Scotland Yard se plantea pedir ayuda al ej¨¦rcito tras la renuncia a portar armas de cientos de sus agentes

El cl¨¢sico polic¨ªa londinense de Scotland Yard (oficialmente, Polic¨ªa Metropolitana o Met) se conoce hist¨®ricamente como un bobby, en recuerdo a Robert Peel, el ministro del Interior que puso en pie la primera fuerza profesional del orden en la capital brit¨¢nica a principios del siglo XIX (Bobby es el diminutivo de Robert). Los bobbies, tradicionalmente, no portan armas de fuego. Pero los tiempos, obviamente, han cambiado. Hoy en d¨ªa, 2.595 oficiales, seg¨²n cifras de la propia Met, disponen de licencia de armas y llevan a diario pistola o fusil. Son aquellos destinados a la lucha contra el terrorismo o el crimen organizado.

Pues bien, al menos 300 de ellos, seg¨²n cifras recogidas por la BBC, han entregado en las ¨²ltimas semanas su permiso y sus armas. Lo han hecho para protestar por la acusaci¨®n de asesinato ¡ªy el consiguiente juicio¡ª de uno de sus compa?eros, identificado p¨²blicamente como NX121 (su procesamiento se lleva en la m¨¢s estricta intimidad). El agente dispar¨® presuntamente contra el rapero negro Chris Kaba a trav¨¦s de uno de los cristales del Audi negro que conduc¨ªa en la noche del 5 de septiembre del a?o pasado. Un solo tiro. En la cabeza. Kaba, de 24 a?os, no portaba ning¨²n arma. Le persegu¨ªa un coche policial de inc¨®gnito por Kirkstall Gardens, un barrio del sur de Londres, hasta que choc¨® contra otro coche de las fuerzas de seguridad. Le persegu¨ªan porque una c¨¢mara hab¨ªa identificado la matr¨ªcula como la de un veh¨ªculo ya involucrado en otro incidente con armas de fuego la semana anterior. No pertenec¨ªa a Kaba.

Despu¨¦s de una investigaci¨®n interna llevada a cabo por la propia Met, la Fiscal¨ªa de la Corona decidi¨® instruir una investigaci¨®n penal. NX121 fue acusado de asesinato, y permanece desde entonces en libertad bajo fianza, previa entrega de su pasaporte y con la condici¨®n de permanecer localizado en su mismo domicilio.

La ministra se suma a la protesta

El procesamiento por asesinato del agente provoc¨® la reacci¨®n de protesta de centenares de sus compa?eros, que comenzaron a entregar las armas y dejaron a la Met en una situaci¨®n de debilidad. Hasta el punto de que el propio Ministerio de Defensa ha admitido p¨²blicamente que recibi¨® una Petici¨®n de Ayuda Militar de las Autoridades Civiles (MACA, en sus siglas en ingl¨¦s) por parte del Ministerio del Interior. Es decir, el Gobierno ha pedido ayuda al ej¨¦rcito, para que ¡°en caso de que sea necesario¡± colaboren en las tareas de seguridad que corresponden a la Met. Finalmente, seg¨²n ha anunciado la propia Met, no ha sido necesario incorporar soldados a sus tareas, al haber podido reclutar agentes armados de otras polic¨ªas locales brit¨¢nicas.

M¨¢s all¨¢ de la imagen de debilidad en la seguridad que la petici¨®n de ayuda conllevaba, el asunto se ha agravado con la intervenci¨®n de la ministra del Interior, Suella Braverman, que ha decidido tomar partido por los polic¨ªas rebeldes. ¡°Dependemos de nuestros valientes polic¨ªas para protegernos frente a los componentes m¨¢s peligrosos y violentos de la sociedad. En defensa del inter¨¦s p¨²blico, deben tomar decisiones en fracciones de segundo y bajo circunstancias de extraordinaria presi¨®n¡±, ha dicho Braverman, que representa al ala m¨¢s dura de los conservadores, pero ha contado hasta ahora con el apoyo del primer ministro, Rishi Sunak, en su pol¨ªtica de mano dura, especialmente con los inmigrantes en situaci¨®n irregular. ¡°No deben temer [los agentes armados] poder acabar en dique seco simplemente por cumplir con su deber. Aquellos agentes que ponen en riesgo su vida para protegernos cuentan con mi apoyo total, y har¨¦ todo lo que est¨¦ en mi mano para apoyarles¡±. La ministra ha ordenado que se lleve a cabo una revisi¨®n completa de las condiciones en las que deben actuar los polic¨ªas armados, para evitar tener que afrontar un juicio, ha dicho, simplemenete por cumplir con su obligaci¨®n.

La propia Polic¨ªa Metropolitana se ha sentido con la suficiente fortaleza y apoyo pol¨ªtico como para intervenir en el debate pol¨ªtico que ha surgido. ¡°Nuestros agentes se muestran inquietos, con raz¨®n, por el modo en que otros pueden llegar a juzgar a posteriori decisiones que se han tenido que tomar en cuesti¨®n de segundos, con el lujo de poder tomarse el tiempo que deseen para evaluar esos incidentes, y con el da?o que esto provoca a los oficiales y a sus familias¡±, ha dicho Mark Rowley, jefe de Scotland Yard.

La postura de Braverman y de Sunak ¨Dque contiene un evidente mensaje electoral de mano dura en un momento en el que los conservadores necesitan cortejar a su electorado¨D ha recibido duras cr¨ªticas de la oposici¨®n laborista, de organizaciones defensoras de los derechos humanos y de expertos juristas, que han acusado a la ministra de injerencia, con sus declaraciones y actitud, en un proceso judicial en curso. ¡°No hay ninguna justificaci¨®n para esta actitud. ?No basta con informar en privado a los representantes de la Polic¨ªa Metropolitana de sus planes de revisi¨®n? No, ten¨ªa que intervenir p¨²blicamente en el asunto [sus declaraciones de apoyo las hizo en su cuenta de X, antes Twitter], y provocar un impacto potencial adverso sobre el proceso judicial¡±, ha acusado Nazir Afzal, exfiscal jefe para el Noroeste de Inglaterra entre 2011 y 2015. ¡°?Ha habido en la historia reciente una injerencia peor intencionada y err¨®nea de un ministro del Interior en un proceso judicial?¡±, se ha preguntado el laborista John Denham, exportavoz del partido de la oposici¨®n en materia de Justicia.

Pero Sunak, que lleva acribillado por propios y extra?os m¨¢s de una semana desde que anunci¨® sus planes electoralistas de dar marcha atr¨¢s en muchos de los compromisos medioambientales del Gobierno, se ha aferrado al asunto, consciente de su popularidad entre los votantes conservadores. ¡°Nuestros agentes armados llevan a cabo una tarea muy dif¨ªcil¡±, ha dicho el primer ministro conservador este lunes, ¡°y merecen nuestro agradecimiento por su valent¨ªa¡±.

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