Trump se prepara para una pronta imputaci¨®n por el caso de los papeles clasificados

El ritual se repite. La actividad en los juzgados se intensifica con declaraciones y nuevas pruebas, los investigadores avanzan y el expresidente Donald Trump prepara el terreno y previene de que imputarle ser¨ªa una injusticia fruto de la ¡°interferencia pol¨ªtica¡± para evitar que vuelva a la Casa Blanca. Es el mismo aroma de la imputaci¨®n de finales de marzo, solo que esta vez es por un caso potencialmente m¨¢s grave: los papeles clasificados que el expresidente reten¨ªa ilegalmente en Mar-a-Lago, su mansi¨®n de Palm Beach, en Florida.

Procesalmente, el ¨²ltimo paso relevante es que los fiscales han comunicado a los abogados de Trump de que el expresidente es objeto de la investigaci¨®n sobre el manejo de los documentos confidenciales que se llev¨® de la Casa Blanca y manten¨ªa en su mansi¨®n.

No es que hubiera muchas dudas de que Trump estaba siendo investigado despu¨¦s de que el FBI se presentase en su casa con una orden de registro en agosto del a?o pasado, del nombramiento de un fiscal especial, Jack Smith, para hacerse cargo del caso y de todos los pasos procesales posteriores. Pero la nueva notificaci¨®n es un indicio de que es muy probable que el fiscal presente cargos contra el expresidente y de que la investigaci¨®n est¨¢ llegando a su final. Adem¨¢s, se ha sabido que hay dos grandes jurados examinando el caso, uno en Washington y otro en Miami.

El lunes trascendi¨® la reuni¨®n de los abogados de Trump con el fiscal especial durante casi dos horas en el Departamento de Justicia. Los letrados fueron fotografiados a la entrada y la salida, pero declinaron dar detalles de la reuni¨®n. Un mensaje de Trump en su red social, sin embargo, daba ya una pista: ¡°C¨®mo es posible que el DOJ [Departamento de Justicia] me acuse a m¨ª, que no he hecho nada malo, cuando ning¨²n otro presidente ha sido acusado (...). Solo Trump. ?La mayor caza de brujas de todos los tiempos!¡±, escribi¨® en un mensaje en su red social, Truth, todo en may¨²sculas, en que lanzaba acusaciones contra Joe Biden, Bill Clinton y Hillary Clinton.

Este mi¨¦rcoles, Trump ha vuelto a la carga con otros dos mensajes. ¡°Vaya, esto se est¨¢ convirtiendo en el mayor y m¨¢s despiadado caso de INTERFERENCIA ELECTORAL en la historia de nuestro pa¨ªs¡±, empieza el primero, que a?ade: ¡°Est¨¢n lanzando todas las investigaciones falsas contra m¨ª justo en medio de mi campa?a, algo que es inaudito y no se supone que suceda¡±. Y luego dice que el Departamento de Justicia, el FBI y los fiscales de Nueva York y Atlanta son: ¡°?FASCISTAS TODOS!¡±.

Otro mensaje ha llegado despu¨¦s de que John Solomon, un periodista cercano a Trump que act¨²a como su representante, dijese que la imputaci¨®n era inminente y ya le hab¨ªa sido comunicada a Trump. ?l lo ha negado: ¡°Nadie me ha dicho que estoy siendo imputado, y no deber¨ªa serlo porque no he hecho NADA malo, pero he asumido durante a?os que soy un objetivo del DOJ & FBI instrumentalizado¡±, ha escrito.

La imputaci¨®n del expresidente ser¨ªa un salto cualitativo en un caso que provoc¨® el registro de su mansi¨®n de Mar-a-Lago en Palm Beach (Florida). El contenido de la orden de registro ya desvel¨® entonces que el expresidente estaba siendo investigado por posibles delitos de obstrucci¨®n a la justicia, ocultaci¨®n, remoci¨®n o mutilaci¨®n dolosa de documentos p¨²blicos y violaciones de la ley de espionaje, aparentemente por la retenci¨®n dolosa de documentos de seguridad nacional. Son delitos que pueden conllevar multas o penas de c¨¢rcel.

Los agentes del FBI que registraron la mansi¨®n de Trump encontraron miles de documentos que el expresidente reten¨ªa all¨ª indebidamente, entre ellos un centenar con marcas de clasificaci¨®n con diferentes grados de confidencialidad. El expresidente hab¨ªa desatendido los requerimientos de entregarlos, lo que justific¨® el registro.

En las ¨²ltimas semanas, han trascendido algunas otras informaciones sobre la investigaci¨®n. The Washington Post desvel¨® que dos empleados de Trump movieron cajas de papeles en Mar-a-Lago justo un d¨ªa antes de que el Departamento de Justicia visitara la residencia del expresidente con el requerimiento para recoger documentos clasificados, lo que junto con otras pruebas que ha ido recabando el fiscal especial puede apuntalar la acusaci¨®n de obstrucci¨®n a la justicia.

Los fiscales federales obtuvieron tambi¨¦n una grabaci¨®n de una reuni¨®n del verano de 2021 en la que el expresidente Donald Trump reconoce que conserv¨® un documento clasificado del Pent¨¢gono sobre un posible ataque a Ir¨¢n, seg¨²n una informaci¨®n publicada por la CNN. La grabaci¨®n es una prueba incriminatoria contra Donald Trump, que en ocasiones ha asegurado que hab¨ªa desclasificado todos los documentos que la Agencia Federal de Investigaci¨®n (FBI) encontr¨® en el registro de su mansi¨®n de Mar-a-Lago en Palm Beach (Florida).

Una de las t¨¢cticas habituales de Trump es tratar de dilatar y poner trabas a la investigaci¨®n con continuos recursos judiciales. Gracias a uno de esos recursos, una jueza federal de Florida, Aileen M. Cannon, nombrada por el propio Trump poco antes de su cese, orden¨® al Departamento de Justicia y al FBI parar sus trabajos de investigaci¨®n con todos los documentos hallados en el registro mientras un perito especial los revisaba.

El objetivo era ver si pod¨ªan afectar al privilegio abogado-cliente (que protege el secreto profesional en las relaciones de un investigado con sus letrados) o al privilegio ejecutivo (que permite al poder ejecutivo negar informaci¨®n sobre actuaciones en curso a otro poder, como el legislativo o judicial), pese a que Trump ya no ostenta un cargo p¨²blico.

Un tribunal, sin embargo, anul¨® la decisi¨®n de la jueza. Primero suspendi¨® cautelarmente en septiembre pasado el bloqueo de la investigaci¨®n en lo que se refer¨ªa a los documentos clasificados como confidenciales o secretos que incaut¨® el FBI a comienzos de agosto. Luego, fall¨® sobre el fondo de la cuesti¨®n, con una sentencia que dej¨® en muy mal lugar a la jueza Cannon: ¡°La ley es clara. No podemos dictar una norma que permita a cualquier sujeto de una orden de registro bloquear las investigaciones del Gobierno despu¨¦s de la ejecuci¨®n de la orden. Tampoco podemos dictar una norma que permita solo a los expresidentes hacerlo¡±, dijo al final de su decisi¨®n de 21 p¨¢ginas.

Adem¨¢s, el tribunal se?al¨® que la jueza no ten¨ªa competencia para dictar la resoluci¨®n, que justific¨® en lo extraordinario que es que se practique un registro en la casa de un expresidente. Los jueces le dedicaban un correctivo por ello: ¡°Es ciertamente extraordinario que se ejecute una orden judicial en el domicilio de un expresidente, pero no de una manera que afecte a nuestro an¨¢lisis jur¨ªdico o que de otra manera d¨¦ licencia al poder judicial para interferir en una investigaci¨®n en curso¡±, se?alaron los tres jueces, dos de los cuales fueron nombrados tambi¨¦n por el propio Trump. ¡°Crear una excepci¨®n especial aqu¨ª desafiar¨ªa el principio fundacional de nuestra naci¨®n de que nuestra ley se aplica a todos, sin tener en cuenta el n¨²mero, la riqueza o el rango¡±, apostillaban.

Mientras las pesquisas sobre Trump continuaban, el Departamento de Justicia dio carpetazo a la investigaci¨®n sobre los documentos clasificados que se llev¨® indebidamente a su domicilio tras dejar el cargo Mike Pence, vicepresidente durante el mandato del magnate. La Fiscal¨ªa comunic¨® a Pence el cierre de la investigaci¨®n en una carta fechada el 1 de junio en la que se aseguraba que no se presentar¨ªan cargos.

A finales de enero trascendi¨® que los ayudantes del que fue vicepresidente de Trump descubrieron en su casa de Indiana una docena de documentos con marcas de clasificaci¨®n como secretos. Pence se sumaba as¨ª al propio Trump y al actual presidente, Joe Biden, que tambi¨¦n se llevaron indebidamente documentos confidenciales a sus domicilios privados. En el caso de Biden, al igual que en el de Trump, el Departamento de Justicia nombr¨® un fiscal general para hacerse cargo de la investigaci¨®n.

En el caso de Pence se trataba de ¡°un peque?o n¨²mero de documentos con marcas clasificadas que fueron inadvertidamente encajonados y transportados a la casa personal del exvicepresidente al final de la ¨²ltima Administraci¨®n¡±, seg¨²n escribi¨® el abogado del pol¨ªtico en una carta enviada a los Archivos Nacionales, la instituci¨®n que debe custodiar los documentos y registros cuando presidentes y vicepresidentes cesan en sus cargos.

Trump, que fue condenado en una demanda civil por abusos sexuales, tiene otros frentes judiciales abiertos. Un juez de Nueva York ha fijado para el pr¨®ximo 25 de marzo el juicio del caso en el que est¨¢ imputado por 34 cargos de falsedad derivados de tres pagos para ocultar esc¨¢ndalos (uno de ellos una aventura extramatrimonial con la actriz porno Stormy Daniels) en la campa?a de las presidenciales de 2016.

La fiscal del condado de Fulton, Fani Willis, que investiga si interfiri¨® ilegalmente en las elecciones de 2020 en Georgia, ha se?alado que tiene previsto anunciar en los pr¨®ximos meses si presenta cargos. Willis ha dado a entender que las posibles imputaciones llegar¨¢n en agosto. ¡¤En una carta al juez jefe del Tribunal Superior del condado, Ural Glanville, indic¨® que planea que gran parte de su personal trabaje a distancia la mayor¨ªa de los d¨ªas durante las tres primeras semanas de agosto y pidi¨® que los jueces no programen juicios y audiencias en persona durante parte de ese tiempo por razones de seguridad.

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