?C¨®mo pudo un simple recluta acceder a tantos secretos militares del Pent¨¢gono?
El Departamento de Defensa revisa las listas de personas con acceso a informaci¨®n sensible tras la filtraci¨®n atribuida al joven militar Jack Teixeira
?C¨®mo es posible que un recluta de 21 a?os tuviera acceso a una informaci¨®n militar tan secreta que estaba reservada, en teor¨ªa, solo a los m¨¢s altos mandos? ?Y c¨®mo es posible que pudiera copiar y distribuir esos documentos durante meses sin que el Pent¨¢gono se diera cuenta? Son algunas de las preguntas que ha suscitado la detenci¨®n de Jack Teixeira, el joven miembro de la Guardia Nacional sospechoso de la mayor ¡ªy m¨¢s embarazosa¡ª filtraci¨®n de secretos oficiales en EE UU desde la de WikiLeaks en 2010. Para responderlas, hay que remontarse a los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Teixeira ingres¨® inmediatamente, tras terminar su educaci¨®n secundaria, hace tres a?os, en la Guardia Nacional, un cuerpo militar auxiliar cuya misi¨®n principal es defender el territorio estadounidense en caso de guerra. Tras una investigaci¨®n de las autoridades sobre sus antecedentes, obligatoria para el ingreso en los trabajos relacionados con la seguridad nacional, recibi¨® una autorizaci¨®n de acceso a informaci¨®n clasificada de alto nivel. Su asignaci¨®n a una unidad de inteligencia, en la que deb¨ªa encargarse de que las comunicaciones inform¨¢ticas fluyeran como es debido, le dio acceso a ¨¢reas de acceso restringido.
Como ¨¦l, hay otras miles, o decenas de miles, de personas en todo Estados Unidos con autorizaci¨®n para recibir informaci¨®n clasificada, en diversos niveles de secreto. Militares, contratistas de Defensa, expertos en seguridad, diplom¨¢ticos e incluso algunos analistas de centros de investigaci¨®n. El permiso de acceso a ese tipo de informaci¨®n clasificada abre la puerta a documentaci¨®n del Pent¨¢gono, an¨¢lisis de los servicios de inteligencia, mapas y p¨¢ginas web restringidas.
Teixeira, seg¨²n los documentos presentados por la acusaci¨®n en la vista preliminar celebrada este viernes en Boston, ten¨ªa acceso a informaci¨®n muy variada, tanto por su grado de confidencialidad como por su tem¨¢tica. La mayor parte de lo que el militar ha filtrado se refiere a la guerra en Ucrania, pero tambi¨¦n a otras zonas del mundo, seg¨²n el FBI.
La edad, en s¨ª, no es relevante, seg¨²n el Departamento de Defensa, cuyo portavoz, Pat Ryder, recordaba el jueves las enormes responsabilidades que el Pent¨¢gono coloca sobre militares muy j¨®venes a la hora de dirigir a las tropas en combate. M¨¢s relevante es el tipo de tarea que Teixeira ten¨ªa asignado. Y parece claro que en sus funciones no ten¨ªa por qu¨¦ conocer la distribuci¨®n territorial de las tropas ucranias ni el equipamiento del globo chino que sobrevol¨® Estados Unidos a comienzos de a?o, todos ellos datos que comparti¨® con sus amigos en un canal privado de la red social Discord, seg¨²n han contado estos.
¡°No hay ninguna raz¨®n para que (Teixeira) tuviera acceso a esa informaci¨®n, ¨²nicamente que es un sistema que concede demasiado acceso¡±, ha tuiteado Juliette Kayyem, antigua secretaria adjunta de Seguridad Nacional que supervis¨® las unidades de la Guardia Nacional en Massachusetts.
Es una situaci¨®n que tiene su origen en los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pent¨¢gono del 11 de septiembre de 2001, seg¨²n explican representantes de los servicios de inteligencia. Entonces, las agencias de espionaje pecaban de lo contrario: de un sistema demasiado compartimentado, en el que lo que ten¨ªa un departamento no se compart¨ªa con el de al lado. Esa falta de coordinaci¨®n impidi¨® que unos y otros ataran cabos sobre los planes que tramaba la red extremista isl¨¢mica Al Qaeda, que pudo secuestrar cuatro aviones de pasajeros y estrellarlos, en unos ataques que costaron la vida a m¨¢s de 3.000 personas.
La comisi¨®n que investig¨® los atentados de 2001 critic¨® duramente aquella mentalidad del ¡°solo para quien tenga que saberlo¡±. ¡°Esa posici¨®n asume que es posible saber por adelantado qui¨¦n necesitar¨¢ hacer uso de esa informaci¨®n. Ese sistema asume impl¨ªcitamente que el riesgo de una divulgaci¨®n de datos sin querer es m¨¢s importante que los beneficios de compartirlos de modo m¨¢s amplio¡±, indica el informe que public¨® en 2004.
Si el p¨¦ndulo cambi¨® entonces para facilitar la divulgaci¨®n de informaci¨®n y que los encargados de la seguridad nacional pudieran tener la mayor cantidad de datos posibles a la hora de tomar decisiones, puede volver a variar ahora en la direcci¨®n contraria, para restringir de nuevo el acceso. El Pent¨¢gono est¨¢ llevando a cabo una revisi¨®n y actualizaci¨®n de sus listas de distribuci¨®n de documentos clasificados para reducir el n¨²mero de personas con permiso para obtener datos sensibles.
¡°Seguimos trabajando d¨ªa y noche, junto con la comunidad de inteligencia y otros departamentos, para tratar de entender mejor el alcance, dimensi¨®n y el impacto de estas filtraciones¡±, ha declarado Ryder. El portavoz tambi¨¦n ha precisado que seguir¨¢n haciendo todo lo que sea posible ¡°para garantizar que la gente que tiene que recibir este tipo de informaci¨®n mantiene su acceso a ella¡±
El Pent¨¢gono tambi¨¦n ha subrayado que esta filtraci¨®n no fue un mero accidente o algo involuntario. ¡°Fue un acto delictivo deliberado¡±, ha subrayado Ryder. ¡°Una violaci¨®n de las normas¡±.
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