La directora general de la Unesco: ¡°El regreso de EE UU reforzar¨¢ la organizaci¨®n¡±
La decisi¨®n de reingresar en ese organismo de la ONU, un gesto en favor del multilateralismo en un momento de erosi¨®n de las instituciones internacionales, termina con m¨¢s cuatro a?os de ausencia
La entrada esta semana de Estados Unidos en la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Educaci¨®n, la Ciencia y la Cultura (Unesco) representa un avance del multilateralismo en un momento de rivalidad entre potencias y desprecio entre algunas de las instituciones internacionales. El regreso de la primera potencia mundial tendr¨¢ como efecto inmediato una inyecci¨®n multimillonaria de fondos para la organizaci¨®n con sede en Par¨ªs. Y puede reequilibrar las relaciones de poder con China, que ...
La entrada esta semana de Estados Unidos en la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Educaci¨®n, la Ciencia y la Cultura (Unesco) representa un avance del multilateralismo en un momento de rivalidad entre potencias y desprecio entre algunas de las instituciones internacionales. El regreso de la primera potencia mundial tendr¨¢ como efecto inmediato una inyecci¨®n multimillonaria de fondos para la organizaci¨®n con sede en Par¨ªs. Y puede reequilibrar las relaciones de poder con China, que aprovecha cualquier repliegue de la potencia rival para reforzar su influencia global.
La marcha de EE UU de la Unesco el 31 de diciembre de 2018, despu¨¦s de dejar de contribuir al presupuesto siete a?os antes, fue un ejemplo del peligro que corre Washington cuando deja la silla vac¨ªa. Y es que este vac¨ªo lo ocupe China. Sucedi¨® algo parecido en 2020, cuando en plena pandemia el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, anunci¨® que su pa¨ªs abandonaba la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Un a?o despu¨¦s, su sucesor, Joe Biden, dio marcha atr¨¢s y regres¨®.
La vuelta a la Unesco es fruto de a?os de negociaciones pero se ha hecho efectiva en unas pocas semanas. El 12 de junio, EE UU solicit¨® por carta el reingreso. El 30 de junio, la Conferencia General de la organizaci¨®n, que agrupa a los 193 estados miembros, aprob¨® por 132 votos a favor y 12 en contra al nuevo estado miembro. Este martes la entrada se hizo oficial. Y se puso fin, as¨ª, a un intermedio que ha durado m¨¢s de una d¨¦cada, aunque queda un interrogante may¨²sculo: qu¨¦ suceder¨¢ si en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024, un candidato como el republicano Trump, hostil por principio al multilateralismo y a la ONU, sucede al dem¨®crata Biden.
Mientras tanto, es un momento de celebraci¨®n para una organizaci¨®n a la que suele situarse en un segundo rango ante los mayores desaf¨ªos del planeta, pero que se ocupa de mucho m¨¢s que de la famosa lista de patrimonio mundial, y es activa desde su fundaci¨®n en asuntos como la educaci¨®n en pa¨ªses en desarrollo y ahora la inteligencia artificial. Algunos estados han usado con frecuencia la Unesco como un campo de batalla para dirimir diferencias ideol¨®gicas o luchas de poder.
¡°Presupuestariamente, [el reingreso] es importante: volver¨¢ a ser lo que Estados Unidos era, es decir, el primer contribuyente¡±, dijo hace unos d¨ªas, durante un encuentro con periodistas en la sede de la Unesco, la directora general, la francesa Audrey Azoulay. ¡°Lo que es importante tambi¨¦n¡±, a?adi¨®, ¡°es el retorno pol¨ªtico, el hecho de que volver¨¢ a la Unesco un Estado fundador y la Unesco tender¨¢ a¨²n m¨¢s hacia la universalidad: 194 miembros¡±.
La Administraci¨®n Biden se ha comprometido al pago de 150 millones de d¨®lares anuales en 2024 y a pedir al Congreso una suma anual parecida para los pr¨®ximos ejercicios. Se trata de sufragar tanto su aportaci¨®n al presupuesto com¨²n como de devolver paulatinamente los gastos atrasados despu¨¦s de ocho a?os sin contribuir al presupuesto com¨²n y cuatro y medio fuera de la organizaci¨®n. Adem¨¢s, EE UU aportar¨¢ 10 millones de euros voluntarios para programas de educaci¨®n sobre el Holocausto, seguridad de periodistas, preservaci¨®n del patrimonio en Ucrania y educaci¨®n tecnol¨®gica y cient¨ªfica en ?frica. La deuda total se eleva a 616 millones de d¨®lares.
En 2011, EE UU, con el presidente dem¨®crata Barack Obama, decidi¨® interrumpir su contribuci¨®n presupuestaria a la Unesco debido a la ley que proh¨ªbe financiar organizaciones de la ONU en las que Palestina se sienta como miembro de pleno derecho. Palestina ingres¨® en la Unesco ese mismo a?o. Tras llegar al poder en 2017, Trump precipit¨® la salida de una organizaci¨®n que, desde hace d¨¦cadas, es un blanco predilecto de los sectores m¨¢s aislacionistas y unilateralistas de la pol¨ªtica estadounidense.
No era la primera vez que Washington daba el portazo. En 1984, con Ronald Reagan en la Casa Blanca, ya se hab¨ªa retirado. Era en plena Guerra Fr¨ªa y Reagan consideraba que la organizaci¨®n era corrupta y actuaba como una plataforma de influencia sovi¨¦tica. Regres¨® en 2002, curiosamente, con otro republicano al que se acusaba tambi¨¦n de unilateralista y que en ese momento preparaba la invasi¨®n de Irak: George W. Bush. En este momento, el gesto se interpret¨® como una se?al de buena voluntad hacia el resto del mundo.
Man¨¢ financiero
Al regresar ahora a la Unesco, EE UU aportar¨¢ un man¨¢ financiero. Y, por su peso pol¨ªtico, puede redefinir sus prioridades, aunque Azoulay, la directora general, no cree que esto implique una transformaci¨®n de la organizaci¨®n. ¡°Tengo la impresi¨®n de que la Unesco es bastante s¨®lida en su estrategia y objetivos, y que tiene una hoja de ruta muy clara¡±, dijo en la citada entrevista. ¡°Y esto es debido a que esta hoja de ruta interesa a Estados Unidos. M¨¢s que para transformarla creo que quiere formar parte de esta agenda. Creo que reforzar¨¢n lo que hacemos en estos momentos. El futuro lo dir¨¢. Pero no hay una demanda de cambiar nuestra agenda. Se han subido a un tren que avanza¡±.
Azoulay ha desarrollado un intenso trabajo diplom¨¢tico, con el Capitolio en Washington de un lado, y de otro con israel¨ªes, palestinos y otros actores en Oriente Pr¨®ximo, con el fin de desactivar los contenciosos que complicaban el retorno de EE UU. Hizo falta, adem¨¢s, que el Congreso estadounidense adoptase una derogaci¨®n de la ley que impide a este pa¨ªs pertenecer a una organizaci¨®n de la ONU a la que tambi¨¦n pertenezca Palestina. El texto de la derogaci¨®n es expl¨ªcito a la hora de justificar la decisi¨®n: el objetivo, dice, es ¡°contrarrestar la influencia china y promover otros intereses nacionales de Estados Unidos¡±.
El plan para reembolsar las deudas se extiende en varios a?os, m¨¢s all¨¢ de 2024, por lo que podr¨ªa verse interrumpido si el sucesor de Biden en la Casa Blanca decidiese de nuevo marcharse. Todo esto, y el precedente de los anteriores portazos, indica que la relaci¨®n entre EE UU y la Unesco no es un problema resuelto.
¡°Nadie sabe cu¨¢l ser¨¢ el futuro de la pol¨ªtica interna en Estados Unidos, pero hay que prestar atenci¨®n a algo: existe una derogaci¨®n, que tiene apoyo bipartito [en Washington]¡±, responde Azoulay. ¡°La Unesco que Estados Unidos abandon¨®¡±, contin¨²a, ¡°no es exactamente la misma que en 2023, aunque sabemos que la relaci¨®n de Estados Unidos con la ONU, y no solo con la Unesco, siempre es un poco compleja, especialmente con el Congreso, y depende del futuro del poder ejecutivo¡±. Y concluye: ¡°Nuestra obligaci¨®n es explicar qu¨¦ es la Unesco, lo ¨²til que es para la comunidad internacional y, como mucha gente piensa, lo importante que es tambi¨¦n para los intereses de Estados Unidos.¡±
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