El ex primer ministro de Tailandia Thaksin Shinawatra, encarcelado al regresar al pa¨ªs tras 15 a?os de exilio
El magnate, condenado a ocho a?os de c¨¢rcel por tres casos juzgados en su ausencia, vuelve a Bangkok coincidiendo con el nombramiento por el Parlamento de un aliado suyo como jefe de Gobierno
Al culebr¨®n pol¨ªtico en el que Tailandia llevaba sumida desde las elecciones del pasado mayo se le ha sumado un nuevo actor, Thaksin Shinawatra. El primer ministro depuesto tras un golpe militar en 2006 puso fin este martes a 15 a?os de exilio voluntario, coincidiendo con la jornada en la que el Parlamento ha designado como jefe de Gobierno a un candidato af¨ªn, Srettha Thavisin.
Shinawatra, el multimillonario fundador de Pheu Thai, el partido de corte populista que lidera ahora la formaci¨®n de Gobierno, ha sido inmediatamente encarcelado a su llegada a Bangkok, en virtud de varias condenas en ausencia. Algunos acad¨¦micos citados por medios locales consideran que su regreso ha sido parte de una estratagema para convencer al Senado ¡ªformado en su mayor¨ªa por generales castrenses¡ª de aprobar la candidatura de Srettha Thavisin, que se presentaba al frente de una amplia coalici¨®n de partidos prodemocracia y de otros favorables al ej¨¦rcito. El mes pasado, la C¨¢mara alta vot¨® en contra del ganador de los comicios, Pita Limjaroenrat, de la formaci¨®n reformista Avanzar, que se ha quedado fuera de dicha alianza.
Thaksin Shinawatra, de 74 a?os, viv¨ªa en un exilio autoimpuesto desde 2008, en parte para evitar enfrentarse a cargos por corrupci¨®n y abuso de poder relacionados con sus negocios de telecomunicaciones, gracias a los que amas¨® su fortuna. Durante estos a?os, el magnate, expropietario del Manchester City, ha vivido en el Reino Unido, Hong Kong y Dub¨¢i, y ha evitado a toda costa poner un pie en su Tailandia natal por miedo a no recibir un trato justo. Fue juzgado en ausencia y declarado culpable de tres delitos relacionados con su gesti¨®n al frente del pa¨ªs y su antigua empresa Shin Corp.
Este martes, su jet privado aterriz¨® en el aeropuerto internacional Don Mueang de Bangkok alrededor de las 09.00, hora local (las 03.00 de la madrugada en la Espa?a peninsular), donde lo esperaban cientos de simpatizantes. El exdirigente fue r¨¢pidamente arrestado y llevado por la polic¨ªa del Tribunal Supremo a una prisi¨®n de la capital, donde deber¨¢ pasar ocho a?os entre rejas. El inminente regreso al poder del partido asociado a su familia, sin embargo, podr¨ªa traducirse m¨¢s adelante en una reducci¨®n de la pena.
Pheu Thai fue la segunda fuerza m¨¢s votada en los comicios del 14 de mayo. Su pacto con la formaci¨®n ganadora, Avanzar, fracas¨® despu¨¦s de que el l¨ªder de ese partido, Pita Limjaroenrat, no obtuviera el apoyo de las ¨¦lites mon¨¢rquicas y militares el pasado julio. El martes, horas despu¨¦s de la llegada de Thaksin, el Parlamento tailand¨¦s vot¨® a favor de Srettha Thavisin para convertirse en el trig¨¦simo primer ministro del pa¨ªs. El empresario inmobiliario, de 60 a?os, entr¨® en pol¨ªtica hace apenas unos meses y remplazar¨¢ al general Prayut Chan-O-Cha, quien ha dirigido el pa¨ªs desde el golpe de Estado 2014.
La historia entre la familia Shinawatra y el ej¨¦rcito es larga y amarga. Los militares desalojaron del poder en una asonada a Thaksin, en 2006, y a su hermana, Yingluck, en 2014. Por eso, el regreso del mayor de los Shinawatra ha suscitado especulaciones sobre que se haya producido una alianza entre bambalinas entre el Pheu Thai y sus antiguos enemigos, para permitirle volver sano y salvo a la naci¨®n del sudeste asi¨¢tico. Su hermana Yingluck lleva seis a?os exiliada en Dub¨¢i y se enfrenta a cargos por negligencia por un plan de subvenciones al arroz durante sus a?os al mando. El lunes acompa?¨® a su hermano hasta Singapur, desde donde este vol¨® hacia Bangkok. ¡°El d¨ªa que tanto llevabas esperando ha llegado. Buena suerte, hermano¡±, asegura el mensaje que acompa?a a un v¨ªdeo que ha publicado en su cuenta de Instagram. Cuando Thaksin se march¨® de Tailandia en 2008 asegur¨®: ¡°Si soy lo suficientemente afortunado, volver¨¦ y morir¨¦ en suelo tailand¨¦s¡±.
El resultado de la votaci¨®n de este martes es el ¨²ltimo giro en una lucha por el poder que se remonta casi dos d¨¦cadas atr¨¢s entre el Pheu Thai, que ha ganado cinco elecciones generales, y una uni¨®n entre las ¨¦lites conservadoras, militares y familias adineradas que llevan mucho tiempo influyendo en la pol¨ªtica y la econom¨ªa nacional. ¡°No estamos mintiendo al pueblo, pero tenemos que ser realistas¡±, expres¨® el lunes Srettha, para explicar que no ten¨ªa m¨¢s remedio que aliarse con algunos rivales con los que antes hab¨ªa prometido que no colaborar¨ªa.
El ne¨®fito pol¨ªtico tiene ante s¨ª la dif¨ªcil tarea de formar y mantener unida una coalici¨®n que se presenta muy fr¨¢gil, y que incluye partidos respaldados por los militares mon¨¢rquicos que anteriormente derrocaron dos Gobiernos de su partido. En un sondeo publicado el domingo por el Instituto Nacional para la Administraci¨®n del Desarrollo, el 64% de los encuestados dijo estar en desacuerdo con la idea de que Pheu Thai se aliara con formaciones que reciben el apoyo de los militares.
Thanaporn Sriyankul, director del Instituto de Pol¨ªticas y An¨¢lisis Pol¨ªtico tailand¨¦s, expres¨® al rotativo Bangkok Post que Thaksin ha regresado porque ten¨ªa la certeza de que Pheu Thai podr¨ªa formar Gobierno y, seg¨²n se?ala este medio, todo apunta a que se convertir¨¢ en su l¨ªder de facto. Este analista opina que Thaksin tendr¨¢ que servir como un ¡°reh¨¦n pol¨ªtico¡± para asegurar a los partidos castrenses (la Naci¨®n Unida Tailandesa y el Palang Pracharath) que el Pheu Thai est¨¢ dispuesto a colaborar.
Una figura clave desde su exilio
Desde su exilio, Thaksin Shinawatra ha sido una figura clave y divisiva en la pol¨ªtica tailandesa, arropado por sus simpatizantes conocidos como los ¡°camisas rojas¡±, enfrentados a los ¡°amarillos¡±, elementos conservadores adictos a la monarqu¨ªa, como se?ala la Agencia France Presse (AFP). Thaksin, acusado de corrupci¨®n por sus detractores, denunci¨® repetidamente lo que considera como una maniobra judicial destinada a apartarlo del poder, en beneficio de las ¨¦lites castrenses y mon¨¢rquicas. Al incluir en su coalici¨®n a partidos pro ej¨¦rcito, la formaci¨®n Pheu Thai, la segunda m¨¢s votada en los comicios de mayo, espera un gesto del poder en beneficio de Thaksin Shinawatra, cuyo estado de salud requiere vigilancia m¨¦dica por los problemas que padece de coraz¨®n y pulmones.
El polit¨®logo Aaron Connelly indica: ¡°Si el rey no concede la gracia a Thaksin en un determinado plazo, Pheu Thai podr¨ªa empezar a hacerse preguntas sobre la coalici¨®n¡± formada para llegar al poder. El pedido de gracia real lleva entre uno y dos meses, seg¨²n detall¨® un responsable de la administraci¨®n penitenciaria tailandesa.
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