Alemania env¨ªa de visita oficial a Taiw¨¢n a un miembro del Gobierno por primera vez en 26 a?os

La ministra de Educaci¨®n e Investigaci¨®n alemana, Bettina Stark-Watzinger, visitar¨¢ la pr¨®xima semana Taiw¨¢n, en un viaje de alto voltaje que est¨¢ llamado a provocar roces en la relaci¨®n entre Alemania y China. La ¨²ltima vez que un miembro del Gobierno federal visit¨® Taiw¨¢n fue en 1997, hace 26 a?os. El viaje, de tres d¨ªas, se produce en un momento de crecientes tensiones geopol¨ªticas entre Pek¨ªn y Occidente.

El objetivo de la visita es fortalecer y ampliar la cooperaci¨®n con Taiw¨¢n en ciencia, investigaci¨®n y educaci¨®n, seg¨²n el ministerio de Stark-Watzinger, que insiste en que la isla autogobernada es un lugar destacado para la alta tecnolog¨ªa en general, y l¨ªder mundial en el desarrollo y la producci¨®n de semiconductores, en particular, por lo que Alemania tiene inter¨¦s en ampliar su colaboraci¨®n. El equipo de la ministra destaca que el viaje no debe leerse en clave pol¨ªtica, como un s¨ªmbolo de apoyo a Taiw¨¢n, sino en clave de contenido.

Sin embargo, cualquier visita de pol¨ªticos occidentales a la isla acaba provocando tensiones y cr¨ªticas por parte de Pek¨ªn, como ya sucedi¨® cuando en oto?o pasado dos delegaciones del Bundestag, el Parlamento alem¨¢n, se desplazaron al territorio.

El viaje de Stark-Watzinger, del partido liberal FDP, pone de relieve una doble estrategia del Gobierno alem¨¢n, que se encuentra en plenas negociaciones para establecer una pol¨ªtica clara hacia China. Mientras se rumorea que la ministra de Exteriores, Annalena Baerbock, piensa visitar Pek¨ªn en primavera, otro miembro de su Gobierno se desplaza ahora a Taiw¨¢n.

La elaboraci¨®n del documento que fijar¨¢ la estrategia alemana frente a China ha sido otro campo de batalla entre los tres miembros de la coalici¨®n de gobierno, que chocan en numerosas cuestiones, desde presupuestarias hasta industriales, pasando por la seguridad. Baerbock, que pertenece a los Verdes, ha mantenido un tono mucho m¨¢s duro respecto a China que los socialdem¨®cratas del partido del canciller, Olaf Scholz.

Los socios menores de Scholz, verdes y liberales, presionan hace meses para que el canciller sea m¨¢s en¨¦rgico en su discurso respecto al antiguo ¡°socio estrat¨¦gico¡±, ahora llamado ¡°rival sist¨¦mico¡± en el acuerdo de coalici¨®n que firmaron los tres partidos. El texto, de diciembre de 2021, menciona expl¨ªcitamente las amenazas de Pek¨ªn a la soberan¨ªa de Taiw¨¢n, y eleva en general el tono sobre el mayor socio comercial de los alemanes.

Alemania es uno de los pa¨ªses europeos con v¨ªnculos econ¨®micos m¨¢s estrechos con China, y su sector industrial alerta contra un ¡°desacoplamiento¡± del gigante asi¨¢tico. La pol¨ªtica de Berl¨ªn respecto a Pek¨ªn tras la invasi¨®n rusa de Ucrania se observa con atenci¨®n en el resto de Europa.

El canciller, Olaf Scholz, viaj¨® a China en octubre pasado, justo despu¨¦s de la enorme pol¨¦mica que gener¨® la venta a capital chino de una terminal del puerto de Hamburgo, que le enfrent¨® con sus socios de coalici¨®n. La operaci¨®n, y el viaje del mandatario, provocaron un debate, todav¨ªa no resuelto, sobre la conveniencia de aprobar inversiones con pa¨ªses no aliados y que no comparten los valores europeos.

Las relaciones diplom¨¢ticas de Pek¨ªn con el resto del mundo se basan en el principio de una sola China, es decir, que esta incluye a Taiw¨¢n, considerada parte inalienable de su territorio. Esta isla funciona como estado de facto, con un Ejecutivo elegido democr¨¢ticamente, Constituci¨®n propia y ej¨¦rcito. Para China, es una provincia ¡°rebelde¡± y su Gobierno, ¡°ileg¨ªtimo¡±, y exige a terceros pa¨ªses que se abstengan de mantener cualquier contacto con ella.

Pese a ello, delegaciones extranjeras visitan con frecuencia Taiw¨¢n. El viaje m¨¢s pol¨¦mico se produjo el a?o pasado, cuando la entonces presidenta de la C¨¢mara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, acudi¨® a la isla, lo que provoc¨® una reacci¨®n furiosa de la potencia asi¨¢tica. Alemania, en cambio, hab¨ªa mantenido un perfil bajo. El ¨²ltimo alto representante gubernamental que visit¨® Taip¨¦i fue el ministro de Econom¨ªa G¨¹nter Rexrodt, tambi¨¦n de los liberales, en 1997.

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