Estados Unidos confirma su voluntad de resolver la contaminaci¨®n de Palomares
El secretario de Estado, Antony Blinken, subraya la ¡°importancia¡± de la cuesti¨®n en una rueda de prensa junto al ministro de Exteriores Espa?ol, Jos¨¦ Manuel Albares
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¡°Reconocemos la importancia de esta cuesti¨®n¡±. El secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, ha expresado en p¨²blico, en una rueda de prensa junto al ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Manuel Albares, la voluntad pol¨ªtica de su pa¨ªs de resolver el problema de la contaminaci¨®n de Palomares, la vieja piedra en el zapato en las relaciones entre Washington y Madrid que se arrastra desde hace 57 a?os.
Los dos altos cargos comparec¨ªan apenas dos d¨ªas antes de que el presidente del Gobierno espa?ol, Pedro S¨¢nchez, se re¨²na en la Casa Blanca el viernes con el presidente estadounidense, Joe Biden, para un encuentro en el que, entre otros asuntos, se abordar¨¢ la cuesti¨®n de los terrenos de la costa almeriense contaminados por el accidente nuclear de enero de 1966, cuando colisionaron en vuelo dos aviones del Ej¨¦rcito estadounidense. Espa?a y EE UU han reactivado en los ¨²ltimos meses las negociaciones para limpiar la zona de radiactividad, que hab¨ªan quedado en el limbo desde el mandato de Barack Obama (2009-2017).
¡°Prevemos que las negociaciones para los trabajos de limpieza recomenzar¨¢n pronto¡±, ha apuntado Blinken, quien mantuvo este mi¨¦rcoles una reuni¨®n con Albares. ¡°Esperamos con ganas la cooperaci¨®n con nuestros socios espa?oles¡±.
Por su parte, Albares indic¨® que las arenas de Palomares fueron uno de los asuntos de la reuni¨®n mantenida en el Departamento de Estado, junto a la guerra en Ucrania, la cooperaci¨®n en el ¨¢rea migratoria, y la colaboraci¨®n cient¨ªfica, especialmente con la NASA y en el proyecto Artemis de env¨ªo de misiones tripuladas a la luna. Ni el ministro espa?ol ni el secretario de Estado quisieron fijar una fecha para el momento en el que pueda cerrarse un acuerdo definitivo para la retirada de las arenas contaminadas.
Se trata, justific¨® Albares, de un asunto ¡°complejo desde el punto de vista t¨¦cnico¡± y en el que a¨²n quedan ¡°aspectos que hay que resolver¡± antes de poder cerrar un acuerdo en torno a las arenas contaminadas en cerca de 40 hect¨¢reas afectadas en Palomares. En ellas hay presencia de plutonio desde el accidente de 1966, cuando como fruto de la colisi¨®n a¨¦rea entre un bombardero B-52 y un avi¨®n cisterna KC-135 durante una operaci¨®n de repostaje en pleno vuelo cayeron a tierra cuatro bombas termonucleares. Ninguna lleg¨® a explotar, pero dos se rompieron y esparcieron su contenido radiactivo.
Hubo una primera limpieza durante la dictadura de Francisco Franco y Washington pag¨® una indemnizaci¨®n por los da?os a algunos vecinos. En la memoria colectiva espa?ola ha quedado la imagen del entonces ministro de Informaci¨®n y posterior l¨ªder de Alianza Popular -predecesora del Partido Popular- durante la transici¨®n, Manuel Fraga, en ba?ador en las aguas de Palomares para demostrar la seguridad de la zona.
Pero una revisi¨®n en 2007 detect¨® restos de plutonio en esas 40 hect¨¢reas y tres a?os m¨¢s tarde se comenz¨® a trazar un plan de limpieza, que compactar¨ªa los cerca de 50.000 metros c¨²bicos para dejarlos en 6.000. En 2015, y con la Administraci¨®n Obama ya en v¨ªas de salida antes de las elecciones presidenciales de 2016, se firm¨® un memorando de entendimiento, no vinculante jur¨ªdicamente, por el que las arenas se trasladar¨ªan a Nevada, en Estados Unidos, para su almacenamiento.
El hecho en s¨ª de que las partes reactiven las negociaciones y de que Estados Unidos exprese su voluntad pol¨ªtica de llegar a un acuerdo es significativo. Washington se ha mostrado en el pasado reticente a hacerse cargo de este tipo de residuos, para no sentar precedentes. El cambio de Gobierno en Washington y la llegada al poder de Donald Trump en 2017, entre otras razones, hizo que las negociaciones para el desarrollo del memor¨¢ndum -est¨¢ pendiente el reparto de los costes, calculados en cientos de millones de euros- quedaran en barbecho hasta ahora. A principios de este a?o, el Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez traslad¨® formalmente la petici¨®n de retomar el problema y el pacto de 2015.
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