La UE desembarca en China para convencer a Xi de que dialogue con Zelenski sobre la guerra
Europa trasladar¨¢ en Pek¨ªn la idea de que las relaciones bilaterales saldr¨ªan perjudicadas si el gigante asi¨¢tico cruza la l¨ªnea roja de enviar ayuda militar a Rusia
Mano dura, pero mano tendida. El presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, y la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, contin¨²an esta semana con el carrusel de visitas a China con el que la UE explora su relaci¨®n con Pek¨ªn en un momento geopol¨ªtico clave. Los v¨ªnculos comerciales tienen un papel nuclear en las reuniones que los europeos mantendr¨¢n en China, pero la l¨ªnea de puntos que une todas las visitas es la guerra de Rusia en Ucrania y el papel que puede desempe?ar Pek¨ªn en una posible salida del conflicto. Los l¨ªderes europeos persiguen que China no cruce la l¨ªnea roja de proporcionar apoyo militar a Mosc¨², pero tambi¨¦n que el todopoderoso l¨ªder Xi Jinping ¡ªque ha visitado muy recientemente al presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, su ¡°querido amigo¡±¡ª, converse con el presidente ucranio, Volod¨ªmir Zelenski.
Xi, que ha rehusado condenar la invasi¨®n rusa, no ha hablado con Zelenski desde antes de que Putin lanzase el 24 de febrero del a?o pasado la guerra a gran escala de Ucrania. La invasi¨®n ha abierto los ojos a la UE sobre los riesgos y vulnerabilidades que le brindan sus dependencias de proveedores complicados, y la ha empujado a desengancharse del gas ruso barato. Con esos mimbres, la Uni¨®n, muy consciente de que depende de China como proveedor pr¨¢cticamente ¨²nico de un buen n¨²mero de bienes y materias primas fundamentales, tambi¨¦n quiere trasladar otra idea a Pek¨ªn: que no le temblar¨ªa el pulso y se alejar¨ªa de China en el caso de que consagre su apoyo a la invasi¨®n rusa en ese nuevo orden multipolar al que aspiran Xi y Putin, se?alan fuentes diplom¨¢ticas. Este alejamiento no ser¨ªa deseable y supondr¨ªa un desaf¨ªo may¨²sculo, pero no quedar¨ªa otro remedio si Pek¨ªn da ese respaldo decisivo al Kremlin.
La situaci¨®n en Ucrania y la postura de Pek¨ªn hacia la guerra es el envoltorio de la visita de alto nivel de los l¨ªderes europeos de esta semana. Como lo fue durante el viaje del presidente espa?ol, Pedro S¨¢nchez, la semana pasada, y lo ser¨¢ dentro de unos d¨ªas, cuando el alto representante para Pol¨ªtica Exterior de la UE, Josep Borrell, vuele a Pek¨ªn. Aunque China tiene su propia propuesta para poner fin a la invasi¨®n rusa de Ucrania ¡ªque las autoridades chinas no llaman guerra, sino ¡°crisis¡±¡ª, esta est¨¢ m¨¢s bien escorada hacia Mosc¨², seg¨²n Bruselas.
La idea es que China puede desempe?ar un papel importante en el plan de paz de 10 puntos que el presidente Zelenski present¨® en noviembre a los l¨ªderes del G-20, un documento que exige la retirada de las tropas rusas de todo el territorio de Ucrania internacionalmente reconocido, coinciden fuentes del El¨ªseo y fuentes comunitarias. De hecho, Von der Leyen ha conversado este martes con el l¨ªder ucranio para preparar su visita a Pek¨ªn.
Como trasfondo de la visita est¨¢n las relaciones comerciales entre la UE y China, que intercambiaron m¨¢s de 795.000 millones de euros en bienes y servicios en 2021, seg¨²n datos de la Uni¨®n. Pek¨ªn es el segundo mayor socio comercial y de inversi¨®n en la UE, que exporta al gigante asi¨¢tico y a sus decenas de miles de consumidores veh¨ªculos, maquinaria y productos farmac¨¦uticos.
Macron, principal protagonista de una visita de Estado de varios d¨ªas a la que se ha unido en una parte la jefa del Ejecutivo comunitario, viajar¨¢ con una muy representativa delegaci¨®n de empresarios y espera cerrar algunos acuerdos comerciales, seg¨²n fuentes del El¨ªseo. En su ¨²ltima visita, en 2019, el presidente franc¨¦s volvi¨® a casa con contratos por valor de unos 30.000 millones de euros para Airbus, una cantidad que ahora podr¨ªan ampliarse.
El presidente franc¨¦s quiere subrayar junto a Von der Leyen ¡ªambos mantendr¨¢n una reuni¨®n trilateral con Xi¡ª la unidad europea. Macron puede alejar as¨ª adem¨¢s las cr¨ªticas que experiment¨® el canciller alem¨¢n, Olaf Scholz, a finales del a?o pasado en todo lo que rode¨® su viaje a China, al que acudi¨® tambi¨¦n con una nutrida delegaci¨®n empresarial, se?ala en un an¨¢lisis Janka Oertel, directora del programa de Asia del European Council on Foreign Relations.
Divergencias entre los socios
Los v¨ªnculos con China ¡ªahora reci¨¦n salida del cascar¨®n de su aislamiento por la pandemia de coronavirus y con gran apetito por avanzar en el mercado europeo¡ª son un asunto muy controvertido entre los Veintisiete. No hay una postura com¨²n. Mientras que pa¨ªses como Francia y Alemania apuestan por una postura m¨¢s bien pragm¨¢tica y por avanzar, aunque con cuidado, en acuerdos comerciales; otros, como los b¨¢lticos o Suecia, advierten de que otra dependencia como la que la UE ten¨ªa de Mosc¨² puede costar muy cara. Estos socios no est¨¢n demasiado contentos con la pl¨¦yade europea que va a peregrinar a China: la ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, tambi¨¦n estudia una visita en pr¨®ximas fechas.
Bruselas est¨¢ poniendo en marcha regulaciones para reducir su dependencia de China con leyes para limitar su presencia como proveedor ¨²nico de materias primas esenciales. Ahora avanza en un plan para controlar las inversiones en sectores estrat¨¦gicos en el extranjero y para garantizar la independencia y seguridad de la UE. Pero las capitales que forman parte de esa corriente m¨¢s pragm¨¢tica creen que todav¨ªa hay espacio para explorar nuevos v¨ªnculos con Pek¨ªn.
La visita doble del l¨ªder franc¨¦s con Von der Leyen, que ha adoptado una l¨ªnea m¨¢s dura y que avanza en su postura de proteccionismo comercial, da algo de aire a unos y tranquiliza a otros. Sobre todo, tras el discurso de la semana pasada en dos se?alados laboratorios de ideas de Bruselas ¡ªuno de ellos sancionado por Pek¨ªn¡ª en el que la alemana marc¨® su posici¨®n para la visita con una andanada contra la pol¨ªtica de asertividad, control, defensa y seguridad de Pek¨ªn. Al mismo tiempo, la jefa del Ejecutivo europeo tambi¨¦n resalt¨® que no es momento de desvincularse de China (como pretende Washington), sino de entablar una relaci¨®n clara y con menos riesgos.
Para Pek¨ªn, la visita de los l¨ªderes europeos ya es un logro en un momento en el que est¨¢ cortejando a la Uni¨®n frente a la influencia de Estados Unidos. El discurso de Von der Leyen, percibido como duro en Bruselas y en el que acusaba a Pek¨ªn de querer cambiar el orden mundial para imponer su dominio, apenas ha hecho parpadear al Partido Comunista Chino, que se queda con los mensajes m¨¢s neutros y constructivos. Pek¨ªn suele preferir las relaciones bilaterales, lidiar con cada pa¨ªs en sus propios acuerdos por separado, pero valora como un ¨¦xito la presencia de la jefa de la Comisi¨®n Europea, percibida como m¨¢s cercana a las posturas de Estados Unidos.
Mientras, algunos hablan de revivir o al menos repensar el acuerdo de inversi¨®n con la UE, congelado por el Parlamento Europeo en 2021 y que el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, hab¨ªa amagado con retomar. Este es un asunto complejo. La China que firm¨® el acuerdo ya no es la misma. Y tampoco lo es la UE. ¡°China no es solo un socio cooperador y un competidor, sino tambi¨¦n un rival sist¨¦mico contra el cual tenemos que defender nuestros intereses y valores, incluso en pol¨ªtica comercial y de inversi¨®n¡±, se?ala el eurodiputado verde Reinhard B¨¹tikofer, miembro de la delegaci¨®n del Parlamento Europeo para las relaciones con China y uno de los parlamentarios europeos sancionados por Pek¨ªn.
B¨¹tikofer no es el ¨²nico que piensa que esa rivalidad es cada vez m¨¢s dominante, y que los instrumentos de defensa comercial empezar¨¢n a cobrar un papel cada vez m¨¢s importante en esos v¨ªnculos. Ya en octubre, los Veintisiete decidieron que era el momento de recalibrar su relaci¨®n con China y de buscar nuevos socios alternativos comerciales en Latinoam¨¦rica y ?frica para limitar la dependencia de Pek¨ªn. Pero los t¨¦rminos de la definici¨®n de las relaciones con China siguen siendo los mismos: primero, un ¡°socio estrat¨¦gico¡±; despu¨¦s, competidor y, por ¨²ltimo, rival sist¨¦mico.
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