¡°Tengo m¨¢s miedo de vivir en Ecuador que de cruzar el Dari¨¦n¡±
M¨¢s de 250.000 personas cruzaron en el ¨²ltimo a?o la peligrosa selva entre Colombia y Panam¨¢. El ecuatoriano Dany Chapi lo hizo dos veces y ya planea la tercera

Dany Chapi decidi¨® que migrar era la ¨²nica opci¨®n que ten¨ªa para sostener a sus tres hijos y a su esposa. ¡°Fue muy duro decirle a mi familia que me iba a ir, porque nunca nos hab¨ªamos separado¡±, recuerda. No les dijo cu¨¢ndo se ir¨ªa, ni se despidi¨® de ellos, era un 4 de julio de 2022 cuando les avis¨® de que estaba en Colombia, rumbo a Panam¨¢, para cruzar el peligroso camino por el Dari¨¦n, un muro de selva entre Colombia y Panam¨¢. Uno de los pulmones de Am¨¦rica que esconde un infierno para cientos de miles de migrantes que quieren llegar a Estados Unidos.
La meta estaba trazada, llegar a Norteam¨¦rica a cualquier costo, pero no lo consigui¨® en el primer intento. Dany fue detenido por migraci¨®n en M¨¦xico y devuelto a Quito. Esper¨® un poco m¨¢s de un mes para recuperarse de la deshidrataci¨®n que le hab¨ªa dejado la traves¨ªa y volvi¨® a irse, otra vez por el Dari¨¦n. En esa ocasi¨®n los vecinos de su barrio se enteraron que har¨ªa de nuevo el viaje y 40 personas le pidieron ir con ¨¦l, entre ellos ocho ni?os. ¡°Hab¨ªa una se?ora que era bien gordita, viajaba con sus siete hijos, yo ten¨ªa miedo que no pudiera subir la monta?a de la muerte, pero ten¨ªa tantas ganas, que ah¨ª entre todos ayudamos¡±, dice Dany, que esta vez hizo de gu¨ªa.
Esta no se parece a la migraci¨®n de los noventa, cuando millones de ecuatorianos salieron hacia Estados Unidos por barco y se contactaba a un coyotero o traficante, que supuestamente ten¨ªa trazada toda la ruta, con unos costos que ascend¨ªan a 15.000 d¨®lares. Miles de familias ped¨ªan pr¨¦stamos o dinero a prestamistas, que cobran hasta un 25% de inter¨¦s. Esa ruta todav¨ªa existe. Pero la primera vez que Dany y tres amigos decidieron migrar, consiguieron la informaci¨®n de Tik Tok y de un conocido que hab¨ªa hecho el viaje, y sobrevivi¨®. ¡°?l nos dejaba mensajes de voz y nos explicaba qu¨¦ deb¨ªamos hacer¡±, pero la mayor parte del trayecto segu¨ªan a los dem¨¢s caminantes que, al igual que ellos, ten¨ªan el mismo objetivo de pasar la selva por donde han cruzado m¨¢s de 250.000 migrantes en el ¨²ltimo a?o.
Los ecuatorianos son la segunda nacionalidad que m¨¢s ha usado el paso irregular del Dari¨¦n, seg¨²n migraci¨®n de Panam¨¢. La cifra revela un aumento alarmante, para enero de 2022 se hab¨ªa registrado el paso de 100 personas, para octubre ya eran 8.587 en un solo mes, al finalizar el a?o 29.456 ecuatorianos hab¨ªan cruzado esa selva. El aumento de la violencia en el pa¨ªs est¨¢ detr¨¢s de las cifras.
De las 4.161 consultas m¨¦dicas que ha realizado M¨¦dicos Sin Fronteras en las primeras semanas de enero a la salida del Dari¨¦n, el 13,3% corresponden a pacientes ecuatorianos; es decir, 550 personas. En todo el 2022, el 7% de las 40.000 atenciones fueron a migrantes de Ecuador, entre ellos Dany. ¡°Les ped¨ª ayuda porque en el camino me dio gripe, pero lo peor es que se me hicieron cortes muy feos en las piernas y en los pies por las botas que estaban mojadas porque se entraba el agua al cruzar los r¨ªos¡±, relata las consecuencias de las 12 horas caminando durante siete d¨ªas.
¡°En el camino se ven muchas cosas, mucha gente que se rinde, mucha gente que se lesiona y no hay quien les ayude y se quedan ah¨ª a morir¡±, describe Dany. ?l tambi¨¦n vio a los muertos en el r¨ªo y lo subi¨® a Tik Tok, donde fue documentando el viaje, a los ni?os que cruzaban por los r¨ªos, las banderas de Ecuador que se amarraban en los ¨¢rboles para dejar la huella, la pelea por los salvoconductos y los cortos recesos en los campamentos que se armaban al caer la noche. A Dany y a sus amigos tambi¨¦n los asaltaron grupos armados en la mitad de la selva. Era la vida o 100 d¨®lares, y en un instante perdieron todo el dinero que hab¨ªan llevado.
Dany Chapi ten¨ªa tres talleres mec¨¢nicos en la capital ecuatoriana hasta antes de la pandemia, pero como muchas otras personas, los negocios cerraron y cuando la reactivaci¨®n empez¨® logr¨® sostener solo un local. Daba lo justo para una familia de cinco y pagar a los empleados, pero no para la ¡°vacuna¡±, la extorsi¨®n que grupos criminales piden sin discriminaci¨®n alguna a los negocios en Ecuador.
¡°Entraron dos veces al local, le avis¨¦ a la Polic¨ªa pero no hizo nada¡±. Decidi¨® migrar cuando los delincuentes visitaron no solo el negocio de Dany, sino el de toda la calle, a plena luz del d¨ªa, para decirles que si no pagaban el valor mensual que ped¨ªan, habr¨ªa consecuencias contra los bienes y la familia.
Despu¨¦s de atravesar en dos ocasiones la peligrosa selva, Dany sostiene: ¡°Tengo menos miedo de cruzar el Dari¨¦n que de vivir en Ecuador¡±. Ahora est¨¢ planeando su tercer intento para ir a Norteam¨¦rica, esta vez lo har¨¢ con su esposa y tres hijos. La compleja situaci¨®n de inseguridad del pa¨ªs sudamericano, donde han asesinado a m¨¢s de 4.600 personas en el ¨²ltimo a?o, ha desplazado a la falta de empleo y de oportunidades que desde siempre han sido los motivos por los cuales los ecuatorianos migran. ¡°Muchas de las personas que se animan a hacer esta ruta han expresado que existe un factor de violencia o no se sent¨ªan seguras en el sitio en el que estaban¡±, explica Cristina Zugasti, representante de M¨¦dicos Sin Fronteras en Panam¨¢.
¡°Un se?or de 50 a?os que vino a consulta nos dijo que vend¨ªa cosas en la calle y que los grupos criminales le pidieron 2.000 d¨®lares y ¨¦l contaba que no pod¨ªa pagar, entonces se fue¡±, a?ade. Hay otros casos en los que el miedo a que en cualquier momento les toque a ellos, los ha motivado a irse, como el de una mujer que en m¨¢s de una ocasi¨®n la llamaron del colegio de los hijos mientras estaba en el trabajo. ¡°Era la directora que no hab¨ªa pagado la vacuna y ten¨ªan que ir corriendo a recoger a los ni?os porque les hab¨ªan amenazado con una bomba¡±, comenta Zugasti, en otro de los casos que han recogido en el poco tiempo que los m¨¦dicos asisten con ayuda psicol¨®gica a los migrantes cuando salen del Dari¨¦n.
La segunda vez que Dany cruz¨® la selva, atraves¨® Centroam¨¦rica y M¨¦xico y logr¨® llegar a Estados Unidos. Empez¨® a trabajar ensamblando muebles de cocina a los pocos d¨ªas. El sue?o americano se hab¨ªa cristalizado. Pero su esposa decidi¨® ir detr¨¢s de ¨¦l, acompa?ada solo con sus hijos de 3 y 14 a?os, tambi¨¦n lo hizo por la selva del Dari¨¦n. ¡°Fue muy duro pero lo lograron¡±, cuenta. Sin embargo, no corrieron con la misma suerte y fueron detenidos en M¨¦xico. Era diciembre de 2022, v¨ªspera de Navidad, cuando Dany recibi¨® la llamada. ¡°Mi esposa lloraba destrozada, estaba en Ecuador, los hab¨ªan deportado¡±, y ¨¦l decidi¨® regresar a por ellos. ¡°En junio lo intentar¨¦ de nuevo, pero con mi familia¡±, dice
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