La ultraderecha alemana se dispara en las encuestas al calor del descontento con el tripartito de Scholz
AfD escala al segundo puesto en los sondeos empatado con los socialdem¨®cratas. El l¨ªder de la oposici¨®n, el democristiano Merz, descarta cualquier colaboraci¨®n: ¡°Ese partido es xen¨®fobo y antisemita¡±
La ultraderecha est¨¢ m¨¢s fuerte que nunca en Alemania. Y al mismo tiempo ¡ªy no es casualidad¡ª el actual Gobierno de coalici¨®n registra sus peores datos de valoraci¨®n desde que ech¨® a andar, ahora hace a?o y medio. Los votantes alemanes nunca hab¨ªan estado tan descontentos con el tripartito de socialdem¨®cratas, verdes y liberales, hasta el punto de que solo uno de cada cinco encuestados afirma que est¨¢ haciendo un buen trabajo.
El principal beneficiario de este estado de opini¨®n no es la oposici¨®n democristiana de la CDU, que tambi¨¦n, sino especialmente Alternativa para Alemania (AfD), el partido de extrema derecha que entr¨® en tromba en el Bundestag en 2017 al calor de la crisis de los refugiados de 2015. Si las elecciones federales se celebraran ahora, AfD obtendr¨ªa un 18% o un 19%, seg¨²n el sondeo que se consulte. Es exactamente el mismo porcentaje que las encuestas atribuyen al Partido Socialdem¨®crata (SPD) del canciller Olaf Scholz.
Las recientes encuestas que confirman la tendencia creciente de AfD de los ¨²ltimos meses¡ªuna de la televisi¨®n p¨²blica ARD y otra para el diario Bild¡ª han provocado un terremoto en Berl¨ªn. Se suceden los intentos de buscar razones a este apoyo popular a la ultraderecha en un pa¨ªs que mantiene un estricto cord¨®n sanitario en torno a las fuerzas a la derecha de la CDU y sus hermanos socialcristianos b¨¢varos de la CSU. A nadie se le ocurre no ya incluirlos en un Gobierno regional de coalici¨®n, sino ni siquiera apoyarse en sus votos para sacar adelante propuestas legislativas. Para el resto de partidos es como si la AfD no existiera, aunque estos d¨ªas no hablen de otra cosa.
Alemania no es ajena a la ola reaccionaria que recorre Europa, con la ultraderecha en el Gobierno (en Italia, Hungr¨ªa y Polonia) o escalando posiciones, como en Espa?a, donde ya es la tercera fuerza pol¨ªtica, o en Francia y el Reino Unido, que ven c¨®mo los partidos de derecha tradicionales derivan hacia postulados de la extrema derecha m¨¢s nacionalista y populista.
AfD ha subido otros dos puntos porcentuales desde mayo en la detallada y muy respetada encuesta Deutschlandtrend, realizada por Infratest Dimap, que hace p¨²blica ARD todos los meses, lo que dibuja un paisaje pol¨ªtico completamente nuevo. La ultraderecha ahora pugna por ser la segunda fuerza por detr¨¢s de los democristianos, mientras los partidos de la coalici¨®n de Gobierno se desangran. En varios Estados federados del este del pa¨ªs, AfD es desde hace tiempo el partido m¨¢s fuerte.
¡°En el este existe un enorme descontento con el Gobierno¡±, constata Peter Matuschek, investigador del instituto demosc¨®pico Forsa. Algunas decisiones del tripartito espantan cada vez a m¨¢s votantes, que no est¨¢n de acuerdo con pol¨ªticas energ¨¦ticas como la reciente ley de las calefacciones, que obligar¨¢ a partir del a?o que viene a instalar calderas que funcionan con energ¨ªas renovables en lugar de las tradicionales de gas o gasoil. Las decisiones sobre la guerra de Ucrania, o los titubeos del equipo de gobierno en cuestiones clave como el env¨ªo de armas, el cierre de las nucleares o los pr¨®ximos Presupuestos tambi¨¦n provocan desencanto. ¡°Se aprecia una decepci¨®n generalizada con el Gobierno federal y, sobre todo en el este, un rechazo bastante agresivo a todo lo que venga de Berl¨ªn¡±, a?ade Matuschek.
Medidas energ¨¦ticas impopulares
El bloque de centroderecha que forman la CDU y la CSU lidera ahora las encuestas, con un 29% de intenci¨®n de voto. Es una mejor¨ªa significativa tras el 24,1% que obtuvieron en las elecciones de septiembre de 2021. Entonces el SPD triunf¨® con el 25,7% y se ali¨® con Los Verdes (14,8%) y con los liberales del FDP (11,5%). Los ecologistas llegaron a rozar el 23% unos meses despu¨¦s, el verano pasado, pero han vuelto a caer hasta el 15%, lastrados sobre todo por la valoraci¨®n de Robert Habeck, vicecanciller y ministro de Econom¨ªa y Clima, encargado de poner a los alemanes en la senda de la transici¨®n energ¨¦tica con medidas que, salvo para sus votantes tradicionales, han resultado tremendamente impopulares.
Los tres principales l¨ªderes de la coalici¨®n ¡ªScholz, Habeck y el liberal Christian Lindner, ministro de Finanzas¡ª se desploman en la valoraci¨®n personal. En general todos los l¨ªderes caen, salvo Alice Weidel, copresidenta de AfD, y la cara m¨¢s amable de una formaci¨®n que en los ¨²ltimos tiempos se ha radicalizado con la marcha de sus mandatarios m¨¢s moderados.
Si se atiene al recorrido de AfD desde las elecciones de septiembre de 2021, el avance resulta m¨¢s que llamativo. Entonces fueron la quinta fuerza m¨¢s votada, con el 10,3% de los sufragios. Con la ultraderecha rozando ahora el 20%, pol¨ªticos, expertos y medios se preguntan por qu¨¦ gana terreno y encienden las alarmas. El propio informe de la televisi¨®n p¨²blica dedica varias p¨¢ginas a entender qu¨¦ mueve a sus simpatizantes. Les preguntaron por la principal raz¨®n para votarlos y result¨® ser la insatisfacci¨®n con los dem¨¢s partidos y no tanto que comulguen con el ideario ultra. El hartazgo con la pol¨ªtica es tan grande que apenas uno de cada tres (32%) asegura que apoya sus pol¨ªticas.
Eso s¨ª, al entrar en temas concretos, la gran mayor¨ªa menciona que est¨¢ de acuerdo con la postura cr¨ªtica de la extrema derecha respecto a la inmigraci¨®n. Tambi¨¦n valoran de AfD sus ideas en pol¨ªtica energ¨¦tica y clima ¡ªradicalmente contrarias a las del tripartito¡ª y sus propuestas econ¨®micas. La situaci¨®n de la econom¨ªa alemana, en recesi¨®n t¨¦cnica y lastrada por una inflaci¨®n mucho m¨¢s elevada que en otros pa¨ªses de la eurozona, no parece estar entre las principales razones del descontento. Aunque son minor¨ªa (el 28%), m¨¢s encuestados dicen que la econom¨ªa va bien y cuando se les pregunta si su propia situaci¨®n econ¨®mica es buena o muy buena, el 65% aseguran que s¨ª.
El l¨ªder de la oposici¨®n, el democristiano Friedrich Merz, ha vuelto a rechazar de forma contundente cualquier tipo de negociaci¨®n con AfD. ¡°Quiero ser clar¨ªsimo en esto: mientras yo sea presidente de la CDU, no habr¨¢ absolutamente ning¨²n acuerdo con este partido¡±, dijo en la televisi¨®n p¨²blica el domingo por la noche. ¡°Ese partido es xen¨®fobo y antisemita. No tenemos nada que ver con esa gente y no habr¨¢ ning¨²n tipo de colaboraci¨®n, ni en p¨²blico, ni en privado, por encima o por debajo de la mesa. Conmigo, con nosotros, nada¡±.
Merz y Scholz coinciden en el cord¨®n sanitario a AfD, pero divergen en las razones que explican su auge. Para el democristiano, la culpa la tiene el Gobierno de coalici¨®n y especialmente las pol¨ªticas de Los Verdes, que proh¨ªben y dicen a los ciudadanos lo que tienen que hacer. ¡°La gente est¨¢ harta de tanto paternalismo y se est¨¢ desahogando¡±, dijo el domingo el l¨ªder de la CDU. Scholz, por su parte, apunta a la ola derechista que barre otros pa¨ªses europeos, que se nutre de los tiempos convulsos, con la pandemia, la guerra en Ucrania y el cambio clim¨¢tico. Es esa incertidumbre, dijo en un acto el fin de semana, el que acaba por dar alas a las formaciones que explotan ¡°el mal humor¡±.
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