Maduro volver¨¢ a la mesa de M¨¦xico si se liberan los activos en el extranjero y recibe licencias para vender petr¨®leo
Estados Unidos, por su parte, insiste en que son necesarios gestos del chavismo, como liberar presos pol¨ªticos y levantar inhabilitaciones a opositores
La mesa de negociaci¨®n de M¨¦xico permanece en punto muerto y en vista de las exigencias de las partes no parece sencillo que se vuelva a reactivar en el corto plazo. Seg¨²n fuentes conocedoras de la situaci¨®n, Nicol¨¢s Maduro condiciona el regreso al di¨¢logo con la oposici¨®n a la liberaci¨®n de los fondos venezolanos congelados en el extranjero y la concesi¨®n de licencias a la petrolera estatal PDVSA para que pueda vender la cantidad de crudo producido que ahora mismo no tiene salida.
Washington ha recibido el mensaje a trav¨¦s de Juan Gonz¨¢lez, el asesor de Joe Biden para Am¨¦rica Latina, y la diplomacia colombiana, cada vez m¨¢s implicada en el asunto. Estados Unidos insiste a su vez que necesita gestos del Gobierno chavista, como podr¨ªan ser la liberaci¨®n de presos y el levantamiento de inhabilitaciones a pol¨ªticos de la oposici¨®n. Solo as¨ª podr¨ªa acceder a liberar un dinero con el que se crear¨ªa un fondo, supervisado por la ONU, destinado a combatir la crisis social y econ¨®mica que vive Venezuela.
La ¨²ltima vez que se reuni¨® en M¨¦xico el Gobierno y la oposici¨®n, en noviembre, acordaron descongelar esos fondos estatales en el extranjero, que suman varios miles de millones de d¨®lares. No ha llegado a ocurrir. La OFAC, la oficina de control de bienes extranjero de EE UU, advirti¨® que esos activos podr¨ªan ser reclamados por los acreedores a los que el Gobierno venezolano les debe dinero. Maduro cree que Biden no tiene voluntad verdadera de liberar esos fondos y la situaci¨®n se ha enrocado. Desde entonces no se ha producido ning¨²n movimiento que pueda destrabar la situaci¨®n.
En M¨¦xico se debe concretar una fecha exacta para las elecciones presidenciales de 2024 y la promesa de que la oposici¨®n podr¨¢ disputarle el poder a Maduro con un m¨ªnimo de garant¨ªas. Los opositores van a celebrar un refer¨¦ndum del que saldr¨¢ un candidato ¨²nico que recibir¨¢, en principio, el apoyo del resto. Los antichavistas no han logrado cohesionarse en estos a?os y han dado bandazos que han facilitado la tarea del Gobierno. A principios de a?o, eliminaron la presidencia interina de Juan Guaid¨®, al que durante un tiempo Estados Unidos utiliz¨® como presidente alternativo para aislar a Maduro. No funcion¨®. Guaid¨® perdi¨® todo el respaldo y, en paralelo, la coyuntura internacional favoreci¨® a Maduro, m¨¢s asentado en el poder que nunca. Pa¨ªses hasta hace poco enemistados con el chavismo, como Espa?a y Colombia, han restablecido relaciones diplom¨¢ticas y han reabierto sus embajadas.
Precisamente el presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha tomado la iniciativa para llevar a Venezuela a lo que ¨¦l llama una democracia liberal. En su primer encuentro con Maduro us¨® este t¨¦rmino en una rueda de prensa conjunta ante el rostro p¨¦treo del presidente venezolano. Se han visto en otras cuatro ocasiones m¨¢s y este tema siempre ha estado encima de la mesa. Petro, a su vez, va a organizar un foro con la oposici¨®n, como adelant¨® EL PA?S, y se trae entre manos otros encuentros m¨¢s ambiciosos que este. Maduro le pidi¨® que en ese espacio incluyera a partidos que ¨¦l considera de oposici¨®n moderada, pero que en el antichavismo llaman alacranes con desprecio. Consideran que esas formaciones le hacen el juego al chavismo y perviven bajo su sombra. Petro no consider¨® que fuese una buena idea.
Jorge Rodr¨ªguez, mano derecha de Maduro, es conocido por ser un h¨¢bil negociador. ?l quiere poner encima de la mesa la concesi¨®n de licencias para vender petr¨®leo venezolano. Estados Unidos lo proh¨ªbe con las sanciones, aunque a finales del a?o pasado hizo algunas concesiones al permitir las operaciones de Chevron. Fue un gesto de acercamiento al chavismo, al que empez¨® a considerar un interlocutor v¨¢lido a ra¨ªz de la invasi¨®n rusa de Ucrania. EE UU necesitaba buscar proveedores de energ¨ªa alternativos. En clave interna, esas licencias que exige Rodr¨ªguez ser¨ªan un bal¨®n de ox¨ªgeno para las maltrechas arcas venezolanas y m¨¢s despu¨¦s de que tenga que reacomodar sus negocios petroleros tras la defenestraci¨®n del ministro de ese ramo, Tareck El Aissami. El Gobierno ha encontrado en PDVSA un agujero de 3.000 millones de d¨®lares producto de la corrupci¨®n.
Por su parte, Colombia ha desplegado todo su arsenal diplom¨¢tico para resolver la crisis venezolana. Armando Benedetti, el embajador, ha establecido unas fuertes relaciones con el chavismo y ha visitado Washington para trasladar mensajes confidenciales, de ida y vuelta. Petro tambi¨¦n ha encomendado esta tarea a Luis Gilberto Murillo, el embajador en Estados Unidos, que ha actuado con mucho sigilo y cautela. El canciller Leyva juega un papel relevante, pero ¨¦l sobre todo se ha enfocado en que Caracas ayude a Colombia en los procesos de paz y resuelva algunos asuntos espinosos como la extradici¨®n de Aida Merlano, una exsenadora que se refugi¨® en Venezuela cuando era buscada por las autoridades por compra masiva de votos. Dicho de otro modo, la normalizaci¨®n de la vida pol¨ªtica venezolana copa la agenda del presidente, que se ve capaz de resolver los problemas. Sin embargo, Venezuela y Estados Unidos tienen sus exigencias, y nunca parecen dispuesto a ceder, por ahora.
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