos dicho y repetido que apoyaremos a Ucrania durante todo el tiempo que sea necesario. La Uni¨®n Europea ya ha comprometido 50.000 millones de euros. De esa cantidad, la parte militar que ha aportado la Uni¨®n y sus Estados miembros es m¨¢s peque?a que la de Estados Unidos, pero no es despreciable. Y lo ser¨¢ menos todav¨ªa cuando se empiecen a suministrar los tanques pesados como se ha acordado. De esos 50.000 millones la parte militar pueden ser 12.000 millones.
P. Si los republicanos ganan en Estados Unidos, ?seguir¨¢ siendo sostenible el apoyo de la Uni¨®n Europea a Ucrania?
R. Si la guerra hubiera ocurrido con Donald Trump en la Casa Blanca, quiero creer que la posici¨®n europea hubiera sido la misma, porque la ayuda a Ucrania es, a fin de cuentas, una ayuda a un pa¨ªs que es nuestro gran socio en el este, y ayud¨¢ndole hacemos algo m¨¢s: ayudamos a nuestra propia seguridad. La alternativa, en Ucrania, hubiera sido la destrucci¨®n de un pa¨ªs soberano y un r¨¦gimen t¨ªtere de Rusia. Y eso no juega a nuestro favor. Independientemente de cu¨¢l sea el resultado de las pr¨®ximas elecciones [estadounidenses], la ayuda europea a Ucrania no es algo que se derive de una pol¨ªtica de los Estados Unidos, sino que es una pol¨ªtica aut¨®noma europea.
P. ?Cu¨¢ndo llegar¨¢n los tanques?
R. Para los tanques hace falta tener tripulaciones entrenadas. Ya ha empezado el entrenamiento de estas incluso en el marco de la misi¨®n militar de la Uni¨®n Europea en los campos de entrenamiento de Polonia y otros en Alemania. Esto no es como ense?ar a conducir un coche, requiere semanas de formaci¨®n muy especializada.
P. ?Se debe mandar aviones?
R. Yo creo que hay que ayudar a Ucrania en todo lo que se pueda. Teniendo en cuenta las circunstancias de no beligerancia en las que queremos seguir. La no beligerancia significa la no participaci¨®n directa en la guerra. Ser¨ªamos beligerantes si envi¨¢ramos tropas, cosa que desde luego no est¨¢ en la agenda, nunca lo ha estado.
P. ?Mandar aviones es ser beligerante?
R. Eso es una apreciaci¨®n subjetiva de los que participan en un conflicto. Yo me ocupo de aplicar las decisiones que se toman y ya veremos lo que pasa en el futuro, de momento este tema no est¨¢ en la agenda.
P. ?Qu¨¦ recorrido tendr¨¢ el plan de paz de 10 puntos de Zelenski?
R. Lo que est¨¢ en ese plan de paz son cosas que deber¨ªan ocurrir. Es normal que Ucrania las pida y que nosotros las apoyemos. Estamos yendo a un debate en las Naciones Unidas, y en ese debate hay que construir una mayor¨ªa en torno a las propuestas que se hagan, una mayor¨ªa que tiene que ser, como m¨ªnimo, la misma que hubo cuando se conden¨® la invasi¨®n. Habr¨¢ que escuchar los puntos de vista de otros pa¨ªses, porque no necesariamente todo el mundo piensa como nosotros.
P. Despu¨¦s de escuchar, por ejemplo, las palabras de Lula sobre la invasi¨®n, o lo que se dice en Sud¨¢frica. ?Cree que la UE ha perdido la batalla del discurso en el Sur global?
R. En la batalla de las narrativas, del discurso, cada historia que se cuenta es cada vez m¨¢s importante. Y Rusia y China le dedican mucho tiempo, mucho dinero, muchas energ¨ªas. Mucho m¨¢s que nosotros. Tal vez, porque como creemos que tenemos raz¨®n, pensamos que todo el mundo atender¨¢ nuestras razones. Y no todo el mundo piensa como nosotros. La historia cuenta. En Am¨¦rica Latina hay una historia de lucha antiimperialista. En ?frica, nos guste o no, hay una historia colonial y se ve a Rusia ¡ªo a la Uni¨®n Sovi¨¦tica¡ª como alguien, en el caso de Sud¨¢frica, por ejemplo, que les ayud¨® a conseguir la independencia o luchar contra el apartheid. Esas cosas cuentan. Luego est¨¢n los intereses, que tambi¨¦n cuentan.
P. ?Qu¨¦ va hacer Europa?
R. Tenemos que comprometernos m¨¢s en esta dial¨¦ctica: no suponer que como estamos del lado de la Carta de las Naciones Unidas todo el mundo va a estar con nosotros a la hora de juzgar las causas y las consecuencias de la guerra. Muchos, independientemente de cu¨¢les sean las causas, valoran lo que ocurre en funci¨®n de las consecuencias que les tocan, que les afectan. Eso es algo que tenemos que interiorizar. Y ahora, de cara a la pr¨®xima Asamblea General de Naciones Unidas, cuando se discuta de nuevo la situaci¨®n en Ucrania, debemos hacer un gran esfuerzo de redacci¨®n, de explicaci¨®n, de argumentaci¨®n; sabiendo que en algunos casos no se trata de convencer, porque lo que prima es el inter¨¦s y no el argumento, y que en otros casos s¨ª hace falta suministrar argumentos.
P. En la hist¨®rica cumbre UE-Ucrania en Kiev, Zelenski dijo que quiere empezar las negociaciones para la integraci¨®n en la Uni¨®n este a?o. ?Eso es realista?
R. Zelenski expresa la voluntad clara de su Gobierno y del pueblo de Ucrania de construir su futuro como un pa¨ªs de la UE. Y con lo que ha ocurrido, con lo que pasa con ese pa¨ªs martirizado y destruido por Rusia, claramente la historia lo ha inclinado del lado de Europa. Ucrania construir¨¢ su futuro dentro de la UE. Para eso tiene que hacer reformas, cumplir las condiciones. Tenemos que ayudarlos. Hacerlo en mitad de una guerra no es precisamente f¨¢cil. Ya de por s¨ª es dif¨ªcil. No quiero poner plazos, pero s¨ª se?alar la clara voluntad, que es fundamental para conseguir un objetivo. Para Espa?a, formar parte de la UE despu¨¦s de la dictadura franquista era nuestro futuro hist¨®ricamente asumido. Para Ucrania podr¨ªa haber sido de otra manera, hubiera podido acabar estando, como quiere Putin, en la ¨®rbita del antiguo imperio zarista. Pero las cartas ya est¨¢n echadas.
P. Ucrania necesita a la UE, pero la UE tambi¨¦n necesita a Ucrania.
R. Ucrania no solo se defiende a s¨ª misma. Tambi¨¦n es parte integrante de nuestro sistema de seguridad. No s¨¦ si nos hubi¨¦ramos podido quedar indiferentes si Putin hubiera conseguido su objetivo y hubiera tomado Kiev e instalado all¨ª un gobierno a sus ¨®rdenes. Nuestra seguridad se hubiera visto afectada negativamente.
P. Tras la guerra, ?emerger¨¢ otra Europa?
R. No sabemos c¨®mo va a acabar esta guerra. Pero Europa y el mundo ser¨¢n muy diferentes seg¨²n c¨®mo acabe. Y por lo tanto est¨¢ en nuestro inter¨¦s evitar que Putin logre su objetivo, que es una Ucrania sometida a su voluntad pol¨ªtica o despiezada.
P. El Consejo Europeo volver¨¢ a debatir esta semana un tema que se ha vuelto a calentar en la UE: la inmigraci¨®n.
R. Las posiciones de los Estados miembros son demasiado diferentes y Europa no ha sido capaz de construir una pol¨ªtica com¨²n de inmigraci¨®n y de asilo que est¨¦ a la altura de los desequilibrios econ¨®micos y demogr¨¢ficos de nuestro tiempo, que son cada vez mayores. Estamos viviendo un invierno demogr¨¢fico. Algunos pa¨ªses pueden preferir envejecer solos, pero eso no es una soluci¨®n de futuro. Europa necesita la aportaci¨®n de capacidades humanas que no le da su demograf¨ªa. Cuanto mejor organicemos con los pa¨ªses v¨ªas de inmigraci¨®n regular para que las personas vengan sin arriesgar sus vidas, m¨¢s f¨¢cil luchar contra la irregular. Esos son los acuerdos que hay que construir. Encerrarse, decir ¡°no quiero ning¨²n emigrante¡±, puede ser una soluci¨®n para un pa¨ªs peque?o, pero no lo es para la Uni¨®n Europea en su conjunto.
P. Cada vez hay m¨¢s pa¨ªses que quieren una Europa fortaleza, incluso construir muros financiados con fondos de la Uni¨®n.
R. Hay que ver qu¨¦ quiere decir eso. Las fronteras hay que protegerlas. Adem¨¢s, como hemos suprimido nuestras fronteras interiores, la frontera exterior de cada pa¨ªs es la frontera exterior de todos. Hemos hecho comunitarias las fronteras exteriores al suprimir las interiores, y de eso todav¨ªa no tenemos suficiente conciencia. Y hay una cuesti¨®n que es la de los movimientos secundarios de poblaci¨®n: personas que entran por un pa¨ªs y de all¨ª se van a otro. Las fronteras hay que protegerlas, pero dentro de una estrategia pol¨ªtica. No vamos a construir nuestro futuro convirti¨¦ndonos en un recinto cerrado, porque no queremos que nadie acceda, porque est¨¢ en nuestro propio inter¨¦s que accedan pero de manera regulada, organizada, que no ponga en peligro sus vidas, que no alimente a las mafias y que permita tambi¨¦n evitar la fuga de cerebros de los pa¨ªses en desarrollo.
P. ?Tiene futuro el acuerdo nuclear con Ir¨¢n?
R. El acuerdo en s¨ª, lo que era que no se convirtiera en una potencia nuclear a cambio de permitirle participar en el comercio internacional y, en particular, exportar su petr¨®leo, estaba ya pr¨¢cticamente reconstruido. Lo destruy¨® Trump de una manera gratuita. Aunque funcionaba bien, [Estados Unidos] se retir¨® del acuerdo. Despu¨¦s, el acuerdo sustantivo estaba pr¨¢cticamente terminado, aunque luego no fue posible llegar al final. M¨¢s tarde, Ir¨¢n ha entrado en una din¨¢mica que hace muy dif¨ªcil llegar a acuerdos de ninguna naturaleza. La represi¨®n de los movimientos internos, en particular de las mujeres, la aplicaci¨®n de la pena capital, el suministro de armas a Rusia ¡ªaunque ellos niegan que lo hagan, hay bastante evidencia al respecto¡ª han creado un entorno en el que el acuerdo nuclear se hace m¨¢s dif¨ªcil.
P. ?Ahora est¨¢ congelado totalmente?
R. S¨ª, m¨¢s bien.
P. Pero no muerto.
R. No, a m¨ª me toca intentar mantenerlo vivo, pero sabiendo y repitiendo todos los d¨ªas que lo que est¨¢ ocurriendo en Ir¨¢n lo hace mucho m¨¢s dif¨ªcil.
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