El Reino Unido corona a Carlos y Camila ante los ojos de medio mundo
La polic¨ªa arrest¨® al l¨ªder de las protestas republicanas horas antes de que comenzara la ceremonia. El acto de Coronaci¨®n ha congregado bajo la lluvia a miles de personas en las calles de Londres
Los seis componentes negros ¡ªtres hombres y tres mujeres¡ª del Coro de la Ascensi¨®n, de pie en un bello c¨ªrculo de baile y ritmo ante el altar de la Abad¨ªa de Westminster, cantaron este s¨¢bado un Aleluya de m¨²sica g¨®spel en honor de Carlos III. Pero poco despu¨¦s, cuando el arzobispo de Canterbury ungi¨® con el ¨®leo sagrado al nuevo monarca en el pecho, la cabeza y las manos, una cortina ocult¨® a las c¨¢maras y a los invitados el momento m¨¢s ¨ªntimo de la ceremonia. Y comenz¨® a resonar entre los muros del tempo Zadok el Sacerdote, el himno compuesto por H?ndel en 1727 para la coronaci¨®n de Jorge II. No hay otra composici¨®n que se identifique m¨¢s con la majestuosidad atribuida a la realeza. Modernidad, en dosis moderadas, mezclada con pompa y tradici¨®n.
Carlos de Inglaterra no esper¨® 74 a?os para acabar convirtiendo el ansiado momento de su coronaci¨®n en un evento civil. La duraci¨®n y las cifras de participantes han sido menores a las que tuvo su madre, Isabel II, en 1953. Pero la Operaci¨®n Orbe Dorado, el dispositivo preparado por el Gobierno, la casa real, la BBC y las principales instituciones brit¨¢nicas, ha sido un empe?o, coronado con el ¨¦xito, por demostrar al resto del mundo que el Reino Unido sigue siendo un actor a tener en cuenta, y que la monarqu¨ªa forma parte integral de su misma esencia.
Carlos III y la reina Camila saludan al p¨²blico congregado a las puertas del palacio de Buckingham. CHRIS Jackson GETTY IMAGES (AP)Carlos III saluda al p¨²blico congregado en los alrededores de Buckingham mientras abandona el balc¨®n. Miles de personas han aguantado bajo la lluvia para poder presenciar uno de los momentos m¨¢s esperados de la jornada.DPA v¨ªa Europa Press (DPA v¨ªa Europa Press)Carlos III y la reina Camila saludan desde el balc¨®n del palacio de Buckingham. Los elegidos para salir al balc¨®n son una muestra de la voluntad del rey de reducir al m¨¢ximo el n¨²cleo duro de la familia real brit¨¢nica. DPA v¨ªa Europa Press (DPA v¨ªa Europa Press)Aviones de la Royal Air Force sobrevuelan el palacio de Buckingham Palace. El desfile a¨¦reo se ha tenido que recortar por el tiempo de este s¨¢bado en Londres.VADIM GHIRDA (AP)Carlos III y la reina Camila siguen el desfile a¨¦reo desde el balc¨®n del palacio de Buckingham. Chris Jackson (AP)Junto a los monarcas han salido a saludar los ocho pajes reales que les han asistido en la coronaci¨®n, entre los que estaban el pr¨ªncipe Jorge, segundo en la l¨ªnea de sucesi¨®n al trono, y tres nietos de Camila. Tambi¨¦n han salido los pr¨ªncipes de Gales con sus hijos, la princesa Ana y su marido, el pr¨ªncipe Eduardo con su mujer y sus dos hijos, y los duques de Kent y los de Gloucester. Ni rastro del pr¨ªncipe Andr¨¦s y Enrique de Inglaterra, ambos apartados de sus funciones reales.MATTHEW CHILDS (REUTERS)Carlos III y Camila, ya coronados, de camino a Buckingham tras la ceremonia en Westminster. Para su trayecto de regreso al palacio han utilizado una carroza diferente que la empleada para llegar a la abad¨ªa. En esta ocasi¨®n se han subido al carruaje de Estado Dorado, construido en 1760 para Jorge III.Alessandra Tarantino (AP)El cortejo real pasa por delante del Big Ben. MARKO DJURICA (REUTERS)Miles de personas se han congregado en el recorrido del cortejo real por las calles de Londres. Un trayecto entre Buckingham y Westminster que ha sido el mismo ida y vuelta, y que apenas ha superado los dos kil¨®metros (una distancia muy inferior a la que realiz¨® Isabel II en su coronaci¨®n en junio de 1953).Martin Divisek (EFE)La comitiva real avanza por las calles de Londres hacia el palacio de Buckingham, en la que es conocida como la procesi¨®n de coronaci¨®n. VADIM GHIRDA (AP)Kate Middleton, en la carroza que la lleva junto a su esposo, el pr¨ªncipe Guillermo (heredero al trono brit¨¢nico), y sus tres hijos de regreso al palacio de Buckingham tras la ceremonia.ODD ANDERSEN (AFP)Carlos III abandona la abad¨ªa de Westminster luciendo la corona imperial del Estado. La corona de San Eduardo, m¨¢s pesada, se usa solamente en el momento de la coronaci¨®n. PHIL NOBLE (REUTERS)Carlos III y su esposa, Camila, ya coronados en la abad¨ªa de Westminster. WPA Pool (EL PA?S)Vista general de la coronaci¨®n en la abad¨ªa de Westminster. En la imagen, Carlos III aparece sentado en la silla de San Eduardo o Silla de la Coronaci¨®n, en la que los monarcas brit¨¢nicos han sido oficialmente proclamados desde el siglo XIV.Aaron Chown (AP)Carlos III luce la corona de San Eduardo y los dos cetros, el cetro del soberano con cruz, con el diamante m¨¢s grande del mundo, y el cetro del soberano con paloma, que data del siglo XVII. RICHARD POHLE (AFP)Camila ha sido coronada con la corona de la reina Mar¨ªa de Teck. La ¨²ltima ceremonia de coronaci¨®n de un consorte se vio en 1937, con la reina madre. No se llev¨® a cabo con el duque de Edimburgo en 1953, pues es una ceremonia reservada para consortes que sean mujeres.RICHARD POHLE (AFP)La princesa Carlota y el pr¨ªncipe Luis, en un momento de la coronaci¨®n de su abuelo Carlos III.WPA Pool (Getty Images)El arzobispo de Canterbury en el momento de la coronaci¨®n de Camila como reina.RICHARD POHLE (AFP)El pr¨ªncipe de Gales besa a Carlos III tras ser coronado. Instantes antes, el pr¨ªncipe Guillermo se ha arrodillado antes su padre para jurarle lealtad y fidelidad en el hist¨®rico juramento de sangre durante la coronaci¨®n.POOL (via REUTERS)La coronaci¨®n en Westminster es el ¨²nico momento en el que Carlos III va a lucir la corona de San Eduardo, la m¨¢s valiosa de las que posee la familia real brit¨¢nica. En la imagen, el arzobispo de Canterbury corona al rey. Jonathan Brady (AP)El monarca ha sido ungido con aceite tra¨ªdo de Jerusal¨¦n, ¨²nico momento oculto al p¨²blico. El de¨¢n de Westminster, David Hoyle, ha derramado el ¨®leo consagrado de una ampolla de oro con forma de ¨¢guila en una cuchara, tambi¨¦n de oro, en la que el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, ha mojado dos dedos y ha ungido a Carlos en las manos, la cabeza y el pecho, a la altura del coraz¨®n. Associated Press/LaPresse (Associated Press/LaPresse)Carlos III firma el juramento de su coronaci¨®n. Con la mano en la Biblia, el monarca ha prometido respetar las leyes y las costumbres de sus reinos y la religi¨®n protestante. RICHARD POHLE (AFP)De izquierda a derecha, el pr¨ªncipe Guillermo (primero en la l¨ªnea de sucesi¨®n al trono brit¨¢nico), dos de sus hijos, la princesa Carlota y el pr¨ªncipe Luis, la princesa de Gales y el pr¨ªncipe Eduardo, en la coronaci¨®n de Carlos III. Yui Mok (AP)Carlos III y su esposa, la reina Camila, durante la ceremonia de coronaci¨®n en la abad¨ªa de Westminster. Yui Mok (AP)Carlos III se dirige por el pasillo central de la abad¨ªa de Westminster hacia el altar. Seguido del rey, y antes de la reina Camila, estaban Guillermo de Inglaterra, heredero al trono, y su esposa, Kate Middleton.Aaron Chown (AP)Carlos III entra en la abad¨ªa de Westminster. Cuatro pajes del rey le llevaban su pesada capa. Entre ellos, su nieto, el pr¨ªncipe Jorge, de 9 a?os, segundo en la l¨ªnea de sucesi¨®n al trono brit¨¢nico.DPA v¨ªa Europa Press (DPA v¨ªa Europa Press)Camila entra en la abad¨ªa de Westminster. La reina tambi¨¦n ha contado con cuatro pajes, en su caso han sido tres de sus nietos, los gemelos Gus y Louis y Freddy, y su sobrino nieto Arthur Elliot.PHIL NOBLE (AFP)La corona de San Eduardo llega a la abad¨ªa de Westminster. Esta es la m¨¢s importante de la familia real brit¨¢nica, y tan solo se utiliza en el momento concreto de la coronaci¨®n. PHIL NOBLE (AFP)Carlos III llega a la abad¨ªa de Westminster, donde le espera su nieto, el pr¨ªncipe Jorge (a la izquierda de la imagen). El primog¨¦nito del pr¨ªncipe Guillermo y Kate Middleton es uno de los cuatro pajes de honor del rey. DYLAN MARTINEZ (REUTERS)Los pr¨ªncipes de Gales, Guillermo y Kate, llegan a la abad¨ªa de Westminster acompa?ados de dos de sus hijos, la princesa Carlota y el pr¨ªncipe Luis. PHIL NOBLE (AP)La reina Camila, en la carroza real por las calles de Londres camino de la ceremonia. En ese primer trayecto ha sido empleada la carroza del Jubileo de Diamante, fabricada para celebrar los 60 a?os en el trono de Isabel II.RICHARD HEATHCOTE (AFP)Carlos III, tras el cristal mojado de la carroza por la lluvia londinense. YARA NARDI (Getty Images)La carroza real pasa delante del Parlamento brit¨¢nico. Markus Schreiber (AP)La princesa Carlota, hija de Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton, llega a la coronaci¨®n de Carlos III en la abad¨ªa de Westminster. Stuart C. Wilson (EL PA?S)El pr¨ªncipe Andr¨¦s se ha sentado en la tercera fila, junto a sus hijas, para ser testigo de c¨®mo su hermano mayor era coronado en la abad¨ªa de Westminster. El que muchos siempre han considerado que era el hijo favorito de la fallecida reina Isabel II, vive alejado de cualquier actividad p¨²blica de representaci¨®n de la monarqu¨ªa desde 2019 por su relaci¨®n con el millonario ped¨®filo estadounidense Jeffrey Epstein.Andrew Matthews (AP)La carroza real avanza por las calles de Londres camino de la abad¨ªa de Westminster. DPA v¨ªa Europa Press (DPA v¨ªa Europa Press)El pr¨ªncipe Enrique, duque de Sussex, llega a la ceremonia de coronaci¨®n de Carlos III. Apartado de la familia real brit¨¢nica desde que se mud¨® a EE UU, su mujer, Meghan Markle, se ha quedado en California.TOBY MELVILLE (REUTERS)La carroza real abandona el palacio de Buckingham hacia la abad¨ªa de Westminster. Petr David Josek (AP)Carlos III y Camila salen en la carroza real del palacio de Buckingham hacia Westminster, donde tendr¨¢ lugar la ceremonia, iniciando la llamada procesi¨®n del rey, que es la que les conduce a la abad¨ªa. Su vuelta a palacio, aunque seguir¨¢ el mismo itinerario, se conoce como la procesi¨®n de la coronaci¨®n. OLI SCARFF (AFP)Los reyes Felipe VI y Letizia llegan a la abad¨ªa de Westminster. A diferencia de lo que ocurri¨® el pasado mes de septiembre por el funeral de Estado de la reina Isabel II, en esta ocasi¨®n los reyes em¨¦ritos Juan Carlos y Sof¨ªa no han sido invitados.HENRY NICHOLLS (REUTERS)Los invitados esperan en la abad¨ªa de Westminster la llegada de Carlos III y la reina Camila.GARETH CATTERMOLE (Getty Images)El primer ministro brit¨¢nico, Rishi Sunak, acompa?ado de su esposa, Akshata Murty, espera la llegada de Carlos III y Camila en la abad¨ªa de Westminster. Toby Melville (AP)Guillermo y M¨¢xima de los Pa¨ªses Bajos llegan a la ceremonia. En la recepci¨®n de ayer en Buckingham asistieron en su representaci¨®n la princesa Beatriz, antigua soberana, y la princesa heredera Amalia. Kin Cheung (AP)Los ex primer ministros del Reino Unido asisten a la ceremonia de coronaci¨®n de Carlos III en la abad¨ªa de Westminster.Richard Pohle/The Times (AP)El pr¨ªncipe Alberto de M¨®naco y su esposa, la princesa Charlene, llegan a la abad¨ªa de Westminster.Alessandra Tarantino (AP)El presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, y su esposa Brigitte llegan a la abad¨ªa de Westminster. Ben Stansall (AP)Carlos de Inglaterra y Camila cenaron ayer juntos en su residencia de Clarence House. Esta ma?ana, las c¨¢maras han podido captar c¨®mo el rey se ha dirigido al palacio de Buckingham, desde donde partir¨¢ hacia la abad¨ªa de Westminster, escenario de su coronaci¨®n. PAUL CHILDS (REUTERS)Miembros de la Household Cavalry Mounted Band se preparan para la llamada procesi¨®n del rey: un recorrido de poco m¨¢s de dos kil¨®metros que llevar¨¢ a Carlos III y Camila desde Buckingham hasta la abad¨ªa de Westminster, donde se celebra la ceremonia.MARCO BERTORELLO (AFP)El pr¨ªncipe heredero de Jap¨®n, Fumihito, y su esposa, la princesa Kiko, llegan a la abad¨ªa de Westminster. Toby Melville (AP)Pippa y James Middleton, cu?ados del heredero al trono, llegan a la abad¨ªa de Westminster. En la lista de invitados, que ha descendido de los 8.000 en la coronaci¨®n de Isabel II a los 2.000 en la de Carlos III, tambi¨¦n est¨¢n los padres de Kate Middleton. Andrew Milligan (AP)La primera dama de EE UU, Jill Biden, acompa?ada de su nieta Finnegan, llega a la abad¨ªa de Westminster para asistir a la coronaci¨®n de Carlos III y Camila. Ambas asistieron tambi¨¦n a la recepci¨®n que se celebr¨® el viernes en Buckingham.Andrew Matthews (AP)Olena Zelenska, esposa del presidente ucranio, Volod¨ªmir Zelenski, llega a la abad¨ªa de Westminster. DYLAN MARTINEZ (EL PA?S)Abdala de Jordania y la reina Rania llegan a la abad¨ªa de Westminster para asistir a la coronaci¨®n de Carlos III. PAUL ELLIS (AFP)Polic¨ªas desplegados en el recorrido llamado la procesi¨®n del rey. M¨¢s de 11.000 agentes han sido desplegados por las calles de la capital brit¨¢nica. MARCO BERTORELLO (AFP)La cantante Katy Perry, que participar¨¢ en el concierto que tendr¨¢ lugar el domingo frente al castillo de Windsor, y Edward Enninful, director de la edici¨®n brit¨¢nica de la revista 'Vogue', llegan a la abad¨ªa de Westminster. Jeff Spicer (EL PA?S)La actriz Emma Thompson llega a la abad¨ªa de Westminster, donde se esperan 2.000 invitados entre jefes de Estado, miembros de las realezas del mundo y otras personalidades vinculadas con el mundo del espect¨¢culo y las ONG.Jane Barlow (AP)El p¨²blico congregado para ver parte del recorrido de la llamada procesi¨®n del rey ¡ªque llevar¨¢ a Carlos III y Camila de Buckingham a Westminster¡ª se protege de la lluvia con chubasqueros. MARCO BERTORELLO (AFP)El cantante Lionel Richie, a su llegada a la abad¨ªa de Westminster. ?l ser¨¢ uno de los artistas que actuar¨¢ el domingo en el concierto en Windsor, uno de los eventos organizados para celebrar la coronaci¨®n.Jane Barlow (AP)El artista Nick Cave, a su llegada a la abad¨ªa de Westminster. Jane Barlow (AP)Guardias de Coldstream marchan a primera hora de este s¨¢bado por las calles de Londres. Carl Court (AP)Manifestaci¨®n del movimiento republicano No es mi Rey, en las calles de Londres. PIROSCHKA VAN DE WOUW (AFP)Polic¨ªas desplegados en el recorrido llamado La Procesi¨®n del Rey, que llevar¨¢ a Carlos III desde el palacio de Buckingham hasta la abad¨ªa de Westminster. M¨¢s de 11.000 agentes han sido desplegados por las calles de la capital brit¨¢nica.MARCO BERTORELLO (AFP)El p¨²blico se congrega en las calles de Londres desde primera hora del s¨¢bado para ser testigo de la coronaci¨®n de Carlos III y Camila. Piroschka van de Wouw (AP)Los primeros invitados han llegado a la abad¨ªa de Westminster tres horas antes de la llegada de Carlos III y Camila. PHIL NOBLE (REUTERS)Miles de personas se congregan en los poco m¨¢s de dos kil¨®metros de 'La Procesi¨®n del Rey'. DANIEL LEAL (AFP)El p¨²blico congregado en Hyde Park espera el inicio de la coronaci¨®n para seguirla en una de las pantallas gigantes que no solo se han instalado en Londres, tambi¨¦n en otras ciudades del Reino Unido. Ian Forsyth (EL PA?S)Operarios del palacio de Buckingham preparan el balc¨®n desde el que saludar¨¢ Carlos III tras su coronaci¨®n. Petr David Josek (AP)Soldados, vestidos de uniforme de gala, esperan al tren en la estaci¨®n de Waterloo para dirigirse a la ceremonia de coronaci¨®n de Carlos III. SSgt Dek Traylor HANDOUT (EFE)
Como la lluvia, que no ha faltado en ninguna de las ¨²ltimas cuatro coronaciones. Y que no falt¨® este s¨¢bado en Londres, donde miles de ciudadanos hab¨ªan esperado pacientemente durante horas para ver apenas unos segundos la carroza que traslad¨® desde el palacio de Buckingham a la Abad¨ªa de Westminster al rey Carlos y a la reina consorte Camila. Pero sobre todo para decir, en el futuro: ¡°Yo estuve all¨ª¡±.
M¨¢s militares ¡ª6.000¡ª que los que desfilaron para el funeral de Winston Churchill en 1965. Un total de 23.000 polic¨ªas desplegados por la capital brit¨¢nica. Drones. C¨¢mara de vigilancia. Tecnolog¨ªa de reconocimiento facial. Un rastreo en los d¨ªas previos, por parte del MI5 ¡ªel servicio de inteligencia para la seguridad interior¡ª de aquellos individuos sospechosos de provocar disturbios. Y, sobre todo, ning¨²n escr¨²pulo a la hora de evitar supuestos sobresaltos. A primeras horas de la ma?ana, la Polic¨ªa Metropolitana de Londres llevaba a cabo media docena de arrestos. Entre los detenidos, Graham Smith, el fundador y director de la organizaci¨®n Republic. Llevaba meses preparando las protestas en la calle para alterar la ceremonia, bajo el lema ¡°not my king¡± (no es mi rey). Hab¨ªa congregado a 2.000 seguidores bajo la estatua de Carlos I (el rey decapitado en 1649 por traicionar al Parlamento), en Trafalgar Square, por donde deb¨ªa pasar la carroza real.
Grupos antimon¨¢rquicos protestan al paso del carruaje de Carlos IIIFoto: Sebastien Bozon/Pool via AP | V¨ªdeo: EPV
El Gobierno de Rishi Sunak, para sospecha de muchos activistas, hab¨ªa logrado aprobar esta semana una nueva legislaci¨®n para endurecer la respuesta policial ante las protestas, despu¨¦s de un a?o de disturbios callejeros por parte de organizaciones como Just Stop Oil.No ha dudado en aplicarla con rigor.La polic¨ªaacusaba a los arrestados de manejar sirgas y correajes que podr¨ªan utilizar m¨¢s tarde para atarse al mobiliario urbano y alterar la procesi¨®n.
La ceremonia de Westminster
La mayor¨ªa de los 2.200 invitados a la Abad¨ªa hab¨ªan entrado al templo horas antes de que comenzara la ceremonia, a las 11 de la ma?ana (mediod¨ªa en horario peninsular espa?ol). Casi la mitad de ellos ¡ªm¨¦dicos, enfermeros, voluntarios, trabajadores sociales¡¡ª formaban parte de un Reino Unido diverso que Carlos III ha querido representar en su coronaci¨®n. Aunque, tambi¨¦n a diferencia de su madre, el nuevo monarca ha incorporado al evento a los representantes de otras naciones y de otras realezas. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, junto a su esposa Brigitte; la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden; o los reyes de Espa?a, Felipe VI y Letizia.
El Rey Carlos III llegaba este s¨¢bado a los jardines de Buckingham Palace para recibir el saludo de miembros del ej¨¦rcito tras su coronaci¨®n en Londres.Foto: PETER BYRNE (GETTY IMAGES) | V¨ªdeo: EPV
Salvo los abucheos cuando el pr¨ªncipe Andr¨¦s de Inglaterra ¨Dcondenado al ostracismo social por su relaci¨®n con el millonario ped¨®filo estadunidense Jeffrey Epstein¨D, ha salido del palacio de Buckingham rumbo a la abad¨ªa en un veh¨ªculo oficial, las cuitas y recelos de una familia real siempre al borde de una nueva crisis se han guardado esta vez en un caj¨®n. El pr¨ªncipe Enrique llegaba solo ¡ªMeghan Markle se ha quedado en Estados Unidos, con la excusa de que su hijo Archie cumpl¨ªa este s¨¢bado cuatro a?os¡ª, entraba al recinto religioso de modo discreto, y ocupaba su puesto en tercera fila. Al otro extremo, su t¨ªo Andr¨¦s. Un par de filas m¨¢s adelante se sentaban el heredero al trono, Guillermo, pr¨ªncipe de Gales, y su esposa Catalina, ataviados con t¨²nicas formales.
Guillermo, como hizo 70 a?os atr¨¢s su abuelo Felipe de Edimburgo ante Isabel II, se ha arrodillado ante su padre para jurarle lealtad con su propia vida. Y, a continuaci¨®n, darle un beso en la mejilla.
Los ritos y s¨ªmbolos del poder
La corona de San Eduardo y la corona imperial; orbes, cetros y espadas; un trono construido siglos atr¨¢s con el ¨²nico prop¨®sito de dejar claro el dominio de Inglaterra sobre Escocia; una piedra del destino sobre la que Carlos III, como su madre antes, hizo llevar desde Edimburgo hasta Londres para poder encajarla en el hueco dispuesto bajo la silla de Eduardo. Y juramentos. Y liturgia. Declaraciones de lealtad a las leyes del reino y a la Iglesia anglicana, de la que el monarca es supremo gobernador.
¡°Yo, Carlos, profeso y declaro solemne y sinceramente en presencia de Dios que soy un fiel protestante y que, de acuerdo con las leyes que asegura una sucesi¨®n protestante al trono, defender¨¦ y mantendr¨¦ esas leyes¡±, afirmaba el rey con la mano en la Biblia.
Hasta ah¨ª llegaba el l¨ªmite del compromiso de Carlos III por integrar las diversas creencias religiosas que conviven en el Reino Unido. Representantes del islamismo, del hinduismo o del juda¨ªsmo han estado presentes en la abad¨ªa, y el rey coronado ha tenido unas palabras con ellos una vez coronado, cuando sal¨ªa ya del templo para comenzar la procesi¨®n de la coronaci¨®n.
A pocos se les han escapado las miradas de complicidad compartidas en ese momento por una pareja que ha protagonizado la historia m¨¢s interesante de resurrecci¨®n y triunfo del Reino Unido de las ¨²ltimas d¨¦cadas. Testigos del momento eran personajes populares de las artes y el espect¨¢culo, tambi¨¦n ellos invitados, como los cantantes Nick Cave y Katy Perry, o el actor Stephen Fry. Toda una bofetada poco disimulada a los tabloides que durante a?os hicieron escarnio populista del romance.
Nadie ha querido hablar de censura, pero los contrarios a la monarqu¨ªa segu¨ªan en Trafalgar Square, empapados por la lluvia, cuando la carroza dorada de Estado que transportaba a los reyes coronados ha salido de la abad¨ªa para llevarlos de vuelta al palacio de Buckingham.
¡°Cartas intimidatorias, leyes antiprotesta aceleradas en su tramitaci¨®n, tecnolog¨ªa de reconocimiento facial utilizada con millones de personas. Y esta ma?ana, personas arrestadas antes de las protestas, a pesar de contar con autorizaci¨®n policial¡±, ha denunciado en un comunicado la organizaci¨®n Liberty Human Rights. ¡°Se trata de un peligroso y preocupante precedente para nuestra naci¨®n democr¨¢tica¡±.
Las c¨¢maras de la BBC no mostraban en ning¨²n momento im¨¢genes de la protesta, y su hueco ¡ªminoritario, hay que decir¡ª en esta historia quedar¨¢ registrado en miles de tel¨¦fonos m¨®viles, pero no en los archivos de la corporaci¨®n p¨²blica, cuya misi¨®n, entre otras, es la de preservar la institucionalidad del Reino Unido.
Medio mundo mira al balc¨®n
Miles de personas han inundado The Mall, la avenida que une Trafalgar Square con Buckingham, a modo de gran alfombra roja, para dirigirse a la gran plaza frente al palacio. El momento ic¨®nico. El saludo de la familia real desde el balc¨®n. Con el tradicional juego de inc¨®gnita sobre las ausencias y presencias. Los reyes sal¨ªan a saludar y ambos llevaban su corona. Poco despu¨¦s se sumaban los pr¨ªncipes de Gales, Guillermo y Catalina. Y los hermanos de Carlos, Eduardo y Ana. En esta ocasi¨®n, sin embargo, para muchas generaciones, el cambio ha sido espectacular. En el centro ya no estaba aquella mujer con la que compartieron d¨¦cadas en las que llegaron a pensar que siempre estar¨ªa all¨ª ¡ªla reina Isabel II¡ª, sino Carlos III y Camila, la pareja real m¨¢s inesperada para el Reino Unido del siglo XXI.
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Es el corresponsal de EL PA?S para el Reino Unido e Irlanda. Fue el primer corresponsal de CNN+ en EE UU, donde cubri¨® el 11-S. Ha dirigido los Servicios Informativos de la SER, fue redactor Jefe de Espa?a y Director Adjunto de EL PA?S. Licenciado en Derecho y M¨¢ster en Periodismo por la Escuela de EL PA?S/UNAM.