Francia y su clase pol¨ªtica evitan la autocr¨ªtica por la pasada complacencia con Putin
A diferencia de Alemania, tanto Macron como la oposici¨®n francesa m¨¢s comprensiva con el l¨ªder ruso eluden el debate sobre sus posiciones pasadas
Es un pasado inc¨®modo que nadie quiere remover. Francia apoya con dinero y armas a Ucrania en su lucha por liberarse de Rusia, pero durante m¨¢s de una d¨¦cada, hasta la invasi¨®n del 24 de febrero de 2022, buena parte de la clase pol¨ªtica francesa fue complaciente con el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin.
En Francia, sin embargo, el debate es casi inexistente, a diferencia de Alemania, que lleva un a?o embarcada en un examen de conciencia colectivo y donde la discusi¨®n sobre la guerra es vigorosa. Al contrario que el canciller Olaf Scholz, el presidente Emmanuel Macron no ha tenido que dar en su pa¨ªs explicaciones por los titubeos o la lentitud en la ayuda militar. Sus principales opositores, putin¨®filos o rus¨®filos hasta la invasi¨®n del a?o pasado, han evitado la autocr¨ªtica.
Hay una explicaci¨®n para la actitud diferente a ambas orillas del Rin. La dependencia econ¨®mica alemana respecto a Rusia y la proximidad de su clase pol¨ªtica y empresarial alcanzaron niveles inigualables en otros pa¨ªses occidentales. Es l¨®gico que el debate y la autocr¨ªtica hayan sido m¨¢s intensos en Alemania.
Pero Francia tambi¨¦n contribuy¨® a la legitimaci¨®n de Putin. Varios presidentes (desde Nicolas Sakorzy, admirador declarado de Putin, a Macron, que quiso abrir un di¨¢logo con Rusia para dise?ar una Europa ¡°de Lisboa a Vladivostock¡±) cortejaron al l¨ªder ruso cuando este ya hab¨ªa acosado e invadido pa¨ªses. Por no hablar de la oposici¨®n de extrema derecha o de la izquierda populista, que abiertamente lo justificaba o aplaud¨ªa.
El diplom¨¢tico Michel Duclos, consejero especial del laboratorio de ideas Institut Montaigne, cree que Francia tiene pendiente un cambio de mentalidad en su relaci¨®n hacia Rusia: ¡°Los franceses deben hacer una conversi¨®n mental para tomar consciencia de la amenaza rusa y de la necesidad de concebir una Europa fuerte contra el riesgo de hegemon¨ªa de Rusia. La visi¨®n francesa tradicional era concebir una Europa fuerte por oposici¨®n a la hegemon¨ªa americana. Pero no haremos este tipo de conversi¨®n mental sin un debate. Y un debate, especialmente, sobre los errores del pasado¡±.
¡°Demasiados cad¨¢veres rusos en los armarios de la Rep¨²blica¡±
Lo analizaba hace unos d¨ªas, en Le Monde, la columnista Sylvie Kauffmann: ¡°Ante una opini¨®n p¨²blica hoy mayoritariamente hostil a Vlad¨ªmir Putin, a ning¨²n partido le interesa remover el pasado. Hay demasiados cad¨¢veres rusos en los armarios de la Rep¨²blica¡±. El periodista de izquierdas Edwy Plenel, autor del ensayo L¡¯¨¦preuve et la contre-¨¦preuve, ve ¡°una deriva francesa, intelectual y pol¨ªtica¡±.
El ¡°cad¨¢ver¡± m¨¢s aparatoso es el que guarda el Reagrupamiento Nacional (RN), el partido de extrema derecha que lidera Marine Le Pen. ¡°No escondo que, en cierta medida, admiro a Vlad¨ªmir Putin¡±, declar¨® Le Pen en 2011. El partido contrajo en 2014 un pr¨¦stamo de 9 millones de euros con un banco ruso. En la campa?a para las presidenciales de 2017, Le Pen visit¨® al presidente ruso en Mosc¨².
En el otro lado del tablero, Jean-Luc M¨¦lenchon, l¨ªder euroesc¨¦ptico y anticapitalista de La Francia Insumisa (LFI), fue durante a?os complaciente con Putin. En 2014, cuando Rusia se anexion¨® la pen¨ªnsula ucrania de Crimea ilegalmente, celebr¨®: ¡°Claro que Crimea est¨¢ perdida para la OTAN. Buena noticia¡±. ¡°Son los Estados Unidos de Am¨¦rica los que est¨¢n en una posici¨®n agresiva, no Rusia¡±, sosten¨ªa en enero de 2022, semanas antes de la invasi¨®n. ¡°Rusia tiene intereses y no puede aceptar que la OTAN llegue a su puerta¡±.
Tanto M¨¦lenchon como Le Pen han condenado la invasi¨®n. El presidente del RN, Jordan Bardella, declar¨® hace unos d¨ªas al diario L¡¯Opinion que hubo ¡°una ingenuidad colectiva respecto a las ambiciones de Putin¡±. Pero al hablar de ¡°ingenuidad colectiva¡± dilu¨ªa la responsabilidad entre todos los partidos, cuando el suyo fue, durante a?os, el m¨¢s af¨ªn al Kremlin.
Una ¡°traici¨®n insoportable¡±
Plenel tambi¨¦n se?ala como putin¨®filo al conservador Sarkozy, que, en 2018, cuando ya hab¨ªa abandonado el El¨ªseo, dec¨ªa: ¡°Rusia ha vuelto a ser una potencia mundial, es su lugar, es su papel hist¨®rico, es su destino¡±. En 2011, siendo jefe del Estado, hab¨ªa cerrado la venta de cuatro portahelic¨®pteros Mistral a Rusia, algo ins¨®lito para un pa¨ªs de la OTAN. Su sucesor, el socialista Fran?ois Hollande, anul¨® la operaci¨®n en 2014, tras la anexi¨®n de Crimea. M¨¦lenchon reaccion¨® acusando a Hollande de cometer una ¡°traici¨®n insoportable¡±.
El caso de Macron es algo distinto. Nunca fue prorruso. Pero, al querer hacer de Francia una ¡°potencia de equilibrio¡± en la tradici¨®n del general De Gaulle, intent¨® un acercamiento con Putin que result¨® fallido.
En la campa?a que le llev¨® al poder en 2017, Macron era uno de los pocos candidatos que defend¨ªa las sanciones a Rusia. En aquel momento fue v¨ªctima de una filtraci¨®n de sus correos internos tras un ataque inform¨¢tico de origen ruso. Una vez en el poder, agasaj¨® a Putin en Versalles e intent¨® ¡°re-arrimar Rusia a Europa¡±.
La amenaza a Ucrania no le disuadi¨®. A principios de 2022, el presidente franc¨¦s multiplic¨® las llamadas telef¨®nicas con su hom¨®logo ruso, y lleg¨® a visitarlo en el Kremlin pensando que podr¨ªa evitar la invasi¨®n. En vano. Pero sigui¨® hablando con Putin. Y, mientras apoyaba militar y econ¨®micamente al agredido, llamaba a ¡°no humillar Rusia¡± o a ofrecerle ¡°garant¨ªas de seguridad¡± en el futuro. ¡°Quiero la derrota de Rusia en Ucrania¡±, dijo hace dos semanas. Pero precisaba: ¡°Aplastar a Rusia nunca ha sido la posici¨®n de Francia y nunca lo ser¨¢¡±.
Al contrario que Scholz, Macron no ha tenido que explicarse en su pa¨ªs por sus vaivenes. La raz¨®n es sencilla. A Scholz le presionan para comprometerse m¨¢s con Ucrania; a Macron, no, porque, m¨¢s all¨¢ de los socialistas o los ecologistas, hay pocos pol¨ªticos tan comprometidos con Ucrania como ¨¦l. Las cr¨ªticas vienen de Europa central y oriental y de Ucrania. En Francia, ni rastro de mala conciencia.
¡°Puede pensarse que los alemanes han cometido m¨¢s errores que nosotros respecto a Rusia: se han comprometido de manera irresponsable en una dependencia energ¨¦tica¡±, analiza el ensayista Dominique Mo?si, autor de La geopol¨ªtica de las emociones. ¡°Adem¨¢s, por motivos hist¨®ricos, los alemanes tienden m¨¢s al arrepentimiento que los franceses¡±. A?ade el experto: ¡°¡±En Alemania hay una obsesi¨®n por el pasado, en Francia hay una obsesi¨®n con Estados Unidos, y en este contexto es complicado. Nos hemos acostumbrado a existir frente a Estados Unidos, y ahora debemos existir frente Rusia¡±.
Apunta el antiguo embajador Duclos: ¡°No nos imaginamos al se?or Macron haciendo su autocr¨ªtica, quiz¨¢ llegue en alg¨²n momento. Y, por otro lado, hay fuerzas pol¨ªticas muy fuertes en Francia que son prorrusas y que no quieren hacer una conversi¨®n respecto a Rusia¡±.
La conversi¨®n no ser¨¢ f¨¢cil. Una de las personas que simboliza la rusofilia de las ¨¦lites y su complacencia con Putin es H¨¦l¨¨ne Carr¨¨re d¡¯Encausse, veterana historiadora de Rusia y URSS y secretaria perpetua de la Academia francesa. Desde hace un a?o muchas de las cr¨ªticas se concentran en ella por sus justificaciones de los intereses rusos hasta casi el momento de la invasi¨®n de 2022, invasi¨®n que inmediatamente conden¨®.
Cuando, en una entrevista en su residencia hace unos d¨ªas se le recordaron estas cr¨ªticas, Carr¨¨re d¡¯Encausse respondi¨®: ¡°Esto no tiene ning¨²n inter¨¦s, sea dicho entre nosotros. Lo que se nos ha reprochado a ciertas personas es querer entender¡±.
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