El gobernador de Zaporiyia: ¡°Recuperar terreno a los rusos hasta el mar va a ser muy dif¨ªcil¡±
Yuri Malashko gestiona una regi¨®n controlada en un 67% por los rusos y en cuya l¨ªnea del frente siguen viviendo unas 800 familias
Avisa con antelaci¨®n de que llega 15 minutos tarde a la entrevista y as¨ª es. M¨¢xima puntualidad. Antes de empezar a responder en una sala con las ventanas cubiertas con tablones, el gobernador se disculpa por atender una ¨²ltima llamada de tel¨¦fono con uno de sus dos m¨®viles. El coronel Yuri Malashko, de 48 a?os, accede a la sede del gobierno regional de Zaporiyia procedente del frente de Huliaipole, uno de los puntos calientes de la actual contraofensiva de Ucrania. Su pron¨®stico no oculta que se encuentran ante un reto complicado. ¡°Recuperar terreno hasta el mar va a ser muy dif¨ªcil porque los rusos llevan cavando defensas m¨¢s de un a?o¡±, admite.
Se refiere el gobernador de Zaporiyia a una de las m¨¢ximas aspiraciones del ej¨¦rcito local en su actual ofensiva, que es llegar a la costa del mar de Azov y cortar un pasillo esencial para las comunicaciones y la infraestructura de la ocupaci¨®n rusa. Ese corredor permite a Mosc¨² conectar la pen¨ªnsula de Crimea, en sus manos desde 2014, con la regi¨®n ucrania de Donb¨¢s y la rusa de Rostov. Las tropas locales, que avanzan muy poco a poco, se encuentran todav¨ªa a una distancia de entre 80 y 100 kil¨®metros de ese objetivo. ¡°La gente all¨ª nos est¨¢ esperando. Es verdad que algunos cooperan con la Federaci¨®n Rusa, pero otros est¨¢n esperando la desocupaci¨®n y la liberaci¨®n de nuestros territorios¡±, comenta Malashko durante la conversaci¨®n, el pasado mi¨¦rcoles.
Como jefe de la Administraci¨®n Militar (gobernador), es la m¨¢xima autoridad de una regi¨®n que tiene ocupado por los soldados invasores el 67% de su territorio, es decir, dos tercios de sus 27.100 kil¨®metros cuadrados (unos 5.000 m¨¢s que la mayor provincia de Espa?a, que es Badajoz). Adem¨¢s de ese corredor estrat¨¦gico, los rusos mantienen tambi¨¦n bajo su control a orillas del r¨ªo Dni¨¦per la central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa.
Entre el mar de dificultades que Malashko ha de afrontar est¨¢ la evacuaci¨®n de personas salpicadas por el conflicto y su acomodo fuera de su lugar de residencia habitual, bien sea en la regi¨®n de Zaporiyia o en otras del pa¨ªs. Adem¨¢s, ha de lidiar con la presencia de poblaci¨®n civil que vive en el entorno de la l¨ªnea de combate y la necesidad de que sean atendidos con ayuda humanitaria. En este sentido, destaca la creaci¨®n de un punto de informaci¨®n en la capital regional donde se centralizan las necesidades urgentes de la poblaci¨®n y el trabajo de las organizaciones humanitarias.
Calcula que en la franja de 30 kil¨®metros en torno a la zona de hostilidades quedan unas 800 familias, aunque es una cifra, dice, que var¨ªa cada d¨ªa. Unos viven en pueblos m¨¢s metidos que otros en las ¨¢reas donde m¨¢s se combate. Las dos jornadas en que EL PA?S ha visitado Mala Tokmachka, una de las puntas de lanza del avance ucranio, apenas ha visto rastro de civiles y casi todo lo que se observa son militares asentados en viviendas de vecinos que han dejado el pueblo.
Pero entre esos cientos de familias que permanecen hay unos 1.300 menores, pese a que, por ley, el Gobierno obliga a que sean evacuados. ¡°Prestamos especial atenci¨®n a los ni?os, que tratamos de sacar de all¨ª. Gracias a Dios no hay muchos¡±, pero ¡°no podemos quit¨¢rselos por la fuerza¡±, reconoce Malashko. Detr¨¢s de la presencia de esos irreductibles hay personas que se niegan a ser evacuadas. ¡°A veces, la gente se queda y espera nuestra victoria¡±, trata de justificar el gobernador.
De la misma forma, las autoridades rusas que detentan el poder en zonas ocupadas organizan en ocasiones movimientos de poblaci¨®n para retirar a civiles de localidades en las que la distancia con el enemigo se estrecha. As¨ª ocurri¨® el mes pasado en 18 municipios de la regi¨®n con los ni?os acompa?ados de sus padres, los ancianos, las personas discapacitadas y los heridos por orden del gobernador que Rusia ha nombrado en la parte de la regi¨®n ocupada, Yevgeni Balitski. Zaporiyia es, junto a Donetsk, Lugansk y Jers¨®n, una de las cuatro regiones que, desde el a?o pasado, Mosc¨² considera unilateralmente, de forma ilegal y sin ning¨²n reconocimiento externo, como parte de su territorio.
El papel de Malashko oscila entre lo civil y lo militar, aunque oficialmente en su actual cargo no forma parte del ej¨¦rcito. ¡°Nuestra tarea principal es proteger la regi¨®n tanto como sea posible del avance del enemigo. La segunda es la desocupaci¨®n y todas las cuestiones que deber¨¢n resolverse despu¨¦s. Estas cuestiones afectan tanto a la poblaci¨®n civil como a los militares¡±, detalla. Si bien ambas partes, ej¨¦rcito y gobernador, tienen una ¡°estrecha cooperaci¨®n¡±, cuenta que ¨¦l no tiene que ver con la llegada y movimiento de armamento o el abastecimiento de combustible, que es ¡°prerrogativa del Ministerio de Defensa¡±. S¨ª, en cambio, colaboran con los militares en el suministro y mantenimiento de drones o facilitando las redes de camuflaje para los veh¨ªculos, as¨ª como otras necesidades que prefiere no especificar.
Aunque reh¨²ye adentrarse en la parcela militar y estrat¨¦gica, el gobernador destaca la dificultad que va a suponer para las tropas superar las extensas defensas establecidas en los ¨²ltimos meses a lo largo de cientos de kil¨®metros por los rusos y que han llegado a ser calificadas tras su an¨¢lisis v¨ªa sat¨¦lite como de las m¨¢s f¨¦rreas desde la II Guerra Mundial.
Malashko lleva tres d¨¦cadas ejerciendo de militar. Ocupa desde febrero su actual cargo en Zaporiyia procedente de la vecina regi¨®n de Donetsk, donde la guerra comenz¨® en 2014. All¨ª era uno de los responsables de los Servicios de Inteligencia (SBU). Su nombramiento vino directamente de la mano del presidente Volod¨ªmir Zelenski, que comenz¨® 2023 con una intensa purga en la Administraci¨®n ante la sospecha de corrupci¨®n, malversaci¨®n o traici¨®n por colaborar con el enemigo.
En los ¨²ltimos meses, han salido de sus puestos, adem¨¢s del de Zaporiyia, los responsables de la regi¨®n de Kiev, Odesa, Jers¨®n, Dnipr¨®, Lugansk, Sumi y Jmelnitski. Tambi¨¦n ha habido limpia a nivel de ministerios y agencias estatales, en alguno de cuyos despachos llegaron a aparecer grandes cantidades de dinero procedentes de sobornos o de hinchar precios de material b¨¢sico necesario para afrontar la guerra. En julio del a?o pasado, el presidente destituy¨® al m¨¢ximo jefe del SBU, considerado hasta entonces de su entorno m¨¢s cercano, y a la fiscal general, acusados junto a m¨¢s de 600 personas de facilitar informaci¨®n al enemigo.
¡°Cualquier problema interno que obstaculice al Estado se est¨¢ eliminando y se seguir¨¢ eliminando. Es justo, es necesario para nuestra defensa y ayuda a nuestro acercamiento a las instituciones europeas¡±, dijo Zelenski en su alocuci¨®n del pasado 24 de enero. ¡°Necesitamos un Estado fuerte, y Ucrania ser¨¢ precisamente eso¡±. En medio de la lluvia de millones que Kiev recibe para poder hacer frente a la invasi¨®n, afloran las preocupaciones por el lastre que supone el alto nivel de corrupci¨®n, que situaba a este pa¨ªs en el 122 de 180 en el a?o 2021, seg¨²n el baremo de Transparencia Internacional.
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