M¨¢s nicarag¨¹enses que nunca
Ortega y Murillo pretenden determinar qui¨¦nes merecen ser nicarag¨¹enses y qui¨¦nes no. Vienen a decir ¡°la patria soy yo¡±, o ¡°somos nosotros¡±: el primer atributo de los reg¨ªmenes totalitarios
Hoy en esta newsletter hablamos de patria. La palabra es un significante vac¨ªo desde mucho antes de que el te¨®rico pol¨ªtico argentino Ernesto Laclau acu?ara esa noci¨®n. Desde siempre, en realidad, y el intento de llenar ese vac¨ªo ha dado lugar a un gran repertorio de esperpentos hist¨®ricos. El ¨²ltimo lo encarnan dos gobernantes que llevan a?os torturando el concepto de patria, al igual que el de pueblo. En definitiva, el de democracia. El r¨¦gimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo orden¨® ayer despojar de la nacionalidad nicarag¨¹ense a 94 ciudadanos, escritores, intelectuales, activistas pol¨ªticos y periodistas. La vileza, que incluye la confiscaci¨®n de sus bienes, se explica sola. Pero al mismo tiempo esta venganza da una idea de la perversi¨®n del mensaje de fondo. Ortega y Murillo determinan qui¨¦nes merecen ser nicarag¨¹enses y qui¨¦nes no. Vienen a decir ¡°la patria soy yo¡±, o ¡°somos nosotros¡±: el primer atributo de los reg¨ªmenes totalitarios.
En cualquier caso, estos d¨ªas lo menos importante es lo que pretenden ser los jerarcas del sandinismo. Saber que no representan ninguna patria, que sus farsas electorales les desautorizan y que pisotearon la revoluci¨®n que derroc¨® a Somoza no es m¨¢s que una constataci¨®n. Lo que importa es que m¨¢s de 300 personas han perdido su nacionalidad por oponerse al r¨¦gimen. La semana pasada el aparato de Ortega y Murillo sac¨® de la c¨¢rcel a 222 presos pol¨ªticos, les embarc¨® en un vuelo charter y los envi¨® a Washington. Una buena noticia, sin duda, a la que sigui¨® un ajuste de cuentas. Bast¨® una reforma expr¨¦s de la Constituci¨®n para declararlos ¡°ap¨¢tridas¡±.
El Gobierno de Espa?a ofreci¨® la nacionalidad a este grupo, en el que se encontraban Dora Mar¨ªa T¨¦llez, la Comandante Dos de la revoluci¨®n sandinista, los hermanos Cristiana y Pedro Joaqu¨ªn Chamorro o el l¨ªder estudiantil Lesther Alem¨¢n. Un gesto de grandeza frente al odio demostrado por el r¨¦gimen. El obispo Rolando ?lvarez se neg¨® a abordar el avi¨®n y fue castigado con una condena de 26 a?os de c¨¢rcel. Pero ayer Ortega y Murillo reincidieron. Entre los 94 nicarag¨¹enses despojados de nacionalidad est¨¢n los escritores Sergio Ram¨ªrez y Gioconda Belli, el obispo Silvio B¨¢ez, la feminista Sof¨ªa Montenegro, la defensora de derechos humanos Vilma N¨²?ez y los periodistas Carlos Fernando Chamorro y Wilfredo Miranda, colaborador de EL PA?S. Todos ellos son hoy m¨¢s nicarag¨¹enses que nunca y sus voces, junto tambi¨¦n a la de nuestro compa?ero Carlos Salinas Maldonado y a la de tantos otros, las m¨¢s valiosas para denunciar ante el mundo una deriva sin freno.
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