Un informe del Parlamento sugiere que Boris Johnson conoc¨ªa la ilegalidad de las fiestas en Downing Street durante el confinamiento

Los diputados conservadores provocaron la ca¨ªda de Boris Johnson hartos de sus sucesivas mentiras. Y, sin embargo, a¨²n no hab¨ªa ninguna conclusi¨®n ni condena oficial por su supuesta falta de honestidad. Hasta ahora. La comisi¨®n parlamentaria que lleva m¨¢s de un a?o investigando las famosas fiestas prohibidas en Downing Street durante el confinamiento ¡ªel esc¨¢ndalo bautizado como Partygate¡ª ha publicado este viernes su primer informe preliminar. Y sugiere claramente que el ex primer ministro era consciente, a pesar de todas las veces que lo neg¨® en la C¨¢mara de los Comunes, de que las congregaciones de su equipo, con comida y alcohol, contraven¨ªan las reglas de distanciamiento social impuestas al resto de la poblaci¨®n por su propio Gobierno.

El informe aporta argumentos, en forma de al menos cuatro mensajes de WhatsApp entre componentes del entonces n¨²cleo central de Downing Street, que ¡°sugieren que las infracciones de las recomendaciones hubieran resultado obvias para el Sr. Johnson cuando asisti¨® a esos encuentros¡±. Y se?ala, adem¨¢s, que existen tambi¨¦n pruebas de que ¡°los que asesoraban al Sr. Johnson sobre lo que deb¨ªa decir tanto a la prensa como a la C¨¢mara de los Comunes no ten¨ªan ellos mismos claro si esos encuentros se ajustaban o no a las normas [de distanciamiento social]¡±.

El director de Comunicaci¨®n de Johnson durante la fecha en que salt¨® el esc¨¢ndalo del Partygate era Jack Doyle, y la comisi¨®n parlamentaria dispone de un intercambio de mensajes de WhatsApp entre este y otro miembro del equipo de Downing Street en el que intentan dar con una cobertura legal a la asistencia del entonces primer ministro a algunas de esas fiestas.

¡°Me est¨¢ costando dar con un modo de justificar que este [en referencia a uno de los encuentros} estuviera dentro de las reglas¡±, dice Doyle. ¡°Era razonablemente necesario por motivos de trabajo¡±, responde el asesor. ¡°Me temo que eso no funciona. Y crea otro agujero enorme en la responsabilidad del primer ministro, ?no?¡±, expresa Doyle sus temores.

La comisi¨®n culpa en parte al propio equipo de Johnson de la tardanza en la entrega de sus conclusiones. Durante meses, acusa, se resistieron a entregar los textos e intercambios de correos y mensajes solicitados por el Parlamento. Y cuando lo hicieron, en una primera entrega, aportaron material altamente editado y corregido, en vez de la redacci¨®n original.

Johnson pasa a la ofensiva

El ex primer ministro ha decidido pasar a la ofensiva, antes de que, como sugieren las primeras conclusiones de la comisi¨®n, caiga sobre ¨¦l un informe final que resultar¨ªa demoledor para sus aspiraciones de volver a primera l¨ªnea de la pol¨ªtica. Johnson deber¨¢ comparecer ante el Parlamento el pr¨®ximo 20 de marzo, para responder a las dudas surgidas durante la investigaci¨®n. Pero ya ha publicado este viernes un primer comunicado en el que, ante la falta de pruebas directas contundentes que demuestren su conocimiento de la ilegalidad de las fiestas, se da por exonerado. ¡°Ha quedado claro, a partir de este informe, que no he cometido ning¨²n desacato al Parlamento [al mentir, ocultar o confundir a los diputados con sus declaraciones]. No existe prueba alguna de que hubiera enga?ado al Parlamento de un modo consciente o deliberado, o de que no aportara nueva informaci¨®n a la C¨¢mara en el momento apropiado¡±, ha respondido Johnson.

Un movimiento inesperado ha jugado en favor del ex primer ministro y de su habilidad para sembrar dudas y teor¨ªas de la conspiraci¨®n contra su persona. La alta funcionaria que redact¨® el primer informe interno sobre el Partygate, Sue Gray, acaba de anunciar su voluntad de abandonar el Gobierno (ocupaba el puesto de vicesecretaria del Gabinete, el segundo cargo m¨¢s importante en la jerarqu¨ªa del alto funcionariado brit¨¢nico) y pasar a ser la jefa de gabinete del l¨ªder de la oposici¨®n laborista, Keir Starmer.

El informe de Gray, que describi¨® una cultura de alcohol y fiesta en Downing Street y se?alaba la culpabilidad de los responsables pol¨ªticos en ponerle freno, result¨® demoledor para Johnson. Gray nunca le se?al¨® personalmente, pero el informe descarg¨® indirectamente sobre ¨¦l gran parte de las culpas.

La decisi¨®n de Gray de pasar a la pol¨ªtica ha llevado a Johnson, y a gran parte de la prensa conservadora que a¨²n le apoya, a cuestionar la credibilidad y legitimidad del informe que en su d¨ªa produjo la alta funcionaria, a pesar de que la mayor¨ªa de sus compa?eros y muchos pol¨ªticos han defendido su integridad y profesionalidad.

¡°Es surrealista que la comisi¨®n intente basar sus conclusiones en pruebas sesgadas y orquestadas¡± por Sue Gray, ha protestado Johnson en su comunicado. ¡°Dejo a otros la decisi¨®n sobre el grado de confianza que se puede depositar en su investigaci¨®n [de Gray] y en el informe que present¨®¡±, ha dicho.

La comisi¨®n, sin embargo, ha respondido al ex primer ministro que sus conclusiones preliminares derivaban de las pruebas recabadas por el propio Parlamento, no del informe de Gray. Aunque no han descartado su incorporaci¨®n a la investigaci¨®n en curso.

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