La Explanada de las Mezquitas de Jerusal¨¦n, el embri¨®n de mil y una crisis
La ¨²ltima escalada de violencia en Oriente Pr¨®ximo, originada por el asalto al templo de Al Aqsa, evidencia la relevancia del lugar en el conflicto palestino-israel¨ª
El 7 de junio de 1967, durante la Guerra de los Seis D¨ªas, el comandante israel¨ª Mordechai Gur pronunci¨® una frase hist¨®rica tras superar las defensas jordanas en la ciudad vieja de Jerusal¨¦n: ¡°?El Monte del Templo est¨¢ en nuestras manos!¡±. Simbolizaba el primer momento en el que los jud¨ªos volv¨ªan a controlar su lugar m¨¢s sagrado desde que los romanos destruyeron el segundo templo que all¨ª se alzaba en el siglo I. Pasado el entusiasmo, se impuso la realidad. El Monte del Templo, como se conoce en hebreo, es la Explanada de las Mezquitas, el tercer punto m¨¢s importante del islam (tras La Meca y Medina) y lugar de rezo y presencia musulmana casi ininterrumpida en los ¨²ltimos 1.300 a?os. ¡°?Para qu¨¦ queremos ese Vaticano?¡±, le hab¨ªa preguntado en la v¨ªspera a un mando militar el ministro de Defensa, Mosh¨¦ Dayan, que exigi¨® retirar la bandera israel¨ª que un soldado coloc¨® sobre la famosa C¨²pula de la Roca. 56 a?os m¨¢s tarde, Israel ha vivido esta semana su mayor escalada en la frontera con L¨ªbano desde 2006, y todo ha empezado en ese mismo Vaticano en territorio que ocupa desde aquella guerra.
El mi¨¦rcoles, en pleno mes sagrado musulm¨¢n del Ramad¨¢n (en el que decenas de miles de fieles acuden a rezar a la Explanada), un grupo se atrincher¨® en la mezquita de Al Aqsa, que est¨¢ en el recinto. Circulaba el rumor de que un ultranacionalista religioso israel¨ª iba a sacrificar all¨ª un animal, como se hac¨ªa en tiempos b¨ªblicos para marcar el inicio de la Pascua jud¨ªa. Quedaron unos 400 palestinos, sobre todo j¨®venes varones, pero tambi¨¦n mujeres y ancianos. La polic¨ªa israel¨ª subraya que una parte ten¨ªa piedras y fuegos artificiales, que el encierro imped¨ªa el transcurso normal del Ramad¨¢n y que trat¨® de negociar su salida. Luego, ingres¨® por la fuerza. Las im¨¢genes de heridos y arrestos violentos en un lugar clave para las identidades palestina y musulmana encendieron las redes sociales. La noche siguiente, la polic¨ªa entr¨® de nuevo en la mezquita e Israel fue atacado desde L¨ªbano con 33 cohetes. Era algo in¨¦dito desde la guerra con Hezbol¨¢ de 2006 y gener¨® la actual escalada de bombardeos, cohetes y atentados.
El temor al sacrificio el mi¨¦rcoles prendi¨® pese a que la polic¨ªa israel¨ª, que controla los accesos a la Explanada, hab¨ªa aclarado que lo impedir¨ªa y a que detuvo a nueve activistas (algunos con cabras, a la entrada) de los movimientos que abogan por destruir las mezquitas para levantar un tercer templo jud¨ªo. Ven los sacrificios de Pesaj (la Pascua Jud¨ªa) como un mandamiento fundamental, as¨ª que estas fechas (que este a?o coinciden con Ramad¨¢n) vienen marcadas desde hace a?os por detenciones, intentos ¨Dm¨¢s o menos serios¨D de llevar a cabo el ritual y provocaciones. Es el caso de octavillas en hebreo en las que se ofrece una recompensa a quien sea arrestado por intentarlo o de anuncios en ¨¢rabe en el barrio musulm¨¢n de la Ciudad Vieja pidiendo a los residentes el alquiler de un escondrijo para las cabras hasta el sacrificio.
Estos grupos siguen siendo muy minoritarios, pero llevan dos d¨¦cadas ganando peso en el discurso y presencia en las instituciones. Y mientras la mayor¨ªa de los israel¨ªes los ven como cuatro pir¨®manos, cada anuncio o amenaza (significativa o no, real o falsa) alimenta en los palestinos la sensaci¨®n de que Al Aqsa est¨¢ cada vez m¨¢s en peligro.
¡°Los m¨¢s j¨®venes, especialmente, sienten que son los encargados de proteger Al Aqsa, el mayor icono al que est¨¢n vinculados¡±, explica Yusef Al Natshe, historiador de arte isl¨¢mico y director del Centro de Estudios de Jerusal¨¦n de la Universidad Al Quds. Al Natshe recuerda que ¡°esta identificaci¨®n no es solo una respuesta a la situaci¨®n actual¡±, pero que la Explanada se vive ahora mismo como ¡°la ¨²ltima ciudadela frente a la ocupaci¨®n israel¨ª¡±. ¡°Las cosas est¨¢n cambiando poco a poco, y tenemos mucho miedo. Sobre todo si se mira qui¨¦n est¨¢ en el Gobierno [israel¨ª]¡±, se?ala este exdirector de Turismo y Arqueolog¨ªa en la Explanada.
Desconfianza
Este miedo se alimenta de la profunda desconfianza hacia las autoridades israel¨ªes en general ¨Dy el Gobierno m¨¢s derechista de su historia, en particular¨D; del auge de los grupos mesi¨¢nicos y ultranacionalistas que pretenden reconstruir el templo; y de que un n¨²mero creciente de jud¨ªos entra al recinto, algunos para rezar a escondidas o de forma muy discreta, lo que vulnera las reglas del juego vigentes desde 1967.
Temen tambi¨¦n que la Explanada acabe como la Tumba de los Patriarcas de la ciudad cisjordana de Hebr¨®n. Este lugar ¨Den el que est¨¢n enterrados los patriarcas y matriarcas b¨ªblicos Abraham y Sara, Isaac y Rebeca, y Jacob y Lea¡ª fue dividido tras la ocupaci¨®n israel¨ª de Cisjordania. En 1994, un colono ultranacionalista, Baruj Goldstein (cuya foto ten¨ªa colgada en casa el actual ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir), asesin¨® all¨ª a 29 palestinos al abrir fuego durante el rezo. Hoy, hay accesos separados para jud¨ªos y musulmanes.
Lo sucedido esta semana es casi un calco de hace dos a?os. Este Ramad¨¢n transcurr¨ªa relativamente tranquilo hasta que la muerte de un joven beduino calent¨® los ¨¢nimos. La polic¨ªa asegura que intent¨® robar el arma a un agente para atacarlo y que las omnipresentes c¨¢maras de seguridad no lo captaron, mientras que algunos testigos apuntan a que fue disparado a bocajarro al sumarse a una discusi¨®n. En 2021, la tensi¨®n en el barrio de Sheij Yarrah en Jerusal¨¦n precedi¨® a un episodio similar en la Explanada de mayor magnitud que acab¨® convertido en un enfrentamiento abierto entre Israel y Ham¨¢s en Gaza (con 262 palestinos y 12 israel¨ªes muertos) y la extensi¨®n del conflicto a las ciudades israel¨ªes con poblaci¨®n jud¨ªa y ¨¢rabe.
En 1967, Israel pas¨® a controlar la Explanada, pero Day¨¢n entendi¨® lo peliagudo de la situaci¨®n y articul¨® el conocido como statu quo, que tanto se menciona estos d¨ªas. Son una serie de acuerdos verbales (nunca puestos por escrito) que dejan la administraci¨®n del lugar en manos del Waqf de Jerusal¨¦n ¨Duna fundaci¨®n religiosa bajo tutela de la monarqu¨ªa jordana¨D y la seguridad, en las de Israel, que vigila las entradas y solo opera en el recinto si lo ve necesario.
Seg¨²n el statu quo, el rezo est¨¢ reservado en la pr¨¢ctica a los musulmanes, mientras que los jud¨ªos lo hacen en el Muro de las Lamentaciones, ¨²nico reducto del templo b¨ªblico. El nacionalismo religioso, con un poder in¨¦dito en el actual Gobierno, ve este apa?o como una desgracia y una entrega innecesaria de soberan¨ªa. Ben Gvir, que pertenece a esa corriente, visit¨® el lugar en enero.
Pasado convulso
En 1996, unos disturbios por la construcci¨®n de un t¨²nel en la Explanada dejaron decenas de muertos. Una visita del entonces jefe de la oposici¨®n israel¨ª, Ariel Sharon, prendi¨® cuatro a?os m¨¢s tarde la mecha de la Segunda Intifada. En 2015, el miedo a que se abriese la puerta al rezo jud¨ªo pari¨® la Intifada de los Cuchillos¡ En la Explanada de las Mezquitas, pol¨ªtica y religi¨®n se dan la mano desde hace m¨¢s de un siglo, en paralelo al surgimiento de un sentimiento nacional palestino y el inicio del conflicto de Oriente Pr¨®ximo, con las primeras olas de migraci¨®n sionista a la entonces Palestina bajo control otomano. Ya dos d¨¦cadas antes de la creaci¨®n de Israel, un enfrentamiento en torno al rezo en el Muro de las Lamentaciones sac¨® a la luz la creciente tensi¨®n entre ambas comunidades en los disturbios de 1929, en los que palestinos mataron en pocos d¨ªas a m¨¢s de 133 jud¨ªos.
Al Aqsa (como los palestinos llaman por lo general a todo el conjunto) es m¨¢s que un complejo religioso. Es un espacio de 144.000 metros cuadrados con decenas de estructuras, como escuelas teol¨®gicas, bibliotecas, fuentes o minaretes, y en el que se puede ver a ni?os jugando al f¨²tbol. ¡°Los palestinos tienen una sensaci¨®n all¨ª de espacio amplio y extraterritorial, en el que la polic¨ªa no puede entrar abiertamente¡±, explica por tel¨¦fono Lior Lehrs, director del programa de Establecimiento de la Paz entre israel¨ªes y palestinos en el centro de estudios Mitvim. ¡°En Israel, cuando se debate por qu¨¦ los jud¨ªos no pueden rezar all¨ª tambi¨¦n, no siempre se entiende la complejidad de la situaci¨®n¡±, agrega. Alguno o varios de los principales credos monote¨ªstas sit¨²an all¨ª el sacrificio de Isaac, la piedra fundacional, el final del viaje nocturno de Mahoma o episodios de la vida de Jes¨²s.
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