El presidente Lula reformula el exitoso programa Bolsa familia para combatir la pobreza en Brasil
El izquierdista mantiene la cuant¨ªa de 600 euros que aument¨® Bolsonaro y m¨¢s de 20 millones de familias reciben la paga mensual
Bolsa Familia, el programa contra la pobreza m¨¢s emblem¨¢tico de los Gobiernos progresistas de Brasil, recupera ese nombre ¡ªel original, con el que alcanz¨® fama internacional¡ª y reinstaura una serie de requisitos que los beneficiarios no necesitaron cumplir mientras gobern¨® la extrema derecha. Luiz In¨¢cio Lula da Silva ha presentado este jueves en Brasilia los detalles sobre la paga mensual que reciben unos 22 millones de familias pobres. El Bolsa Familia reformulado tiene dos padres: Lula, que ahora vuelve a exigir que los cr¨ªos vayan a la escuela, est¨¦n vacunados y que las embarazadas se sometan a revisiones prenatales y a?ade un suplemento por cada hijo menor, y el expresidente Jair Bolsonaro, que aument¨® a 600 reales por familia (108 euros, 115 d¨®lares) una cuant¨ªa que ahora se mantiene.
El presidente Lula ha destacado que Bolsa Familia ¡°no es un programa de un Gobierno, de un presidente de la rep¨²blica, es de la sociedad brasile?a. Y solo funcionar¨¢ si al sociedad lo fiscaliza¡±. En la ceremonia de presentaci¨®n, celebrada en Brasilia, el mandatario ha compartido protagonismo con Isamara Mendes, una joven doctorada en la universidad que ha contado c¨®mo la paga ofreci¨® a su familia oportunidades impensables hasta entonces.
Lula ha creado el nuevo Bolsa Familia y dos pagas suplementarias v¨ªa un decreto que debe refrendar el Congreso. Las familias recibir¨¢n 150 reales m¨¢s por cada hijo hasta de seis a?os, y 50 reales por cada uno entre los 7 y los 18 a?os. Y vuelve a ser obligatorio cumplir una serie de requisitos que contribuyeron a notables mejoras en las tasas de mortalidad infantil y escolarizaci¨®n.
Bolsa Familia revolucion¨® la vida de los brasile?os que no ten¨ªan dinero ni para las necesidades m¨¢s b¨¢sicas. Fue uno de los instrumentos clave de las pol¨ªticas p¨²blicas que lograron sacar a millones de la pobreza extrema y de la pobreza a secas. Y adem¨¢s con la ventaja de que era eficaz y, al menos hasta la pandemia, tambi¨¦n barato. Supon¨ªa un 0,5% del PIB. Con esa inversi¨®n, una quinta parte de los beneficiados prosper¨® hasta dejar de necesitar la ayuda, seg¨²n un estudio del Instituto brasile?o de Movilidad y Desarrollo Social publicado por Folha de S. Paulo hace un a?o.
A medida que Bolsa Familia empez¨® a dar frutos, se convirti¨® en la gran marca electoral de Lula y del Partido de los Trabajadores. Por eso, una de las primeras decisiones de Bolsonaro fue rebautizarlo. Auxilio Brasil se llamaba. Pese a los vaivenes con el nombre, la cuant¨ªa se consolid¨® gracias al oportunismo pol¨ªtico y a la pandemia.
El modelo de pa¨ªs que Lula y Bolsonaro propusieron a sus compatriotas en la ¨²ltima campa?a electoral dif¨ªcilmente podr¨ªan ser m¨¢s antag¨®nicos. Un ¨²nico punto en com¨²n destacaba entre una mara?a de propuestas diametralmente opuestas: los 600 reales de la paga mensual para los brasile?os m¨¢s necesitados, las familias que viven con hasta 218 reales por cabeza (menos de 40 d¨®lares). En su carrera hacia la presidencia, tanto el izquierdista como el ultraderechista prometieron desde el minuto uno mantener una cuant¨ªa fruto de un aumento decidido al calor de la pandemia ¡ªBolsonaro y el Congreso triplicaron lo que se pagaba antes del coronavirus¡ª y mantuvo los 600 reales por motivos electoreros con maniobras parlamentarias para ganarse el favor de los votantes m¨¢s pobres, un electorado tradicionalmente fiel al Partido de los Trabajadores (PT) de Lula.
A Bolsonaro no le funcion¨® para ganar los comicios. Entre otros motivos porque un breve par¨®n en los pagos, vitales para que millones de familias consigan comer y lo m¨¢s b¨¢sico, hizo que la desconfianza de los beneficiarios en ¨¦l se disparara. Lula en ning¨²n momento sopes¨® siquiera, al menos en p¨²blico, volver a la cuant¨ªa prepandemia porque hay 33 millones de brasile?os que padecen hambre y porque hubiera sido un suicidio pol¨ªtico.
El Gobierno lleva dos meses escrutando el listado de beneficiarios que, seg¨²n denuncia, Bolsonaro engord¨® en busca de votos. La idea es echar a los usuarios fraudulentos para que entren 700.000 familias que est¨¢n en lista de espera.
Muestra del inmerso valor pol¨ªtico de Bolsa Familia es que Lula decidi¨® dejar la joya de la corona en manos de uno de los suyos, una destacada figura del PT con amplio apoyo en el Brasil m¨¢s pobre. Wellington Dias, antiguo gobernador de Piau¨ª, uno de los estados m¨¢s pobres y proporcionalmente con mayor tasa de usuarios del programa, es el actual ministro de Desarrollo Social. La antigua candidata presidencial y hoy ministra de Lula, Simone Tebet, de centro derecha, hubiera deseado la cartera pero el PT lo consider¨® un escaparate demasiado vistoso que podr¨ªa impulsar sus opciones en una pr¨®xima elecci¨®n, as¨ª que fue enviada a un ¨¢rea con peso pero bastante m¨¢s gris, el Ministerio de Planificaci¨®n.
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