Dejad a los muertos en paz

En las conmemoraciones que Rusia dedica el 9 de mayo a la victoria en la II Guerra Mundial, este a?o no ha desfilado el llamado Regimiento Inmortal, como se denomina al cortejo de ciudadanos que marchan portando los retratos de sus familiares combatientes en aquella contienda.

Las autoridades han abolido este acontecimiento multitudinario que, habiendo nacido de una iniciativa popular, fue transformado por el Kremlin en un espect¨¢culo al servicio de su pol¨ªtica militarista y agresiva.

El Regimiento Inmortal surgi¨® a finales de 2011 como una ocurrencia de varios periodistas de la cadena de televisi¨®n TV2 de Tomsk, un din¨¢mico medio informativo dirigido por entonces por el historiador Viktor Muchnik. La idea prendi¨® y en el 9 de mayo de 2012 miles de personas marcharon por las calles de aquella ciudad siberiana en el clima de emoci¨®n, recogimiento y dolor que sol¨ªa ser habitual entre quienes padecieron o comprendieron la tragedia que aquella contienda supuso para sus familias y para su pa¨ªs.

A partir del inesperado ¨¦xito, el Regimiento Inmortal inici¨® otra trayectoria. La marcha se extendi¨® por otras ciudades rusas e inmediatamente comenzaron los intentos de instrumentalizaci¨®n y comercializaci¨®n por parte de los pol¨ªticos de Mosc¨², seg¨²n contaba el mismo Muchnik al periodista Yevgueni Kisiliev. En 2013, en la prensa rusa aparecieron los primeros art¨ªculos cr¨ªticos contra aquellos ciudadanos que, por libre, se atrev¨ªan a impulsar una iniciativa de tal calibre. As¨ª que el Kremlin arrebat¨® la idea a sus creadores y convirti¨® el Regimiento Inmortal en una ¡°estructura burocr¨¢tica a cargo del presupuesto estatal¡±, dec¨ªa Muchnik.

¡°Nos hab¨ªamos metido sin permiso en un espacio de la memoria que pertenec¨ªa al Estado¡±, explicaba el periodista, cuyo canal de televisi¨®n fue clausurado por las autoridades rusas en 2015. Entre las razones de su clausura figuraba la ¡°intromisi¨®n no autorizada en la pol¨ªtica en relaci¨®n con la historia¡±. Para las autoridades rusas actuales, la memoria hist¨®rica es ¡°un recurso, como el petr¨®leo y el gas¡±, opina Muchnik, seg¨²n el cual la memoria de la guerra ha sido transformada en ¡°algo repugnante, imperialista y canalla¡±. Confesaba el historiador y periodista que, desde 2014, a?o de la anexi¨®n de Crimea por Rusia, ya no soporta las pel¨ªculas sobre la II Guerra Mundial que antes le resultaban pr¨®ximas. ¡°El Regimiento Inmortal ha sido derrotado en Bajmut¡±, afirmaba, refiri¨¦ndose al implacable asalto ruso a aquella ciudad ucrania. ¡°La invasi¨®n rusa de Ucrania es un gran golpe sobre el recuerdo de la guerra y sobre todos los rituales realizados en su nombre¡±, se?alaba.

El 9 de mayo de 2015, Vlad¨ªmir Putin comenz¨® a participar en las marchas del Regimiento Inmortal en Mosc¨². Cada a?o, hasta 2019, el presidente desfil¨® por la plaza Roja enarbolando el retrato de su padre y, volvi¨® de nuevo en 2022, tras haberse sumado virtualmente al evento en 2020 y 2021 debido a la epidemia de covid.

La seguridad, el motivo por el cual el Kremlin ha anulado la marcha del Regimiento Inmortal este a?o, no es la ¨²nica preocupaci¨®n de las autoridades rusas obsesionadas por el control. En un acontecimiento multitudinario puede haber factores imprevistos. ¡°De repente, alguien enarbola una consigna pacifista¡±; ¡°de repente, la gente lleva retratos de los que han perecido en Ucrania y, de repente, ve cu¨¢ntos muertos hay realmente. Unas autoridades que ocultan la cantidad de muertos en la guerra no quieren correr el riesgo de perder el control¡±, explicaba Muchnik.

Algunos escritores rusos reivindican hoy que se deje en paz a los muertos. Este es el mensaje de la directora de teatro Zhenia Berk¨®vich, detenida el 4 de mayo y acusada de incitar y hacer propaganda del terrorismo en una obra galardonada hace varios a?os en la misma Rusia. A Berk¨®vich pertenecen los versos cuyo protagonista es un joven de nombre Seriozha, al que se le aparece su abuelo ya muerto.

¡°?No podr¨ªas dejar de escribir sobre m¨ª en Facebook / nada de victorias en mi nombre / nada de victorias / me gustar¨ªa que no me llevaras al desfile / te lo ruego. No necesito ning¨²n regimiento / ni inmortal ni mortal (...) d¨¦jame en paz, Seriozha. Me he merecido el descanso / hemos vivido la vida, una y dif¨ªcil / permitidnos que dejemos de ser vuestra ilustraci¨®n de la guerra. Lo nuestro ya se acab¨® / la tierra nos ha recogido / ?acaso no podr¨ªais vosotros mismos empezar de cero, de alg¨²n modo? / No necesitamos vuestro orgullo ni vuestra verg¨¹enza oculta / te lo ruego, haz que / me olviden de una vez / (¡­)¡±, escribe Berk¨®vich. Y cuando el nieto recuerda al abuelo los instantes tiernos que comparti¨® con ¨¦l en su infancia, este contesta: ¡°Y ni siquiera eso te ayud¨®¡±.

En contra de la instrumentalizaci¨®n de los muertos se expresa tambi¨¦n el escritor Dmitri Glujovski: ¡°No son vuestros abuelos quienes exigen continuar la guerra. Son esos porteadores de cad¨¢veres que sacan de las tumbas los cuerpos vac¨ªos y los obligan a desfilar al son de antiguos himnos para atraerlos a ustedes, idiotas, a la muerte, con rostros y nombres amados. Clavadles una estaca en el coraz¨®n. Vuestros abuelos duermen. Se han merecido el descanso. Que el mundo descanse en paz¡±.

En el extranjero, los regimientos inmortales se siguen realizando, como lo demuestran los que han tenido lugar este martes en algunas ciudades espa?olas. Sus participantes no deslindan entre el leg¨ªtimo tributo a la memoria de las v¨ªctimas del nazismo y la instrumentalizaci¨®n de las mismas al servicio de una pol¨ªtica de anexi¨®n y exterminio que recuerda aquella contra la que combatieron sus antepasados. Estos individuos gritones y desafiantes que vitorean a Putin en las calles de Europa forman parte del contingente que la televisi¨®n rusa utiliza para ilustrar sus reportajes sobre la influencia de Mosc¨² en el mundo.

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