Los conservadores brit¨¢nicos dan la espalda a Boris Johnson
El amago de rebeli¨®n lanzado por el ex primer ministro contra Rishi Sunak se desinfla durante el fin de semana
Boris Johnson decidi¨® desenterrar el hacha de guerra el pasado fin de semana y encabezar una rebeli¨®n contra el Gobierno de su propio partido. En pocas horas, sin embargo, pudo percibir su propia soledad, para acabar gritando, como el Ricardo III de Shakespeare, aquello de ¡°?un caballo, mi reino por un caballo! El caballo no lleg¨®.
La supuesta avalancha de seguidores que iba a repetir su gesto y renunciar a su esca?o en el Parlamento en se?al de protesta se qued¨® en dos diputados: Nadine Dorries, la ex ministra de Cultura cuya lealtad hacia Johnson en los ¨²ltimos a?os era tan exagerada que roz¨® la caricatura y la mofa de muchos de sus compa?eros. Y Nigel Adams, aliado del ex primer ministro desde los inicios del Brexit, pero que ya hab¨ªa anunciado recientemente su voluntad de no competir por el esca?o en las pr¨®ximas elecciones de finales de 2024.
¡°Les pedir¨ªa a todos que se piensen mucho lo que hacen a aquellos que todav¨ªa no han dado el paso¡±, hab¨ªa advertido en las horas de inicio del conato de rebeli¨®n John Reedwood, un tory que apoy¨® el Brexit desde primera hora y mantiene su prestigio en el ala dura del partido. ¡°Necesitamos dejar claro que este partido tiene mejores perspectivas si se mantine unido¡±, aseguraba Redwood en Times Radio. ¡°Tenemos en estos momentos una oportunidad de dejar atr¨¢s todas las turbulencias pasadas y mostar una imagen de unidad y respaldo a Rishi Sunak¡±, exig¨ªa el exl¨ªder del Partido Conservador, Michael Howard.
El Gobierno de Sunak, y la propia formaci¨®n pol¨ªtica, han logrado frenar la crisis interna que persegu¨ªa Johnson, aunque la refriega del fin de semana tiene consecuencias peligrosas. Las tres circunscripciones electorales que se quedan sin representante (Uxbridge, la del propio Johnson; Mid Bedfordshire, la de Dorries; y Selby, la de Adams) deben celebrar de inmediato elecciones parciales. Lo que en ingl¨¦s se denomina una by election. Los votantes de esas circunscripciones deben elegir nuevo diputado. En la pr¨¢ctica, supondr¨¢ una comprobaci¨®n directa del estado de ¨¢nimo de los electores respecto a Sunak y su Gobierno, en un momento en que las encuestas siguen dando una ventaja holgada a la oposici¨®n laborista y el actual primer ministro intenta enderezar la desastrosa imagen que hered¨® de Johnson y de la ex primera ministra, Liz Truss.
El pol¨ªtico m¨¢s popular de las ¨²ltimas d¨¦cadas en el Reino Unido lucha desesperadamente por mantener su presencia en la arena pol¨ªtica. No para el presente, que dedica a dar conferencias, escribir un libro y amasar una peque?a fortuna, sino ante un futuro cercano donde, seg¨²n sus propios c¨¢lculos, el laborismo volver¨¢ a gobernar el pa¨ªs y el liderazgo de Sunak en el Partido Conservador ser¨¢ cuestionado.
Contra esos c¨¢lculos, sin embargo, estaba presente la amenaza de ser definitivamente apartado de la primera l¨ªnea p¨²blica de un modo humillante. En la noche del jueves, Johnson recibi¨® una copia provisional ¡ªa la espera de sus alegaciones finales¡ª del demoledor avance de la Comisi¨®n de Privilegios del Parlamento, que llevaba meses investigando sus explicaciones en sede parlamentaria de las fiestas prohibidas en Downing Street durante el confinamiento. El entonces primer ministro neg¨® en todo momento ser consciente de que tanto ¨¦l como su equipo pod¨ªan estar infringiendo las normas de distanciamiento social, a pesar de que decenas de asesores y altos funcionarios participaron en eventos con alcohol y comida, en un momento en que el resto del Reino Unido permanec¨ªa recluido en sus casas.
La comisi¨®n hab¨ªa dejado claro a Johnson que estaba convencida de que hab¨ªa ocultado la verdad ante la C¨¢mara, y que ten¨ªa intenci¨®n de recomendar su suspensi¨®n como diputado durante m¨¢s de diez d¨ªas. Ese era el plazo clave. A partir de diez o m¨¢s d¨ªas, se desencadenan unas elecciones parciales por el esca?o de la circunscripci¨®n del diputado amonestado.
Morir matando
La reacci¨®n de Johnson esa misma noche tuvo una agresividad inesperada y arremeti¨® en varios frentes. Contra la propia comisi¨®n, a la que tild¨® de ¡°tribunal de farsa¡± (kangaroo court, en la expresi¨®n inglesa). Contra el Gobierno de Sunak, al que acus¨® de desperdiciar toda la ventaja electoral que supuestamente hab¨ªa acumulado el ex primer ministro en su victoria hist¨®rica de diciembre de 2019. Y contra un aparente complot de partidarios de la permanencia del Reino Unido en la UE que, seg¨²n Johnson, se vengaban ahora por el Brexit. ¡°No estoy solo cuando pienso que se ha desencadenado una caza de brujas, para cobrarse venganza por lo que supuso el Brexit y para, en ¨²ltimo t¨¦rmino, revertir el resultado del refer¨¦ndum de 2016¡å, escribi¨® Johnson.
M¨¢s que venganza, sin embargo, la sensaci¨®n general es la de hartazgo hacia un pol¨ªtico cuyas estrategias se concentran siempre en salvar su propio pellejo y lograr que todo gire en torno a ¨¦l mismo. ¡°Ese es b¨¢sicamente el problema de Boris (...) Sus palabras se construyen siempre con el prop¨®sito de lograr que el p¨²blico crea lo que quiere creer. No es capaz de poner freno y mostrar algo de verdad o de sentido de la integridad¡±, escrib¨ªa en The Observer el hist¨®rico pol¨ªtico conservador, Michael Heseltime. Lo ocurrido este fin de semana, remataba, ¡°tiene todas las caracter¨ªsticas de un desastre que se puede transformar en una oportunidad¡±, suger¨ªa Heseltime, para pedir a continuaci¨®n que se impidiera a toda costa que Johnson pudiera buscar una nueva circunscripci¨®n por la que presentarse a la C¨¢mara de los Comunes.
Sunak y la legalidad vigente
Sunak, a quien Johnson hace responsable de su ca¨ªda ¡ªla dimisi¨®n del entonces ministro de Econom¨ªa aceler¨® el hundimiento de aquel Gobierno¡ª, ha demostrado m¨¢s temple frente a los embates de su predecesor del que muchos esperaban. Al abandonar Downing Street, como otros muchos ex primeros ministros, Johnson hab¨ªa dejado una lista de nombramientos honor¨ªficos: amigos y aliados que, el siguiente Gobierno, propondr¨ªa como integrantes de la C¨¢mara de los Lores por el turno de independientes, y que adquirir¨ªan por tanto el t¨ªtulo de Sir o Dame. En esa lista estaban Dorries y Adams, y su ex jefe, que se hab¨ªa reunido d¨ªas antes con Sunak en un intento de tender puentes, estaba convencido de que la decisi¨®n saldr¨ªa adelante.
La Comisi¨®n de Nombramientos de la C¨¢mara de los Lores, sin embargo, que tambi¨¦n tiene algo que decir en todo el proceso, excluy¨® de la lista ambos nombres por no considerarlos apropiados para el cargo. Y Sunak, al igual que en lo referente a la comisi¨®n que ha investigado las fiestas prohibidas del confinamiento, se ha limitado a prometer que no interferir¨ªa en el procedimiento. Le ha bastado con cruzar los brazos y sonre¨ªr, mientras el cad¨¢ver de su enemigo asomaba ya por la puerta de su casa.
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