La rebeli¨®n de Wagner altera la distribuci¨®n de fuerzas rusas en Ucrania

Ucrania, en plena contraofensiva contra Rusia, ve en la inestabilidad que rodea Mosc¨² una oportunidad para seguir recuperando terreno de las tropas invasoras y afianzar la confianza de sus aliados, de cuyas armas y apoyo depende. Nada volver¨¢ a ser lo mismo en el frente de batalla de Ucrania sin el importante papel que han jugado los mercenarios del grupo Wagner, seg¨²n entienden expertos y militares. Al mismo tiempo, las fuentes consultadas vaticinan que, a corto plazo, no habr¨¢ cambios sustanciales en la l¨ªnea del frente, donde Wagner no ten¨ªa ahora presencia (despu¨¦s de haberse retirado de la batalla clave de Bajmut). S¨ª la tiene, en cambio, en otras zonas de la retaguardia, con un despliegue de entre 20.000 y 25.000 personas, seg¨²n diferentes estimaciones. Los efectos a largo plazo resultan m¨¢s dif¨ªciles de calibrar.

Los hombres de Wagner ¡°hab¨ªan conseguido objetivos importantes, pero, en gran medida, han acabado por destruir su reputaci¨®n¡±, reconoce un coronel de infanter¨ªa del Ej¨¦rcito de Ucrania desplegado desde el a?o pasado en el este del pa¨ªs. El jefe de la compa?¨ªa de mercenarios, Yevgueni Prigozhin, dijo durante el mot¨ªn que dispone de 25.000 hombres (Kiev calcula que hay unos 400.000 uniformados rusos dentro de su territorio). Esa cifra se aproxima a los 20.000 o 22.000 que estima Vadim Denisenko, director del Instituto para el Futuro de Ucrania y, hasta enero, asesor del Ministerio del Interior. Solo en la batalla de Bajmut perdieron la vida 20.000, seg¨²n datos del propio Prigozhin. ¡°Mor¨ªan unos 100 cada d¨ªa y otros 300 resultaban heridos. Eso supon¨ªa unas bajas de 400 al d¨ªa, unos 12.000 al mes. Era imposible para ¨¦l seguir soportando ese ritmo¡±, calcula Denisenko. Uno de los principales interrogantes que emergen tras la rebeli¨®n del s¨¢bado es d¨®nde se hallan ahora todos los integrantes de esa milicia. Varios miles cruzaron la frontera hacia Rusia para el levantamiento en la ciudad de Rostov del Don.

Wagner ¡°supone, obviamente, una amenaza¡± tras el mot¨ªn, se?ala Vladislav Davidzon, analista ucranio del centro de estudios Atlantic Council. De hecho, ¨¦l cree que Prigozhin dio una lecci¨®n de lo que supone un levantamiento a las anquilosadas estructuras de poder y militares rusas. Davidzon vaticina ahora que la mitad o dos tercios de esos mercenarios acabar¨¢n en Bielorrusia, mientras que otros podr¨ªan integrarse en diferentes empresas de paramilitares rusos y solo unos cuantos aceptar¨¢n firmar el contrato con el ej¨¦rcito. ¡°Pero, ?c¨®mo confiar en que el ej¨¦rcito no los disparar¨¢ por la espalda o no los tratar¨¢ mal? Si yo fuera ellos, no aceptar¨ªa ese contrato¡±, asegura. Los m¨¢s profesionales podr¨ªan acabar en pa¨ªses de ?frica, donde Wagner lleva a?os desplegada prestando numerosos servicios, sostiene Denisenko.

Los mercenarios de Wagner aterrizaron en el este de Ucrania cuando estall¨® la guerra en 2014 y llevan combatiendo, matando y dando golpes de Estado tambi¨¦n en los ¨²ltimos a?os en nombre de Rusia por ?frica y Oriente Pr¨®ximo. ¡°Wagner es de lo mejor que tienen en Rusia y, si se van, mejor¡±, celebra otro militar ucranio desplegado en el este durante meses y que ahora se encuentra en la regi¨®n de Jers¨®n, en el sur.

?Afectar¨¢ de manera directa esta crisis a la contraofensiva ucrania en curso? ¡°Desgraciadamente para nosotros, no lo creo y es una pena¡±, lamenta Denisenko. Estima que estar¨ªamos ante otro escenario si el golpe se hubiera alargado un par de semanas, pero ¡°ha sido un golpe de un solo d¨ªa¡±. Este experto tampoco ve posible un cambio de tornas en la contraofensiva ¡°en los pr¨®ximos d¨ªas¡±. ¡°No habr¨¢ ninguna gran diferencia en el muy corto plazo. A medio plazo, s¨ª seguir¨¢ corroyendo la moral del ej¨¦rcito ruso¡±, pronostica.

Una tercera voz comparte ese mismo punto de vista. Es la de Pavlo Lakiychuk, un coronel de la Armada retirado que empez¨® su carrera en el ej¨¦rcito de la antigua URSS. Para ¨¦l es importante que, en un frente como el de Bajmut, donde ya no se hallan los mercenarios sino las tropas regulares, el ej¨¦rcito de Ucrania sepa bien a qui¨¦n se enfrenta. Lakiychuk explica que mientras el ej¨¦rcito regular mide m¨¢s sus pasos y dispone de m¨¢s medios, los hombres de Wagner act¨²an de una manera m¨¢s expeditiva, sin importarles tanto el n¨²mero de bajas.

Los acontecimientos de los ¨²ltimos d¨ªas en Rusia muestran ¡°la debilidad del Estado ruso¡± y, al mismo tiempo, lo ocurrido es algo ¡°extremadamente bueno para los ucranios¡± porque, adem¨¢s, ¡°a largo plazo¡± ayuda a los aliados a comprender que se puede obtener la victoria, comenta Davidzon. Todo suced¨ªa tan r¨¢pido durante el levantamiento que las expectativas de algunos desde Ucrania subieron como un sufl¨¦. Mientras observaban los acontecimientos del s¨¢bado, ¡°muchos esperaron un milagro mientras disfrutaban del espect¨¢culo. Pero no fue as¨ª, realmente no lleg¨® ese momento¡±, cierra Davidzon en referencia a la hip¨®tesis de que el terremoto hubiera alterado las esferas de poder de Rusia.

El papel de los paramilitares de Wagner ha ido creciendo en torno a la batalla de Bajmut, la m¨¢s sangrienta para ambos bandos. Avanzado mayo, Prigozhin monopoliz¨® el anuncio de la victoria de las tropas invasoras sobre esa localidad de la provincia oriental de Donetsk. Pero, al mismo tiempo, lo hizo dejando claro su enfado con el ministro de Defensa ruso, Sergu¨¦i Shoig¨², al argumentar que 20.000 de sus hombres se hab¨ªan dejado all¨ª la vida. Lo acusaba sistem¨¢ticamente, junto con el jefe del Estado Mayor, Valeri Gerasimov, de dejarlos sin suministros ni armas suficientes.

Avances en todos los frentes

Debido a esas desavenencias y a las presiones para que sus hombres firmaran un contrato con el ej¨¦rcito, Prigozhin orden¨® hace semanas el repliegue de sus tropas hacia posiciones de retaguardia. All¨ª fueron atacados por el propio ej¨¦rcito ruso, seg¨²n el empresario. Ese fue el detonante del levantamiento desde Rostov del Don, ciudad rusa pr¨®xima a Ucrania. Aunque los expertos creen que no hay relaci¨®n causa-efecto, coincidiendo con la crisis abierta en Rusia, Kiev anunci¨® el lunes avances en todos los frentes, seg¨²n celebr¨® el propio presidente ucranio, Volod¨ªmir Zelenski, tras visitar las provincias de Donetsk y Zaporiyia.

¡°Todo apunta a que el papel que han jugado [los Wagner] hasta ahora se ha terminado. Muchas se?ales apuntan en esa direcci¨®n¡±, opina el coronel de infanter¨ªa ucranio. Considera que el punto de inflexi¨®n fue tratar de meter a los mercenarios en el redil del ej¨¦rcito ruso y eso aceler¨® el pulso entre Prigozhin y las altas esferas del Kremlin. En todo caso, ¡°esta es una buena noticia para Ucrania, porque cualquier tipo de tensi¨®n en el terreno de nuestro enemigo tiene un efecto estrat¨¦gicamente positivo, causando desacuerdos y confusi¨®n. Ser¨¢ interesante ver la continuaci¨®n. Solo es cuesti¨®n de tiempo¡±, aventura este militar.

Pavlo Lakiychuk, el coronel retirado, cree que la popularidad del empresario de la guerra ha subido muchos enteros hasta superar a Shoig¨² y Gerasimov. ¡°Ahora mismo Prigozhin tiene un buen r¨¦dito pol¨ªtico, hay muchos rusos que conf¨ªan en ¨¦l¡±, entiende Denisenko, pero no lo ve ascendiendo de repente a las altas esferas. ¡°Creo que (el empresario) es consciente de todos los riesgos que corre¡± y ¡°Putin creo que no va a acabar con ¨¦l¡±. Prigozhin es percibido ahora como ¡°un enemigo y un traidor¡±, recuerda Davidzon, e insiste en que el pasado fin de semana ¡°estuvo muy cerca de ser asesinado¡± si no hubiera cerrado el trato con el presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, para frenar el avance de sus hombres hacia Mosc¨².

Los ¡°problemas de cohesi¨®n internos¡± que ha sacado a relucir esta crisis en el Estado y las Fuerzas Armadas de Rusia apuntan a que puede haber comenzado el principio del fin de la guerra, llega a pensar Davidzon. ¡°?Viste la gente de la calle en Rostov tratando como h¨¦roes a los miembros de Wagner llev¨¢ndoles agua? Eso muestra lo que realmente piensa la poblaci¨®n de estos lugares pr¨®ximos a la l¨ªnea del frente¡±, concluye.

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