EE UU y China acuerdan continuar las conversaciones para reconducir su relaci¨®n
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, celebra un encuentro ¡°constructivo¡± con el ministro de Exteriores chino, Qin Gang. Es la primera visita de un responsable de ese departamento en cinco a?os
Los canales de comunicaci¨®n siguen abiertos, y esa es la gran noticia tras la reuni¨®n de cinco horas y media que han celebrado este domingo el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y el ministro de Asuntos Exteriores chino, Qin Gang, en Pek¨ªn. Las conversaciones, ¡°sinceras, sustanciales y constructivas¡±, seg¨²n el Departamento de Estado, parecen haber logrado el primer objetivo con el que llegaba el norteamericano a la capital china: tirar de la anilla correcta para desplegar algo similar a un paraca¨ªdas y frenar el acelerado desplome de las relaciones entre las dos grandes potencias econ¨®micas, tecnol¨®gicas y militares del siglo XXI. Los dos gigantes globales han acordado continuar sus contactos de alto nivel, que tendr¨¢n como pr¨®ximo episodio la visita del responsable de la diplomacia china a Washington en una fecha a¨²n por concretar.
La visita de Blinken, la primera en un lustro de un responsable estadounidense de Exteriores, era su cita diplom¨¢tica m¨¢s esperada en lo que va de a?o. Pactada entre los presidentes de ambos pa¨ªses ¨DJoe Biden y Xi Jinping¨D en su reuni¨®n de Bali (Indonesia) el a?o pasado, deb¨ªa haberse celebrado en febrero y deb¨ªa haber servido de pistoletazo de salida a un proceso de distensi¨®n entre las dos potencias para recuperar una relaci¨®n bilateral perjudicada por a?os de desconfianza. Pero el rifirrafe a cuenta de un supuesto globo esp¨ªa chino sobrevolando territorio de Estados Unidos dinamit¨® aquel intento de distensi¨®n geopol¨ªtica. Hicieron falta meses de delicado ballet diplom¨¢tico entre altos funcionarios de los dos colosos para reprogramar el viaje.
La primera prueba parece salvada. Ambos pa¨ªses, que desde que se anunci¨® la visita rebajaban las expectativas que pudiera generar, se han pronunciado de manera moderadamente positiva sobre la reuni¨®n de Blinken y Qin. El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, ha indicado que Blinken ha invitado al ministro chino a Washington ¡°para continuar las conversaciones, y ambos han acordado fijar una visita rec¨ªproca en un momento mutuamente conveniente¡±.
En las conversaciones, el secretario de Estado ha subrayado ¡°la importancia de la diplomacia y de mantener canales abiertos de comunicaci¨®n en todo tipo de cuestiones para reducir el riesgo de percepciones y c¨¢lculos err¨®neos¡±, ha a?adido Miller.
Qin Gang ha subrayado, por su parte, que las relaciones sinoestadounidenses se encuentran en el ¡°punto m¨¢s bajo¡± desde el establecimiento de lazos diplom¨¢ticos (en 1979), pero ha a?adido que China est¨¢ comprometida con la construcci¨®n de unos v¨ªnculos ¡°estables, predecibles y constructivos¡±, seg¨²n la lectura oficial facilitada por Pek¨ªn.
Qin, conocido por su lengua afilada de guerrero lobo (como se suele denominar al ala dura de la diplomacia del gigante asi¨¢tico), ha recordado que Taiw¨¢n es una cuesti¨®n existencial ¡ª¡±el n¨²cleo de los intereses centrales de China¡±¡ª y tambi¨¦n ¡°el principal riesgo¡± al que se enfrentan ambas potencias. Ha mostrado las l¨ªneas rojas de Pek¨ªn en este terreno, urgiendo a Washington a cumplir con el ¡°principio de una sola China¡± y el resto del corpus de acuerdos que rigen los complicad¨ªsimos equilibrios diplom¨¢ticos tejidos desde principios de los setenta en torno a la isla. Y le ha exigido observar el compromiso de no apoyar la ¡°independencia de Taiw¨¢n¡±.
En opini¨®n de Qin, las conversaciones han sido ¡°francas, profundas y constructivas¡±. Ambas partes han acordado continuar con el di¨¢logo a diferentes niveles. Y dar un impulso a los intercambios de estudiantes, estancados tras tres a?os de pandemia.
Blinken, seg¨²n ha precisado su portavoz, continuar¨¢ sus reuniones en Pek¨ªn este lunes. No est¨¢ claro hasta el momento si se ver¨¢ con el propio presidente Xi Jinping, un marcador que dar¨¢ una medida definitiva del ¨¦xito del viaje.
Antes del viaje, Qin y Blinken ya hab¨ªan hablado el mi¨¦rcoles por tel¨¦fono a modo de pr¨®logo. Fue una charla dura, al menos desde el lado chino. Washington ¡°deber¨ªa respetar¡± los intereses ¡°fundamentales¡± de Pek¨ªn en asuntos como Taiw¨¢n, adem¨¢s de ¡°dejar de interferir en los asuntos internos de China¡±, y ¡°de socavar la soberan¨ªa, seguridad y el desarrollo¡± del pa¨ªs, se?al¨® el canciller chino, seg¨²n el comunicado oficial de Pek¨ªn. ¡°Desde principios de a?o, las relaciones chino-estadounidenses se han enfrentado a nuevas dificultades y desaf¨ªos, y la responsabilidad est¨¢ clara¡±.
El viernes, Blinken incidi¨® en la idea de que su viaje busca explorar ¡°¨¢reas de cooperaci¨®n¡±, establecer ¡°una comunicaci¨®n abierta y potenciada¡± y plantear ¡°preocupaciones muy reales¡± en numerosos asuntos, seg¨²n dijo en una comparecencia. ¡°La competencia intensa requiere una diplomacia sostenida para garantizar que no se desv¨ªe hacia la confrontaci¨®n o el conflicto. Y eso es lo que el mundo espera tanto de Estados Unidos como de China¡±, afirm¨®.
Hechos y declaraciones de las ¨²ltimas semanas, sobre todo desde Washington, muestran que algo ha comenzado a moverse. El s¨¢bado, el presidente estadounidense, Joe Biden, dej¨® la puerta abierta a un encuentro con su hom¨®logo chino, Xi Jinping: ¡°En los pr¨®ximos meses espero encontrarme con Xi de nuevo y hablar de las leg¨ªtimas diferencias que tenemos, pero tambi¨¦n sobre ¨¢reas en las que podemos entendernos¡±, dijo ante la prensa. Tambi¨¦n rebaj¨® el incidente del supuesto globo estratosf¨¦rico chino, abatido por orden de la Casa Blanca, al asegurar que no cre¨ªa que el ¡°liderazgo¡± en Pek¨ªn conociera su ubicaci¨®n ni ¡°qu¨¦ estaba pasando¡±. En mayo, durante la cumbre del G-7 en Hiroshima (Jap¨®n), el estadounidense lleg¨® a estimar que ¡°pronto¡± se podr¨ªa ver un ¡°deshielo¡± en las relaciones.
Despu¨¦s de que las comunicaciones tocaran fondo con la crisis de los globos, Pek¨ªn y Washington han tratado de reconstruir un contexto que permita el acercamiento. Wang Yi, actual responsable de Relaciones Exteriores del Partido Comunista, mantuvo en mayo un encuentro en Viena con Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional estadounidense. A este cara a cara le han seguido entrevistas de alto nivel entre los titulares de carteras comerciales de ambos pa¨ªses en Washington. A principios de junio hubo un apret¨®n de manos entre el secretario de Estado de Defensa, Lloyd Austin, y su hom¨®logo chino, Li Shangfu, en el foro de di¨¢logo de Shangri-La, celebrado en Singapur. El saludo se produjo a pesar de que el alto cargo chino, que se encuentra sancionado por Estados Unidos, no hab¨ªa aceptado mantener un encuentro formal.
La visita de Blinken tambi¨¦n viene precedida por el encuentro del presidente chino, Xi Jinping, con el multimillonario estadounidense y cofundador de Windows, Bill Gates, el mi¨¦rcoles en Pek¨ªn. En ella, Xi llam¨® a Gates ¡°viejo amigo¡± y le dijo que era el primer estadounidense con el que se ve¨ªa en lo que va de a?o. Lo cual plantea la duda de si Blinken se entrevistar¨¢ tambi¨¦n con Xi antes de abandonar la capital china. El dirigente chino a?adi¨® en la reuni¨®n con Gates que la gente ¡°deber¨ªa viajar y comunicarse m¨¢s para aumentar su comprensi¨®n a medida que el mundo emerge de la pandemia¡±, seg¨²n recogi¨® la agencia oficial Xinhua. Y expres¨® el deseo de ¡°amistad¡± entre los ¡°pueblos¡± de China y Estados Unidos.
El viaje de Blinken fue previsto el pasado noviembre, durante el cara a cara entre Biden y Xi en el G-20 de Bali (Indonesia). En esa cita, Washington y Pek¨ªn se emplazaron a evitar una nueva Guerra Fr¨ªa, a colocar las relaciones en un rumbo ascendente, y pactaron dar continuidad a las conversaciones. La visita truncada de Blinken en febrero ten¨ªa el objetivo de dar seguimiento a ese encuentro.
¡°Espero que esta reuni¨®n pueda ayudar a que las relaciones chino-estadounidenses vuelvan a lo que los dos presidentes acordaron en Bali¡±, ha dicho este domingo en redes sociales Hua Chunying, asistente de Qin y portavoz del Ministerio de Exteriores chino, justo al inicio del encuentro con el secretario de Estado.
Ambos pa¨ªses llevan meses tratando de reconducir unos lazos muy deteriorados a cuenta de un buen n¨²mero de agravios, que van de las tensiones en torno a Taiw¨¢n ¡ªla isla que China considera una parte inalienable de su territorio y a la que Estados Unidos presta apoyo militar¡ª al bloqueo impuesto por parte de Estados Unidos al sector de los semiconductores m¨¢s avanzados con el fin de evitar que China logre desarrollar armamento sofisticado. El presidente Xi ha acusado a EE UU y sus aliados de articular una estrategia de ¡°cerco y supresi¨®n¡± para evitar el desarrollo de China. Y el propio Qin Gang advirti¨® a Washington en marzo, durante su primera comparecencia como responsable de Exteriores, de que si no pisaba ¡°el freno [¡] seguramente habr¨¢ conflicto y enfrentamiento¡±.
Muchos se mantienen esc¨¦pticos sobre los resultados del viaje. ¡°China desconf¨ªa de los llamamientos estadounidenses a ¡®poner guardarra¨ªles¡¯ a las relaciones bilaterales¡±, estiman los analistas de Trivium China en uno de sus ¨²ltimos boletines. ¡°Desde el punto de vista de Pek¨ªn, los funcionarios estadounidenses a menudo dicen lo correcto sobre la estabilizaci¨®n de las relaciones, pero en la pr¨¢ctica siguen amenazando los intereses chinos¡±. En su opini¨®n, no hay que esperar ¡°un avance espectacular en las relaciones¡± durante la visita de Blinken.
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