El expresidente Laurent Gbagbo renace en Costa de Marfil con un nuevo proyecto pol¨ªtico
El antiguo mandatario, absuelto de cr¨ªmenes contra la humanidad por la Tribunal Penal Internacional hace dos a?os, regresa a la primera l¨ªnea con las elecciones de 2025 en el punto de mira
Laurent Gbagbo ha vuelto con paso firme al primer plano de la pol¨ªtica marfile?a. El expresidente de Costa de Marfil entre 2000 y 2011, quien fuera juzgado y finalmente absuelto en 2021 de cr¨ªmenes contra la humanidad por el Tribunal Penal Internacional (TPI) en un proceso que dur¨® una d¨¦cada, acaba de nombrar a los candidatos de su propio partido pol¨ªtico para las elecciones locales y auton¨®micas del pr¨®ximo septiembre. Sin embargo, la gran inc¨®gnita que flota en el ambiente es si ¨¦l mismo se lanzar¨¢ a la carrera presidencial que concluye en 2025. Sus seguidores sue?an con ello, mientras el propio interesado, a lomos de un fuerte apoyo popular y renacido de sus cenizas, mantiene una calculada ambig¨¹edad. Quienes lo dieron por muerto pol¨ªticamente en 2011, cuando fue detenido y llevado a La Haya, no sab¨ªan de su tenacidad.
Han pasado casi dos a?os desde que regres¨® a su pa¨ªs. Aclamado por decenas de miles de seguidores, el expresidente ven¨ªa de lograr su victoria m¨¢s importante tras demostrar su inocencia en el Tribunal Penal Internacional. Diez a?os de detenci¨®n y el propio paso del tiempo hab¨ªan pasado factura al veterano pol¨ªtico, hoy a punto de cumplir 78 a?os, que parec¨ªa m¨¢s d¨¦bil y cansado y espaciaba sus apariciones p¨²blicas. Sin embargo, apenas cuatro meses despu¨¦s, en octubre de 2021, lanzaba un nuevo partido socialista y panafricanista, el Partido de los Pueblos Africanos de Costa de Marfil (PPA-CI), con la firme intenci¨®n de disputar el poder a su viejo enemigo, el presidente Alassane Ouattara. Hoy est¨¢ m¨¢s cerca de su objetivo.
¡°No tengo ning¨²n cad¨¢ver en el armario. Cuando la fiscal del TPI, Fatou Bensouda, ley¨® las acusaciones contra m¨ª, supe que iba a ser liberado. No sab¨ªa cu¨¢ndo, pero no hab¨ªa ni una sola realidad en todo lo que dec¨ªa¡±, aseguraba desde el estrado un apasionado Laurent Gbagbo el pasado 31 de marzo en su reaparici¨®n en la escena p¨²blica, un gran mitin en la plaza Ficgayo de Yopougon, en Abiy¨¢n. Ni la fecha ni el lugar se escogieron al azar: se cumpl¨ªan dos a?os exactos de la sentencia absolutoria, ¡°cuando se reconoci¨® la inocencia del inocente¡±, dijo Gbagbo, y ese popular distrito de la capital econ¨®mica, uno de los principales escenarios del sangriento conflicto de 2010-2011, se hab¨ªa mantenido siempre fiel al viejo profesor.
En los dos a?os que ha pasado en Costa de Marfil, Gbagbo ha allanado el camino de la reconciliaci¨®n, as¨ª como el presidente Alassane Ouattara, quien permiti¨® su regreso al pa¨ªs y hasta ha propuesto bautizar un puente en Abiy¨¢n con el nombre de su rival, a quien necesita para cerrar viejas heridas. Nadie lo hubiera pensado hace 12 a?os, cuando ambos fueron proclamados vencedores de unas re?idas elecciones, el primero por el Tribunal Constitucional y el segundo por la comisi¨®n electoral, lo que aliment¨® una crisis que acab¨® con 3.000 muertos. Ouattara, con el apoyo de la comunidad internacional, gan¨® aquella batalla de la mano de los rebeldes capitaneados por Guillaume Soro y con la cobertura de la aviaci¨®n francesa y las tropas de la ONU, mientras que la imagen para la posteridad fue la de Gbagbo y su esposa derrotados y sentados en una cama de hotel mientras los rodeaban milicianos tras el violento asalto al palacio presidencial.
Los gestos de distensi¨®n entre los dos viejos rivales, sin embargo, no suponen un freno a las renovadas ambiciones pol¨ªticas de Laurent Gbagbo, que mueve sus peones de manera calculada. Para las pr¨®ximas elecciones locales y regionales, la primera gran prueba a la que se somete el PPA-CI, el expresidente ha centrado sus esfuerzos en el sur del pa¨ªs, sabedor de que el norte es el feudo natural y pr¨¢cticamente irreductible de Ouattara y su Agrupaci¨®n de Houphou?tistas por la Democracia y la Paz (RHDP) ¡ªen alusi¨®n a F¨¦lix Houphou?t-Boigny, considerado el padre de la independencia del pa¨ªs¡ª, que cuenta en la actualidad con una comod¨ªsima mayor¨ªa absoluta en el Parlamento.
As¨ª, el PPA-CI presentar¨¢ candidaturas a 22 de las 31 regiones del pa¨ªs y a 129 de los 201 ayuntamientos. Michel Gbagbo, diputado e hijo del expresidente, opta a la alcald¨ªa de Yopougon y se enfrenta nada menos que a Adama Bictogo, presidente del Parlamento, en una especie de duelo anticipado y por poderes que preconiza una encarnizada batalla electoral entre los partidos de Gbabgo y Ouattara en las presidenciales de 2025 y las legislativas de 2026. A todo ello hay que a?adir el indudable tir¨®n electoral del Partido Democr¨¢tico de Costa de Marfil (PDCI) del incombustible Henri Konan B¨¦di¨¦, que hoy capitanea la oposici¨®n y con quien Gbagbo busca acuerdos para desalojar del poder a la RHDP. Un pacto m¨¢s amplio entre ambos har¨ªa temblar el suelo sobre el que hoy pisa Ouattara.
Pero sin haberse presentado a¨²n a ning¨²n comicio, el PPA-CI ya es la tercera fuerza parlamentaria marfile?a gracias a la afiliaci¨®n en bloque de 18 diputados pro Gbagbo que hab¨ªan conseguido su esca?o en las parlamentarias de 2021. De esta manera, el joven partido se ha convertido en un serio p¨²gil para el combate electoral que se avecina, alimentado por el desplome del hist¨®rico Frente Popular Marfile?o (FPI), fundado por el propio Gbagbo en 1982, que hasta ahora congregaba al electorado m¨¢s progresista y que se ha escorado hacia el poder. El ¨¦xito del r¨¢pido posicionamiento del PPA-CI en la escena pol¨ªtica es atribuible, pr¨¢cticamente en exclusiva, a la figura de su l¨ªder, quien, pese al tiempo transcurrido y las graves acusaciones en su contra, no ha perdido un ¨¢pice de su popularidad.
El ¨²nico escollo legal que impide por ahora una hipot¨¦tica candidatura de Gbagbo a la presidencia del pa¨ªs en 2025 es judicial. El expresidente fue condenado a 20 a?os de c¨¢rcel por la justicia marfile?a en el llamado caso de la caja de BCEAO [el saqueo de la sucursal local del Banco Central de los Estados de ?frica Occidental], pena que no cumpli¨® merced a una gracia presidencial otorgada por Ouattara en agosto de 2022. No obstante, su entorno est¨¢ convencido de que habr¨¢ una amnist¨ªa que abrir¨ªa la puerta a una posible candidatura. Laurent Gbagbo no ha dicho a¨²n su ¨²ltima palabra.
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