Ovnis en Brasil, la historia oficial
Los informes sobre los m¨¢s de 700 objetos voladores no identificados investigados por la Fuerza A¨¦rea durante m¨¢s de 60 a?os est¨¢n en el Archivo Nacional al alcance de investigadores y curiosos
Un d¨ªa de mayo de 1986 el ministro de la Fuerza A¨¦rea de Brasil, el teniente general Oct¨¢vio J¨²lio Moreira Lima, convoc¨® a la prensa en Brasilia para informar sobre los extraordinarios sucesos ocurridos el lunes anterior, que le llevaron ordenar el despliegue de cinco cazas. Los envi¨® a perseguir e interceptar 21 ovnis avistados por cientos de testigos civiles y militares ¡ªy detectados por radares¡ª en cuatro Estados. Fueron horas fren¨¦ticas. Lamentablemente, ninguna de las aeronaves logr¨® alcanzar los objetos luminosos, que se zafaron con quiebros y velocidades impensables. El ministro, que compareci¨® con los cinco pilotos militares y los controladores a¨¦reos que monitorearon los avistamientos, prometi¨® un detallado informe en un mes. Tard¨® mucho m¨¢s en ver la luz, pero la vio. Publicado muchos a?os despu¨¦s, cualquiera puede leerlo porque est¨¢ en el Archivo Nacional. Ni siquiera necesita acercarse a la sede, en Brasilia. Puede consultarlo desde cualquier rinc¨®n del mundo con conexi¨®n a internet.
La reciente decisi¨®n de la NASA de adoptar una metodolog¨ªa para estudiar lo que denomina fen¨®menos an¨®malos no identificados ha puesto de actualidad el fondo sobre ovnis del Archivo Nacional de Brasil. Elaborado durante m¨¢s de seis d¨¦cadas por la Fuerza A¨¦rea, contiene unas 20.000 p¨¢ginas con informes, muchos con sellos de confidencial o reservado, dibujos, audios, v¨ªdeos, fotograf¨ªas, correspondencia y recortes de prensa relacionados con 743 incidentes registrados por los militares entre 1952 y 2016.
La agencia espacial de EE UU tambi¨¦n ha anunciado el nombramiento de un director que lidere las investigaciones. Un hecho que tiene un peculiar precedente en Brasil. Un militar, el comandante Giberto Zani de Mello, coordin¨® entre 1969 y 1972 una unidad creada dentro de las Fuerzas Armadas para monitorear de manera sistem¨¢tica estos fen¨®menos inexplicados que a tantos evocan la vida extraterrestre. Se llamaba Sistema de Investigaci¨®n de Objetos A¨¦reos No Identificados (Sioani) y su sede estaba en un c¨¦ntrico barrio de S?o Paulo.
En plena dictadura, aquel equipo de uniformados ped¨ªa ayuda dentro de las estructuras castrenses para recabar informaciones sobre sucesos que generaban tanta alarma como curiosidad. Los militares del Sioani viajaban para entrevistar a testigos, escrib¨ªan informes que inclu¨ªan dibujos ¡ªde una amplia variedad de modelos de platillos volantes¡ª y elaboraban un bolet¨ªn.
Las autoridades brasile?as recalcan, como sus colegas de EE UU, que ovni no es sin¨®nimo de nave espacial ni de extraterrestres. Explica el Gobierno que esos 753 registros archivados ¡°no significa que se hayan visto 743 platillos volantes, sino cualquier objeto en el cielo cuyo origen natural no haya sido posible descubrir inmediatamente. En otras palabras, un OVNI en este caso puede ser un dron, una estrella, un sat¨¦lite, un globo meteorol¨®gico o incluso un fen¨®meno natural¡±.
Este es un pa¨ªs con arraigadas supersticiones, donde la tercera religi¨®n con m¨¢s seguidores es el espiritismo, consultar videntes no es nada at¨ªpico y algunas instituciones firman contratos con esp¨ªritus para evitar lluvias. Dif¨ªcil olvidar la escena con decenas de bolsonaristas, acampados ante el cuartel del Ej¨¦rcito en Porto Alegre tras la derrota electoral de su l¨ªder, que una noche fueron grabados reclamando ayuda a los extraterrestres para dar un golpe.
El m¨¢s famoso de los incidentes con objetos voladores no identificados fue aquel lunes de 1986, cuando 21 ovnis invadieron el espacio a¨¦reo brasile?o. Entr¨® en la historia de la ufolog¨ªa como La Noche Oficial de los Ovnis. El informe de los militares concluy¨® lo siguiente, explicado en su ¨¢rido tono: ¡°Los fen¨®menos son s¨®lidos y reflejan en cierta manera inteligencia, debido a la capacidad de seguir y mantener la distancia de los observadores, as¨ª como de volar en formaci¨®n, no necesariamente tripulada¡±, escribi¨® el autor sobre unas horas que conmocionaron al pa¨ªs.
El primero en detectar aquellos puntos luminosos fue un controlador a¨¦reo de S?o Jos¨¦ dos Campos, la ciudad que acoge el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales y otras instalaciones estrat¨¦gicas. Los pilotos testigos declararon en la ¨¦poca que los objetos voladores pod¨ªan moverse en zigzag, detenerse en el cielo, dar una curva en ¨¢ngulo recto, cambiar de color y alcanzar velocidades supers¨®nicas.
Las grabaciones sonoras de las fren¨¦ticas conversaciones entre los controladores y los pilotos se pueden escuchar en la web del Archivo Nacional, que cada tanto difunde trechos en redes sociales. Un uf¨®logo llamado Marco Antonio Petit explic¨® a BBC Brasil c¨®mo abordaban los militares brasile?os el fen¨®meno: ¡°Durante a?os tuve la oportunidad de entrevistar militares de alto rango que me dijeron: ¡®En Brasil no se abaten los ovnis porque no suponen una amenaza y no sabemos c¨®mo reaccionar¨¢n si son atacados¡±.
Los uniformados tampoco descartaban, sobre todo en los tiempos de la Guerra Fr¨ªa, que parte de los extra?os objetos avistados sobre Brasil, un pa¨ªs con tradici¨®n de neutralidad, fueran sat¨¦lites esp¨ªas de la Uni¨®n Sovi¨¦tica o de Estados Unidos.
El fondo de los ovnis es uno de los m¨¢s populares de la colecci¨®n del Archivo Nacional, que incluye documentaci¨®n sobre la ¨²ltima dictadura militar (1964-1985), que es la m¨¢s consultada, pero tambi¨¦n sobre la esclavitud, la llegada de los inmigrantes blancos que sustituyeron la mano de obra forzada, el Carnaval, la censura, o la construcci¨®n de Brasilia.
Brasil es un pa¨ªs donde la transparencia es la norma ¡ªson p¨²blicos todos los documentos oficiales, salvo los declarados secretos¡ª en sinton¨ªa con las pr¨¢cticas m¨¢s avanzadas y en contraposici¨®n a pa¨ªses como Espa?a.
Gracias a ese esp¨ªritu y a una solicitud de la Federaci¨®n Brasile?a de Ufolog¨ªa, el archivo sobre los ovnis elaborado a partir de los a?os cincuenta del siglo XX y custodiado por la Fuerza A¨¦rea en Brasilia empez¨® a ser trasladado al Archivo Nacional de Brasil en 2008 (con Luiz In¨¢cio da Silva en la presidencia) y abierto al p¨²blico.
Hace poco m¨¢s de un a?o, el Senado brasile?o invit¨® a uf¨®logos locales y for¨¢neos a una solemne sesi¨®n en el pleno, como recientemente hizo M¨¦xico, en un acto que cont¨® incluso con un supuesto ¡°ser no humano¡±. Los presentes en Brasilia se felicitaron de que muchos pa¨ªses, como Brasil o incluso el Vaticano, est¨¦n abriendo parcialmente sus archivos. El senador que organiz¨® la singular sesi¨®n, Eduardo Gir?o, se felicit¨® de que Brasil fuera el primer pa¨ªs en admitir oficialmente que los ovnis existen y tienen origen extraterrestre.
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