La lucha de las iran¨ªes frente a un r¨¦gimen empe?ado en el velo como s¨ªmbolo
El Nobel de la Paz a la presa de conciencia Narges Mohammadi homenajea a las mujeres que plantan cara a la violaci¨®n de sus derechos humanos por parte del sistema pol¨ªtico de Ir¨¢n
Para el r¨¦gimen iran¨ª, las mujeres valen la mitad que los hombres incluso antes de nacer. En abril de 2021, el Poder Judicial iran¨ª anunci¨® que ¡°el dinero de sangre¡± ¡ªla compensaci¨®n que debe pagar a la familia de su v¨ªctima quien hiera o mate a otra persona¡ª ascender¨¢ a unos 18.000 euros si alguien agrede a una mujer y le provoca un aborto, inform¨® el medio iran¨ª en el exilio Iranwire. Si el feto es var¨®n. Si es mujer, la mitad. Este viernes, el Comit¨¦ Nobel noruego concedi¨® el premio Nobel de la Paz 2023 a una de esas iran¨ªes cuyas vidas valen la mitad que la de un hombre para la Rep¨²blica Isl¨¢mica de Ir¨¢n: la presa de conciencia Narges Mohammadi. Pero este premio ¡ªrecalc¨® al anunciar el fallo del Comit¨¦ Nobel su presidenta, Berit Reiss-Andersen¡ª no solo es para la activista. El galard¨®n tambi¨¦n reconoce a ¡°los cientos de miles de personas que han estado clamando ¡®Mujer, Vida, Libertad¡¯ en Ir¨¢n¡±.
Esas tres palabras han sido el lema de las iran¨ªes que, el 16 de septiembre de 2022, salieron a manifestarse despu¨¦s de que una estudiante kurda de 22 a?os, Mahsa Yina Amini, muriera bajo custodia policial. Tres d¨ªas antes, esa joven, que ni siquiera se hab¨ªa implicado en pol¨ªtica, hab¨ªa sido detenida en Teher¨¢n por la polic¨ªa de la moralidad, acusada de no llevar bien colocado el velo. Las iran¨ªes deben taparse el cabello desde los siete a?os. Del relato de los testigos que aseguraron que fue brutalmente golpeada en la cabeza en el furg¨®n policial, se intuye que Amini no muri¨® solo por mostrar el pelo. En ese veh¨ªculo hab¨ªa otras mujeres arrestadas por el mismo motivo. Seg¨²n los testimonios, Amini fue agredida porque protest¨®.
En los 44 a?os que ya dura la Rep¨²blica Isl¨¢mica de Ir¨¢n, y desde la imposici¨®n definitiva del velo obligatorio, en 1983, muchas iran¨ªes nunca han dejado de protestar ni de rebelarse contra el hiyab. Lejos de ser una simple prenda, el velo es para ellas el s¨ªmbolo de su discriminaci¨®n y ¡°una herramienta de control del r¨¦gimen isl¨¢mico sobre las vidas y los cuerpos¡± de los m¨¢s de 40 millones de mujeres y ni?as que constituyen la mitad de la poblaci¨®n iran¨ª, explica por tel¨¦fono Carlos de las Heras, experto en Ir¨¢n de Amnist¨ªa Internacional.
Ese control social se apoya en unas leyes que reducen a las ciudadanas a seres humanos de segunda y abren la veda a todo tipo de violencias sobre ellas. De las Heras a?ade que su organizaci¨®n ¡°ha documentado c¨®mo la polic¨ªa de la moralidad y otros cuerpos policiales y paramilitares han agredido, torturado y sometido a violencia sexual a las detenidas por no llevar velo¡±.
Esa violencia no solo la ejercen las fuerzas de seguridad. Un comunicado de Amnist¨ªa de 2019, tres a?os antes de la muerte de Amini, alertaba de que, en Ir¨¢n, ¡°el control del cuerpo de las mujeres no es prerrogativa exclusiva del Estado¡±. La ¡°abusiva, discriminatoria y degradante legislaci¨®n iran¨ª sobre uso obligatorio del velo ha impulsado a matones y agentes parapoliciales a arrogarse la responsabilidad y el derecho de imponer los valores de la Rep¨²blica Isl¨¢mica, acosando y agrediendo a mujeres en p¨²blico. As¨ª, estas se topan a diario con desconocidos que las golpean y las roc¨ªan con gas pimienta, las llaman ¡°putas¡± y las obligan a taparse por completo el cabello con el velo¡±, aseguraba la nota.
La pena de muerte tambi¨¦n se aplica con especial sa?a en Ir¨¢n contra ellas. De todos los pa¨ªses del mundo, el r¨¦gimen iran¨ª es, seg¨²n los datos de organizaciones de derechos humanos como Iran Human Rights (IHR), el que ejecuta a m¨¢s presas. En lo que va de a?o, ya ha ahorcado a 13. Seg¨²n el relato que hizo a este diario en noviembre de 2022 un antiguo preso de la c¨¢rcel de Evin ¡ªdonde est¨¢ encarcelada la Nobel de la Paz, Mohammadi¡ªla aplicaci¨®n de la pena capital a condenadas en Ir¨¢n va precedida de torturas a?adidas a causa de su sexo: por ejemplo, la violaci¨®n de las condenadas v¨ªrgenes para evitar que entren en el para¨ªso. Muchos musulmanes creen que si una mujer muere sin haber practicado el coito, tiene garantizado el ed¨¦n.
Entre las 164 ejecutadas entre 2010 y 2021, seg¨²n IHR, hay adultas y adolescentes que mataron tratando de defenderse de una violaci¨®n; otras, de c¨®nyuges violentos; al menos seis hab¨ªan sido casadas siendo ni?as y dos ten¨ªan una enfermedad mental. A dos de las iran¨ªes condenadas por matar a maridos que las maltrataban, las ejecutaron en 2021 sus propios hijos ¡ªlos que hab¨ªan tenido con esos maltratadores¡ª en aplicaci¨®n de la norma que permite a los familiares de las v¨ªctimas de asesinato ahorcar casi con sus propias manos a los condenados por el crimen.
Con estudios, sin trabajo
En Ir¨¢n, la palabra de una testigo vale la mitad que la de un hombre ante un tribunal. Las ni?as son responsables penalmente desde los nueve a?os; los chicos, a los 15. Los padres pueden casar a sus hijas desde los 13 a?os e incluso menos con permiso del juez. Las hijas heredan la mitad que sus hermanos varones, y los padres y maridos pueden prohibirles estudiar, trabajar y viajar. Numerosas profesiones les est¨¢n vedadas, sobre todo las que conllevan poder. Por ejemplo, la de jueza o presidenta, que no pueden ejercer porque el r¨¦gimen isl¨¢mico de Ir¨¢n considera que ¡°no tienen capacidad de discernir¡±, recalca por tel¨¦fono la activista hispano-iran¨ª Ryma Sheermohammadi. Si una iran¨ª se casa, solo puede pedir el divorcio en unos pocos casos, y pierde de forma autom¨¢tica la custodia de los hijos cuando cumplen siete a?os.
Seg¨²n Naciones Unidas, el 60% de los estudiantes universitarios en Ir¨¢n son mujeres, pero ellas representan menos del 20% de la fuerza laboral. Un an¨¢lisis de 2021 de Human Rights Watch determin¨® que esa escasa presencia femenina en el mercado de trabajo no es ajena a su subordinaci¨®n a los hombres. Las empresas saben que si contratan, por ejemplo, a una ingeniera, su marido puede prohibirle visitar una obra en otra ciudad. En 2015, Nilufar Ardalan, capitana del equipo femenino de f¨²tbol, no pudo competir en un torneo en Malasia porque su c¨®nyuge se lo impidi¨®. En el Informe sobre la Brecha de G¨¦nero del Foro Econ¨®mico Mundial de 2023, Ir¨¢n figura en el puesto 143 de 146 pa¨ªses, solo por delante de Chad, Argelia y Afganist¨¢n.
Las iran¨ªes ni siquiera pueden tener un perro sin ser acosadas. Farzaneh es una iran¨ª divorciada de 42 a?os que busca casa en Espa?a para reunirse con su hijo cuando este cumpla 18 a?os ¡ªse lo quitaron a los siete a?os pese a que el ni?o quer¨ªa vivir con ella¡ª. Explicaba recientemente a este diario que la polic¨ªa la increpaba constantemente en Teher¨¢n cuando sacaba a pasear sola a su perro. Los musulmanes fundamentalistas consideran que ese animal es impuro. Cansada de que la polic¨ªa la parara por la calle, Farzaneh regal¨® a su mascota.
Despu¨¦s de que miles de mujeres hartas se quitaran el velo como gesto de desobediencia tras la muerte de Amini, el r¨¦gimen est¨¢ ¡°acelerando¡± su ofensiva, seg¨²n Carlos de las Heras. El experto de Amnist¨ªa recalca c¨®mo la nueva ley de castidad y hiyab, aprobada recientemente en el Parlamento, consagra ¡°una persecuci¨®n legislativa¡±. Sheermohammadi precisa que las penas que preve¨ªa el C¨®digo Penal por no llevar hiyab ¡ªhasta dos meses de c¨¢rcel y 74 latigazos si hab¨ªa reincidencia¡ªse elevar¨¢n ahora ¡°hasta a 10 a?os¡±.
¡°Este r¨¦gimen [el iran¨ª] es un apartheid de g¨¦nero¡±, asegura la activista. Luego dice que, en Ir¨¢n, las hero¨ªnas, son chicas como Armita Geravand, la adolescente de 16 a?os que est¨¢ en coma en el hospital Fajr de Teher¨¢n, despu¨¦s de que una agente de la polic¨ªa la empujara brutalmente en el metro de Teher¨¢n por no llevar velo, seg¨²n organizaciones de derechos humanos y testigos. ¡°En Ir¨¢n, cuando una chica como Armita, se levanta y piensa qu¨¦ se va a poner, tiene ante s¨ª una decisi¨®n vital. Sabe que si no se pone el hiyab, se arriesga a que la maten o a pasar 10 a?os en la c¨¢rcel. Y ella decidi¨® salir a la calle sin velo¡±, dice Sheermohammadi.
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