La divisi¨®n de los republicanos pone a Estados Unidos al borde del cierre del Gobierno
La Casa Blanca se prepara para mantener abiertos desde este domingo solo los servicios p¨²blicos esenciales y suspender el sueldo de cientos de miles de funcionarios
Estados Unidos se prepara para el cierre del Gobierno. Cuando se agota el plazo para aprobar las leyes presupuestarias para el a?o fiscal que empieza en la medianoche del s¨¢bado al domingo, la situaci¨®n es de bloqueo. No hay acuerdo entre el Senado, de mayor¨ªa dem¨®crata, y la C¨¢mara de Representantes, dominada por los republicanos. Pero ni siquiera hay acuerdo entre los republicanos de la C¨¢mara baja, donde su presidente, Kevin McCarthy, es reh¨¦n de una minor¨ªa radical que ni siquiera parece dispuesta a aprobar una pr¨®rroga en las habilitaciones de gasto. Salvo un improbable giro de ¨²ltima hora, el cierre de los servicios no esenciales de la Administraci¨®n es inminente. La Casa Blanca ha elaborado ya planes de contingencia para hacer frente a la situaci¨®n.
El llamado cierre del Gobierno implica que solo se pueden seguir prestando los servicios p¨²blicos considerados esenciales. En torno a un mill¨®n y medio de funcionarios federales ser¨¢n suspendidos de empleo y sueldo o tendr¨¢n que trabajar sin cobrar hasta que se aprueben los gastos. Unos dos millones de militares y agentes del orden tambi¨¦n seguir¨¢n desempe?ando sus funciones sin cobrar. ¡°Si la C¨¢mara no cumple su funci¨®n m¨¢s b¨¢sica, si no financia el Gobierno para ma?ana, habr¨¢ fallado a todas nuestras tropas¡± dijo este viernes el presidente, Joe Biden, en un acto con militares. ¡°Nuestros militares seguir¨¢n cumpliendo su juramento, yendo a trabajar, vigilando en todo el mundo, manteniendo la seguridad de nuestro pa¨ªs, pero no cobrar¨¢n. Es una verg¨¹enza. (...) No podemos estar jugando a la pol¨ªtica mientras nuestras tropas est¨¢n en la brecha¡±, a?adi¨®.
Las agencias federales suspender¨¢n todas las acciones que no se consideren esenciales, lo que comprometer¨ªa programas de asistencia a ni?os desfavorecidos, inspecciones, autorizaciones, subvenciones y toda clase de pol¨ªticas. Los monumentos, museos y parques nacionales dependientes del Gobierno cerrar¨¢n, aunque algunos tienen remanentes para seguir abiertos un tiempo o pueden lograr financiaci¨®n estatal. La paralizaci¨®n de la Administraci¨®n tambi¨¦n impedir¨ªa publicar estad¨ªsticas de empleo e inflaci¨®n, de las que la Reserva Federal depende en buena medida para fijar los tipos de inter¨¦s.
El Congreso de Estados Unidos es reh¨¦n de una minor¨ªa radical del Partido Republicano alentada por el expresidente Donald Trump. Al suspender el techo de deuda, McCarthy pact¨® con Biden unos niveles de recorte de gasto moderados, que son los que ahora se deber¨ªan concretar. Pero el ala dura, que ya se rebel¨® contra el acuerdo, rechaza cumplirlo y exige recortes mucho mayores. La mayor¨ªa republicana en la C¨¢mara es de 222 a 212 votos, lo que da a la veintena de radicales una posici¨®n de bloqueo.
El speaker plante¨® este viernes una propuesta de pr¨®rroga presupuestaria hasta el 31 de octubre con recortes masivos (del 30% en la mayor¨ªa de las agencias, aunque salvando Defensa, Veteranos o Seguridad Nacional). La propuesta de McCarthy inclu¨ªa estrictas disposiciones de seguridad fronteriza que pondr¨ªan en marcha la construcci¨®n del muro en la frontera sur con M¨¦xico, entre otras medidas. Adem¨¢s, el paquete planteaba crear una comisi¨®n de deuda bipartidista para abordar la creciente carga de la deuda de la naci¨®n. Pero ni siquiera eso ha sido suficiente para los radicales, que la rechazaron junto a los dem¨®cratas (por 232 votos a 198), aunque por razones opuestas. En todo caso, no ten¨ªa opciones de ser aprobada por el Senado y firmada por el presidente.
La derrota ha sentado muy mal en la mayor¨ªa del grupo republicano. El congresista por Nueva York Mike Lawler ha sido tajante contra uno de los cabecillas rebeldes, el que m¨¢s se ha significado contra McCarthy: ¡°Solo hay una persona a la que culpar de cualquier posible cierre del Gobierno, y esa es Matt Gaetz. No es un republicano conservador. Es un charlat¨¢n¡±, dijo este viernes en el exterior del Capitolio.
Fiasco para los republicanos
El presidente de la C¨¢mara de Representantes tambi¨¦n intent¨® contentar a sus diputados m¨¢s extremistas con la apertura formal de una investigaci¨®n contra el presidente, Joe Biden, como paso previo a un posible juicio pol¨ªtico (impeachment). La primera sesi¨®n de esa investigaci¨®n se celebr¨® este jueves y fue un fiasco para los republicanos. Incluso los comparecientes convocados por ellos admitieron que no hab¨ªan presentado ninguna prueba ni ven por ahora motivo alguno para un impeachment.
El partido de Trump quiere procesar a Biden por sobornos y abuso de poder cuando era vicepresidente en relaci¨®n con los negocios de su hijo, Hunter Biden, pero tras analizar miles de registros bancarios no han encontrado un solo centavo que haya ido a parar al ahora presidente. La sesi¨®n sirvi¨® para mostrar la fidelidad a Trump de los republicanos. Cuando el dem¨®crata Greg Casar pidi¨® alzar la mano a quienes considerasen que se deb¨ªan exigir responsabilidades tanto a Hunter Biden como Trump en caso de ser condenados, solo los dem¨®cratas lo hicieron.
¡±El Partido Republicano de hoy est¨¢ impulsado e intimidado por los extremistas MAGA¡±, dijo Biden el jueves en un acto en Tempe (Arixona), en referencia a las siglas de Make America Great Again [Hacer Estados Unidos grande otra vez], el lema de Trump. Su agenda extremista, de llevarse a cabo, alterar¨ªa fundamentalmente las instituciones de la democracia estadounidense tal y como la conocemos¡±, a?adi¨®, en un discurso destinado a insistir en el peligro para la democracia que supone Trump y sus seguidores.
El impeachment y el cierre del Gobierno son las dos formas que tienen los republicanos, especialmente los m¨¢s extremistas, para elevar la presi¨®n sobre Biden a poco m¨¢s de un a?o de las elecciones en las que el presidente busca la reelecci¨®n. Son necesarias 12 leyes de asignaciones o gasto para mantener abiertos con normalidad los distintos departamentos. La votaci¨®n de las primeras propuestas ha puesto de manifiesto las divisiones entre los republicanos en materias como la continuidad del apoyo a Ucrania. Los republicanos han gastado tambi¨¦n tiempo aprobando medidas sin ning¨²n futuro en el Senado y la Casa Blanca, como bajar el sueldo del secretario de Defensa, Lloyd Austin, a un d¨®lar anual, desde los 235.000 que ahora cobra.
La tramitaci¨®n de las leyes de gasto es larga y prolija y no hay tiempo material para ellas. Solo queda ese clavo ardiendo de la pr¨®rroga, tambi¨¦n poco viable. El Senado tiene su propia propuesta de pr¨®rroga, en este caso negociada entre los dos grupos, dem¨®crata y republicano. Si se sometiese a votaci¨®n en la C¨¢mara de Representantes, probablemente saldr¨ªa adelante con el apoyo dem¨®crata y de los republicanos moderados. Pero si McCarthy le da v¨ªa libre, entonces el ala dura pedir¨ªa su cabeza. Quiz¨¢ la pida en cualquier caso, lo que podr¨ªa dejar un vac¨ªo de liderazgo en la C¨¢mara, pues no ser¨ªa f¨¢cil elegir un sustituto.
¡°El fracaso de los republicanos de la C¨¢mara de Representantes a la hora de actuar de forma responsable perjudicar¨ªa a las familias estadounidenses y provocar¨ªa vientos en contra econ¨®micos que podr¨ªan socavar el progreso que estamos logrando¡±, advirti¨® este viernes la secretaria del Tesoro, Janet Yellen. ¡°Un cierre afectar¨ªa a muchas funciones clave del Gobierno, desde los pr¨¦stamos a agricultores y peque?as empresas hasta las inspecciones de seguridad alimentaria y laboral, pasando por los programas Head Start [de asistencia] para ni?os. Y podr¨ªa retrasar importantes mejoras de las infraestructuras¡±, a?adi¨®.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, ha declarado que ¡°los republicanos extremistas de la C¨¢mara de Representantes est¨¢n triplicando sus exigencias para destripar programas con los que cuentan millones de familias trabajadoras¡±. ¡°El camino a seguir para financiar el Gobierno ha sido trazado por el Senado con apoyo bipartidista, los republicanos de la C¨¢mara solo necesitan tomarlo¡±, ha a?adido.
Los desfases entre la aprobaci¨®n de los presupuestos y el comienzo del a?o fiscal empezaron a provocar cierres de la Administraci¨®n desde que el fiscal general Benjamin Civiletti argument¨® que las agencias gubernamentales no pueden operar legalmente sin tener aprobada la financiaci¨®n en una serie de dict¨¢menes emitidos en 1980 y 1981. Desde entonces, se admite solo el gasto para funciones esenciales para la seguridad p¨²blica y las obligaciones constitucionales.
Desde 1976, se han producido 22 interrupciones en la financiaci¨®n, 10 de las cuales se han saldado con el despido de trabajadores. La mayor¨ªa de los cierres significativos han tenido lugar desde la presidencia de Bill Clinton, cuando el entonces presidente de la C¨¢mara de Representantes, Newt Gingrich, y su mayor¨ªa conservadora exigieron recortes presupuestarios. El m¨¢s largo, sin embargo, ocurri¨® entre 2018 y 2019, cuando el entonces presidente Trump y los dem¨®cratas del Congreso entraron en un punto muerto por su demanda de financiaci¨®n para un muro en la frontera con M¨¦xico. Dur¨® 35 d¨ªas, en plenas Navidades, pero fue solo un cierre parcial, porque el Congreso hab¨ªa aprobado algunas leyes de asignaciones para algunas ¨¢reas.
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