La Europa de libre circulaci¨®n eterniza los controles fronterizos
Las restricciones a la libertad de movimientos en la zona Schengen se multiplican desde la crisis migratoria en 2015
Ya hace casi nueve a?os que la crisis de refugiados puso a prueba las costuras del espacio Schengen, el que permite la libertad de movimientos de los ciudadanos dentro de la UE y otros cuatro Estados. Conforme llegaban las oleadas de refugiados que provoc¨® el conflicto sirio, varios pa¨ªses de Europa central y del norte comenzaron a notificar a Bruselas que volv¨ªan a introducir el control de fronteras o, al menos, se guardaban el derecho de hacerlo: Alemania, Austria, Hungr¨ªa, Suecia, Dinamarca¡ Desde entonces, bastantes de estos pa¨ªses renuevan la situaci¨®n cada seis meses, tiempo m¨¢ximo que permite la regulaci¨®n. Con los a?os, a los movimientos migratorios masivos se han sumado otras causas: amenazas terroristas, crimen organizado, contrabando, la pandemia¡ Pero, como se ha visto esta semana con el roce entre Varsovia y Berl¨ªn o la anterior entre Viena y Roma, la migraci¨®n y el tr¨¢fico de personas siguen teniendo un papel destacado en la revitalizaci¨®n de los controles fronterizos.
Entre 2006 y hasta mitad de 2015 se hab¨ªa recurrido muy pocas veces a las excepciones a Schengen: 36 veces y por periodos de tiempo muy limitados, unos d¨ªas por la organizaci¨®n de un evento, una visita de alto nivel (la del presidente de los Estados Unidos, por ejemplo) o la celebraci¨®n de una cumbre de l¨ªderes. En los nueve a?os posteriores, la cifra se ha multiplicado por nueve: 336.
¡°Desde 2015, el espacio Schengen ha estado sometido a una presi¨®n constante y hoy nos enfrentamos a una realidad diferente a la que exist¨ªa cuando se cre¨®. La inestabilidad en la vecindad europea y en regiones m¨¢s lejanas, las consecuencias de la situaci¨®n extremadamente excepcional de la crisis de refugiados de 2015, la crisis de la covid-19 y la amenaza del terrorismo exigen una reflexi¨®n y un seguimiento¡±, apuntaba un informe de evaluaci¨®n de 2020 elaborado por la Comisi¨®n Europea. Un a?o despu¨¦s, Europa descubri¨® una variante nueva de estos movimientos de poblaci¨®n: la instrumentalizaci¨®n de los migrantes como amenaza h¨ªbrida que empez¨® a emplear en 2021 el r¨¦gimen autocr¨¢tico del bielorruso Aleksandr Lukashenko.
No siempre se esgrime el argumento de los movimientos para reintroducir los controles, ni se anuncia una prolongaci¨®n por meses. Espa?a, por ejemplo, ha advertido a Bruselas que desde el jueves pasado y hasta el pr¨®ximo s¨¢bado habr¨¢ controles fronterizos en varios aeropuertos, puertos y en fronteras terrestres. ?Motivo? La cumbre de l¨ªderes de la UE de la pr¨®xima semana en Granada. Portugal hizo lo mismo el pasado julio para la visita del papa Francisco por la Jornada Mundial de la Juventud.
Acusaciones entre vecinos
Cuando un pa¨ªs recupera los controles fronterizos ¡ªla notificaci¨®n a Bruselas no tiene por qu¨¦ suponer que se despliegan¡ª es f¨¢cil que haya alg¨²n cruce de acusaciones entre vecinos. Alemania ha anunciado esta semana que va a hacer controles en las carreteras para afrontar la ola migratoria que llega a trav¨¦s de los m¨¢s de 1.000 kil¨®metros de frontera que comparte con Polonia y la Rep¨²blica Checa, con el trasfondo tambi¨¦n del esc¨¢ndalo de la venta de visados que afecta al Gobierno polaco.
Varsovia anunci¨® a su vez que reforzar¨ªa los controles a los veh¨ªculos que pueda considerar sospechosos de transportar migrantes en la linde con Eslovaquia. D¨ªas antes, el roce lleg¨® entre Italia y Austria a cuenta de los controles de este ¨²ltimo pa¨ªs en el paso fronterizo de Brenner. Fue el viceprimer ministro italiano y l¨ªder ultra, Mateo Salvini, quien amenaz¨® a Viena con llevarla ante los tribunales europeos.
No obstante, en ocasiones estos controles no tienen por qu¨¦ suponer una suspensi¨®n de la regulaci¨®n de Schengen. Berl¨ªn ha explicado que su anuncio de esta semana no supone una excepci¨®n en la regulaci¨®n del tratado ¡ªaunque mantiene controles con Austria desde 2015¡ª, y as¨ª lo ha confirmado la Comisi¨®n Europea. ¡°Es un tipo de medida alternativa que consideramos ¨²til. La Comisi¨®n ha promovido el uso de estas medidas alternativas temporales desde 2017¡å, ha declarado una portavoz comunitaria.
La zona Schengen es, sobre el papel, un espacio de libre circulaci¨®n de personas compuesto por 27 Estados que no coinciden exactamente con los miembros de la UE. Irlanda, por ejemplo, no forma parte de ¨¦l. Y Rumania y Bulgaria est¨¢n a la espera de recibir el visto bueno del resto de socios, algo que a finales del a?o pasado despert¨® la oposici¨®n de Pa¨ªses Bajos y Austria. Ambos pa¨ªses, en cambio, s¨ª dieron el visto bueno a Croacia, el ¨²ltimo pa¨ªs en incorporarse, el pasado 1 de enero. Noruega, Islandia, Suiza y Liechtenstein son los Estados de Schengen que no forman parte del club comunitario.
Para recuperar los controles fronterizos, la norma prev¨¦ tres situaciones. La m¨¢s utilizada es la que viene regulada por los art¨ªculos 25 y 26 para casos ¡°previsibles¡±, por lo que el Estado que recurre a ella debe informar a la Comisi¨®n con cuatro semanas de antelaci¨®n. Es a la que se ha acogido Espa?a para la celebraci¨®n de la cumbre, porque est¨¢ pensada para eso expresamente. Puede prolongarse por 30 d¨ªas y se puede ir renovando hasta seis meses. Hay otras dos: la que requiere una acci¨®n inmediata en respuesta a una amenaza, por ejemplo, terrorista. La ¨²ltima ser¨ªa la que pone en riesgo todo el espacio Schengen por falta de control en las fronteras exteriores.
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