El Gobierno alem¨¢n permite la entrada limitada de capital chino en el puerto de Hamburgo
La empresa Cosco se har¨¢ con el 24,9% de una de las terminales en lugar del 35% pactado inicialmente y al que se negaban los socios de coalici¨®n del canciller Scholz
El Gobierno alem¨¢n permitir¨¢ la controvertida operaci¨®n de venta a una empresa china de parte del puerto de Hamburgo (norte de Alemania), pero limitando su alcance. En lugar del 35% pactado inicialmente, el canciller, Olaf Scholz, y sus socios de coalici¨®n, verdes y liberales, han acordado este mi¨¦rcoles que la naviera Cosco, uno de los mayores operadores de transporte mar¨ªtimo del mundo, compre el 24,9% de una de las tres terminales de contenedores. El acuerdo es una soluci¨®n intermedia entre los deseos de Scholz de autorizar la operaci¨®n tal y como se concibi¨® el a?o pasado y la negativa de seis de sus ministros a dar el visto bueno a la entrada de capital chino en esta infraestructura clave.
Los socios de Scholz hab¨ªan advertido de que la venta supone aumentar la dependencia econ¨®mica respecto a China y alertado de que Alemania no deber¨ªa cometer los mismos errores que con Rusia. El Ministerio de Exteriores, en manos de Los Verdes, lleg¨® a redactar una nota argumentando su rechazo a una operaci¨®n que permite que China pueda instrumentalizar pol¨ªticamente una infraestructura cr¨ªtica. El canciller socialdem¨®crata, el principal defensor de la operaci¨®n, se ha enfrentado a las cr¨ªticas de la oposici¨®n, de sus socios e incluso de figuras destacadas de su propio partido. El acuerdo con Cosco tambi¨¦n ha causado preocupaci¨®n en Bruselas, donde hace unos d¨ªas los Veintisiete se reunieron para hablar de autonom¨ªa estrat¨¦gica y para perfilar una estrategia com¨²n respecto al gigante asi¨¢tico, al que definen como un ¡°rival¡±.
La pol¨¦mica de la entrada de capital chino en la terminal ha estallado justo en v¨ªsperas de un viaje de Scholz a China la pr¨®xima semana. La visita provoca recelos en Berl¨ªn por el momento en que se produce, en medio de una guerra de agresi¨®n rusa en Ucrania que ha generado una crisis energ¨¦tica en Europa, y en pleno debate sobre la conveniencia de aprobar inversiones con pa¨ªses no aliados y que no comparten los valores europeos. La penosa experiencia de ser demasiado dependiente del gas ruso ha modificado la actitud de buena parte de la clase pol¨ªtica alemana sobre las inversiones extranjeras en activos estrat¨¦gicos.
Como la UE, Berl¨ªn tambi¨¦n ha cambiado, al menos sobre el papel, su enfoque hacia China. Los socios menores de Scholz, verdes y liberales, presionan para que el canciller endurezca su discurso respecto al antiguo ¡°socio estrat¨¦gico¡±, ahora llamado ¡°rival sist¨¦mico¡± en el acuerdo de coalici¨®n que firmaron los tres partidos en diciembre pasado. El texto menciona expl¨ªcitamente las violaciones de derechos humanos en Xinjiang, el retroceso democr¨¢tico en Hong Kong y las amenazas de Pek¨ªn a la soberan¨ªa de Taiw¨¢n, y eleva en general el tono sobre el mayor socio comercial de Alemania.
La reducci¨®n de la participaci¨®n china pretende limitar el poder de Cosco en la toma de decisiones en la terminal Tollerort, propiedad de HHLA, cuyo accionista mayoritario es la ciudad de Hamburgo. El nuevo acuerdo estipula que la naviera china no tendr¨¢ derecho de veto en decisiones comerciales, estrat¨¦gicas o de personal, ni podr¨¢ nombrar a miembros del consejo de administraci¨®n, explic¨® una portavoz gubernamental.
El jefe de la oposici¨®n, el democristiano Friedrich Merz, ha criticado la decisi¨®n del Gobierno, que tilda de ¡°grave error estrat¨¦gico¡±, en una entrevista con la cadena Phoenix. ¡°El porcentaje es lo de menos. No tenemos que pensar en t¨¦rminos econ¨®micos, sino pol¨ªticos y de seguridad¡±, ha asegurado: ¡°Queremos comerciar con China. La pregunta es: ?las empresas estatales pueden invertir? Aqu¨ª solo puede haber una respuesta: reciprocidad. Lo que las empresas chinas pueden hacer en Europa tambi¨¦n debe permitirse a las empresas europeas en China¡±.
Incluso el presidente alem¨¢n, Frank-Walter Steinmeier, ha terciado en la pol¨¦mica desde Kiev, a donde se desplaz¨® el martes por sorpresa. ¡°La lecci¨®n que deber¨ªamos extraer es que hay que reducir dentro de lo posible las dependencias unilaterales¡±, dijo a la televisi¨®n p¨²blica, en referencia a lo que ha ocurrido con los hidrocarburos en Rusia. La enorme dependencia del petr¨®leo y, sobre todo, del gas ruso ha dejado a Alemania en una situaci¨®n muy vulnerable tras el estallido de la invasi¨®n de Ucrania. Berl¨ªn ha tenido que buscar proveedores alternativos en tiempo r¨¦cord, lo que ha aumentado los costes del suministro y ha obligado a rescatar con dinero p¨²blico a las comercializadoras.
El puerto de Hamburgo es el tercero m¨¢s grande de Europa, por detr¨¢s de R¨®terdam (Pa¨ªses Bajos) y Amberes (B¨¦lgica). China lleva a?os aumentando su participaci¨®n en puertos de todo el mundo dentro de la iniciativa Nueva Ruta de la Seda, un ambicioso proyecto, lanzado en 2013 por el presidente Xi Jinping, para crear corredores terrestres y mar¨ªtimos a lo largo de las principales rutas comerciales desde y hacia China. Empresas del gigante asi¨¢tico ya tienen participaciones en una decena de puertos europeos. Tanto la empresa HHLA como el Gobierno de Hamburgo apoyan la operaci¨®n porque aseguran que mejorar¨¢ su posici¨®n con respecto a puertos con los que compiten por el comercio chino y que est¨¢n ya participados por Cosco.
El Gobierno alem¨¢n asegura que no hay ninguna conexi¨®n entre la decisi¨®n de aprobar la inversi¨®n china y el viaje de Scholz a Pek¨ªn la pr¨®xima semana, en el que estar¨¢ acompa?ado por varios empresarios alemanes con intereses en Asia. El canciller recupera as¨ª una f¨®rmula, la del viaje de negocios, que su predecesora Angela Merkel emple¨® en numerosas ocasiones: durante sus mandatos hizo hasta 12 visitas oficiales a China rodeada de exportadores alemanes.
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